TIEMPOS DIFÍCILES  

A la memoria del Embajador Sergio Vieira de Mello ,
víctima de un atentado en Irak, en misión de la ONU.
 

“Puede alguien extasiarse en la destrucción,

rejuvenecerse por la crueldad”. Rimbaud  

I

Flor envenenada, aires degenerados, temores

y placeres, el alma es insondable y cruel

mientras la carne, dilacerable,

es afecta a la tortura

y al vértigo.

tan yerma

y frágil.

Un cuerpo

que es un cofre,

una argamasa, maleable,

una geografía de montes y abismos,

aquella masa de maniobra y conversión,

susceptible a todos los maleficios y contiendas.  

La mente enferma, emparedada, corrompida.

Manos que obedecen impulsos profundos.

Bocas vociferando discursos dudosos, hostiles.

Dolor y felicidad en los extremos

de un mismo sentimiento

que ni es ambiguo

mas antiguo, en equilibrio crítico,

dialéctico. O patético.    

II

La guerra es madre de toda sabiduría,

fundada en la estupidez, en el heroísmo

más cobarde, en el compañerismo

y en el exterminio, exacerbación del amor

y en el horror más bello y más sublime.

Destruir y renovar, en un ciclo de vida

y muerte conjugado

muerte y vida en cuanto correspondientes

y equivalentes,

alternantes.

Matar y morir.

Pájaros mutilados, cuerpos explotando en euforia:

espectáculo que conmueve por su pavor admirable.

¡Un edificio desmoronándose como una cascada

incandescente,

un pájaro segado y la sangre expulsada espléndida,

alegre y terriblemente,

bombas y lanza llamas en coreografías

impactantes, llevándonos al delirio!

Tan más emocionante el tiro certero,

el hachazo sobre el cráneo del enemigo,

tejidos quemados, puñales magníficos

como cristales votivos sobre los cuerpos vencidos.  

III

Suicidas fantásticos volando por los aires,

desintegrándose como partículas divinas,  

en una euforia de convictos, heroísmos

extremados, libertarios, superando

falsos humanismos.

Humano sería un estado racional,

mezquino.

Dios exige ejemplos superlativos.

La vida – se afirma – no es nuestra,

nos es dada,

y morir es un pasaje

para la felicidad.

O qué otro nombre tenga la Gloria.

IV

Muertos y vivos habitan el mismo espacio,

alternándose. Las flores lozanean,

los mares enfurecidos, los vientos airados.

Teologías e ideologías mancomunadas

en cofradías, verdades impuras,

vaca profana, voluntad insana, poderes,

guerras santas, bendiciones,

martirios, ceguera y escalofrío.

La paz fundada sobre los escombros,

el escarnio,

semillas de la discordia, sedición.

Rosa ensangrentada.