las agujas de los relojes en cualquier dirección,
y las estaciones del año cambiadas:
no hay roce ni orgasmo ni sudores
pero el cuerpo está ávido, afligido
haya espera y esperanza (y desconsuelo)
en el reverso incongruente de la vida:
en ese vivir en muerte contigua
y exigua, irreductible, diligente
sentado en la poltrona, hundido,
y el tiempo, allá fuera, se estanca:
yo aquí dentro, la vida fuera
de mí, exangüe y ausente
- buscando lugares inexistentes
en una entelequia de despistes
o en una estrategia de inconformidad.