I
Un caballero sin rostro
vaga por escenarios y tiempos
fraccionarios;
una ciudad invisible
emerge de las brumas
de lo imposible:
libertos de la arcana
maldición de lo indecible.
Son ejércitos errantes, bibliotecas
ilegibles, son ciudadelas
herméticas, espectrales,
son animales, son murallas
inexpugnables, en edades
indefinidas, códigos
indescifrables mas, aún
así, inteligibles.
II
Calvino hace ejercicios de memoria
en lugares que ya no son lugares
-son denominaciones registros ecos...
Desvenda sentidos, vislumbra,
presume, en estado de catálogo
-devaneos, proveyendo combinaciones
múltiples absurdas fantasmales-
fluyendo como fantasias verbales.
Palabras tales como desgreñado
en la superfície del papel fluido
pasible de toda inscripción.
Nombrando el mundo, inventando
palabras y mundos, garabateando
compulsivamente, desinteresado
de los cómos y por qués: palabras
para inscribir todas las cosas.
Palabras en el mundo, horizontales,
dando forma al propio mundo
para que así el mundo exista.
Y confiesa: difícil es contar
en primera persona, confesarse
sin deturpar los significados,
sin falsear, tergiversar,
vivir los propios sueños e ilusiones.
III
Una felicidad inquieta,
una alegria externa
a los propios sentimientos,
queriendo siempre estar
en otro lugar y momento,
por los vértigos del pensamiento,
indiferente a la naturaleza porque
confesadamente ciudadano.
Oh! Calvino, espectador viciado
de los cines de la adolescencia,
de las marchas y bravatas fascistas,
sublevado, como Fellini, indagando
y maldiciendo y blasfemando
contra las instituciones totalitarias,
desconfiando de todas las certezas
adjudicando toda burocracia.
Filme de la infancia imaginaria
visto a partir del medio,
seguido de la mitad del segundo,
completado por la fracción del tercero,
escenas de varias secuencias,
diferentes escenarios incompletos
en un rompecabezas o colage
o caleidoscopio fantástico!
Filmes que evocan filmes,
personajes migrando de intriga
para intriga, escenas alternadas,
entrecortadas de memorias
de otros filmes ya olvidados
en una mitologia antropofágica
y voraz, en una galería de personajes
desprovistos de sentidos.