sus muertos futuros
sin ninguna preparación
más no por falta de aviso.
Hay un tiempo de vida
y otro –más pesado – de muerte
en todas las cosas:
tiempos tangentes.
-Uno que fluye por sí mismo
paralelo a lo que se rumia
sin cualquier posibilidad
de reconciliarse mañana.
Un tiempo que se construye
de una forma metafísica
y otro que se destruye
dialécticamente.
Tiempo que
corroe
al propio tiempo
insustentable
y vacío
-un huevo
por dentro y por fuera,
sin solución.
Paralelas y tangentes
al mismo tiempo
(si eso fuese posible)
en un último encuentro.
La casa de la chácara tiene la memoria
sucia,
y pudre los cimientos.