Angélica Torres Lima nasceu em Ipameri (GO), em 1952. Cursou Arquitetura e Urbanismo na Universidade de Brasília (UnB) e Direção e Cenografia em Artes Cênicas, na Fefieg (atual Unirio). Formou-se em Comunicação pela UnB e especializou-se em edição de livros e periódicos pela Universidade de Wisconsin (EUA). Trabalhou em diversos jornais, geralmente em editorias de cultura. Publicou Sindicato de Estudantes (1986), pelo qual recebeu o Prêmio Mário Quintana de Poesia, do Sindicato dos Escritores de Brasília, e Solares (poesias, 1988), com o grupo Bric a Brac. É autora do texto de Koikwa, Um Buraco no Céu (Editora UnB, 1999). Autora dos livros de poesia Paleolírica (Brasília: Alô Comunicação, 1999) e O Poema quer ser Útil (Editora LGE,2006).
Fortuna crítica
“Angélica Torres Lima estabelece sua forma elíptica, fabricando, no momento mágico da criação, a interação exata entre o dito e o feito. Essência e existência resultam instantâneas na fulguração luminosa do poema”.
Reynaldo Jardim, sobre Paleolírica.
“Anoiteceu é um poema que T.S. Eliot assinaria. Girassol é magnífico. Admirável em sua contenção, em sua essencialidade... Madrugada de agosto é esplêndido! Uma obra-prima! Lembra o imortal poema da grande poeta Safo, de Mitilene. Ei-lo: ‘A lua declina, as Plêiades no ocaso; a noite vai a meio; o tempo no seu fluxo, e eu, em meu leito, sozinha’”.Oswaldino Marques, sobre Paleolírica.
“O que compõe neste momento minha totalidade – entidade e cavalo – é a sensação nítida do prazer de não ter morrido e, de repente, ser eleito para estar nesta contra-capa por esta poeta que me viu vindo por aí, enquanto construía (construía?) fazia (?) e vivia (!) esta poesia de altíssima qualidade”.Ziraldo Alves Pinto, sobre Sindicato de Estudantes.
“Seus poemas falam por si, têm luz própria, atravessarão os séculos e daqui a 145 anos, um menino, numa tarde de domingo, pegará o livro e será feliz por tê-lo lido, num dia perdido no tempo”.Nicolas Behr, sobre Solares.
Você não sabe, Angélica, mas quando cheguei ao Rio, fui fazer uma conferência, de novo sobre a (in)utilidade da poesia e, de repente, de memória, falei um poeminha do seu livro, de imenso e lúdico significado: ‘Tomara que caia/ um haicai / na tua saia’. É isso. Poesia é o que fica, é essa flor de palavras presa em nossa vida para sempre”.AffonsoRomano de Sant’Anna, sobre O Poema Quer Ser Útil.
Extraído de:
BRIC A BRAC 21 ANOS MAIOR IDADE.Brasília: Caixa Cultura, 2007. 112 p. ilus. col. 23x21 cm.. Exposição comemorativa . Curadoria e projeto expositivo: Marilia Panitz. Coordenação Geral: Luis Turiba. Inclui poemas visuais e arte gráfica. Inclui poemas visuais de Luis Turiba, Manoel de Barros, Paulo Leminski, Zuca Sardanga, Nanico, Franciso Kaque, Wagner Barja, Paulo Andrade, Antonio Miranda, Bernardo Vilhena, Paulo Cac, Ariosto Teixeira, Elizabeth Hazin, José Paulo Cunha, Fred Maia, Nicolas Behr, Claudius Portugal, Ronaldo Cagiano, TT Catalão, Francine Amarante, Adeilton Lima, Maria Maia, Ronaldo Augusto, Augusto de Campos, Arnaldo Antunes, José Rangel Farias Neto, Menezes e Morais, Cristiane Sobral, Eduardo Mamcasz, Vicente Sá, Nance Las-Casas, Bic Prado, Angélica Torres Lima, Flavio Maia, Ronaldo Santos, Joanyr de Oliveira, Sylvia Cyntrão, Carlos Roberto Lacerda, Carlos Henrique, Fernanda Barreto, José Edson, Vera Americano, Alice Ruiz, André Luiz Oliveira, Carlos Silva, Charles Peixoto, José Roberto Aguilar, Estrela Ruiz, Renato Riella, Chico César, Francisco Alvim, José Roberto da Silva, Eudoro Augusto, Amneres, Gustavo Dourado, Alexandre Marino, e ilustradores: Resa, e fotógrafos, etc.
LIMA, Angélica Torres. O nome nômade.Rio de Janeiro: 7Letras, 2015. 107 p. 14x21 cm. Col. Biblioteca Nacional de Brasília, doação Aricy Curvello.
CONTRALTO
O eixo fora
e quando a luz
soluça aos
solavancos
no circuito interno
bíceps antebraço dedos
reagem.
Talvez a lápide
e não o lápis detalhe
do retrato sobre o criado-
mudo.
O descentrado
ofício diário o rapto
errático de folhas amargas.
No fundo da taça o gole
o gosto o grito agudo
por fim.
De Angélica Torres Lima Luzidianas Brasília: Athalaia Gráfica e Editora, 2010.
147 p. (Coleção Oi Poema, v. 5)
de lobos e anjos II
O que é que eu faço, Anjo?
Quer que eu corra, que eu dance
que eu morra? que me levante
e cante uma ode à insõnia?
Não vê que o crepúsculo
já faz muito se desfez?
Que a lua é selada
em céu negro-martírio?
E não guarda o meu sono
nem me faz companhia,
CruEl, que só me inspira
elegias!
trilhas para o altar
Face de maçã trincada na manhã de louça.
Lâminas de agulhas negras fatiam
o altiplano azul no sonho das cabeças
A pedra engastada em prateleiras
oculta o segredo de gestos e passos
: corpos estagnados de anseio.
Angélica Torres Lima nació en Ipameri (Go, Brasil) , en 1952.Cursó Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Brasilia (UnB) y Dirección y Escenografía en Artes Escénicas, em Fefieg (actual Unirio). Se formó en Comunicación en la Universidad de Brasilia y se especializo em edición de libros y periódicos en la Universidad de Wisconsin (EEUU). Trabajó em diversos periódicos generalmene em las áreas de cultura. Publicó Sindicato de Estudantes (1986), por el cual recibió el Premio Mario Quintana de Poesía, del Sindicato de Escritores de Brasilia, y Solares (1988) con el grupo Bric a Brac. Es autorea del texto Koikwa, Um buraco no céu (Editora UnB, 1999). Autora de los libros de poesia Paleolírica (Brasilia: Alô Comunicações, 1999), y O Poema quer ser útil (Editoral LGE, 2006).
ANOCHECIÓ
Los hombres se inauguran bruscos como monumentos, toscas palabras de sal. Duermen secas las cáscaras, lagrimosos de la madrugada, desflorada por gallos y perros. En geometría abismal beben las torrentes del sueño encendido. Y la sangre huye para un campo apartado y sin barro, mientras la Vía Láctea acecha la leche latina de la transmutación
LA MAÑANA
La mañana llega encendiendo luces en el patio. Los árboles posan para el cuadro digital con sus verdes menta y marrón café, mostaza, magenta y las rosáceas, los ciprés, los bambúes.
El Creador ordena el eco en plenitud y el silencio trae el rumor de las calles de la infancia y su voz melodiosa de agua campana animales versos hojas vientos risas prosas.
La vida entonces se compone, libre de los dolores de espalda de los recelos sombríos de los obstinados insomnios. Aunque sea por pocas horas
BORRACHA DE NUBES
Que ni el cuerpo libre del ave calma nave leve en el agua lejos, nieve-lava del pecho en desamor, levita la brisa del verano en el alpendre.
Desdóblanse aromas de lavanda mundo húmedo ramas de baranda
ENTRE LOS ÁRBOLES DE LA PLAZA
Jardines perfuman la noche de otoño tejida y reluciente debajo de la luna. Bajo la calle de la vieja estación con sombra de faroles a media luz.
Las casas, oscuras. En los patios luciérnagas muestran el camino para nadie.
Mudos, los gallos perduran la brea en las tintas de la Aurora perezosa. Sólo el eco de un sapo ciego en la cisterna vertiginosa.
En el árbol, un hada ilumina de oro la penumbra que oculta la niebla de la bruja en el sótano.
Una niña que se despierta, se ve sola en aquel piso sombrío.
Perros traducen el silencio de los gatos, grillos, gritos cautivos en la huida de la memoria. Estrellas saludan a la madrugada acostada en los tejados, espiando por (las) venecianas de sueños el lance conocido de las horas.
Todo es calmo y sereno sobre rosas. Pero la cuidad pequeña deambula por los tibios caminos de mi sueño dictando glosas.
EMBARCADOS
¿Es útil lo que se hace? Inútil el deseo y alguna herencia.
De día los pasos decrecen de noche desploma la escena en el gesto intransparente del soplo como eco de la eternidad.
Cerca, muy cerca, la partida irrevocable.
La muerte no me asusta, pero el dolor que en ella aguza, aguda, extrema, la tortura que provoca
No me aterrorizan la negrura, el vacío, el avieso, el pasaporte dantesco al lado de Caronte y Virgilio que por dicha sea la suerte
Todavía el aire desfallecido a la faena, el corte, la glacial navegación de la sangre.
LA CIUDAD
No soy la misma persona después de conocerte, ciudad, y andar por tus calles imantada en cielos rojo y azul.
Tus avenidas me expandieron los horizontes concéntricos de la inmortalidad oculta en el pecho.
Ciudad, que me adoptó por legítima en un bautizo de aceras de piedras en medio a las miradas extraviadas.
A mí, que vine de campos y arroyos del confín de un continente recién inaugurado.
Ahora somos una en pasos, rastros y sombras pegados en el tiempo etéreo.
REATAME
Perdonname, aunque sea quien se vaya. Perdí el pulso a la luz del deseo y el final del baile, acá, sin poder mirar
Que hada malvada, esa que te cría piedra bruta, rapto, escena en lo oscuro (que te quería destino alegre, niña).
Me desgarras, me avergüenzas. A la una, en el Café Neón, de gafas rayban y paraguas.
Descifrarte con fecha marcada ¡amor-muerte! Cinematográfica, rápida la pasión dilacera el relámpago, nada que necesite explicarse.
EL AMOR
Ponte feliz: en el rostro, en los colores del vestido en el gesto del cuerpo
Toma de ese virus, poeta!
Quien sabe la fiebre se alargue y la cuidad arda contaminada por ese Ícarus rumbo al sol de la tarde
Espera el amor sentarse a tu lado, y contempla el paisaje.
¿Felicidad? Alas derritiéndose de tan brasas? Oro y plata incandescentes?
Alegría de esperarte!
GRANADA EN EL PECHO
Estaría yo mejor se estuvieses aquí conmigo en este Café, donde Lorca se sentaba
al sol tibio de diciembre entre los pájaros y palomas de la plaza con el pecho en llamas los ojos inflamados el incierto destino de los solitarios.
*
Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada como la pen de ser ciego en Granada.
(L. A. de Icaza)
Una explosión en mi pecho y aquí estoy en esta cuidad cercada por la Serra Nevada, sola y desolada, por desamor sin pena, devastada todavía ciega y muda de dolor.
Intento enterrar ese amor en el Jardín de los Siete Sellos y no encuentro un lugar que se me ofrezca.
Voy a ahogarlo en la corriente de las aguas que atraviesan la fortaleza y se recusan a recibirlo.
Lo empujo desde las Torres de Alcázaba y flota como pluma de seda en el cielo azul-turquesa.
¿Por qué no mueres, amor? pregunta, cansado, mi corazón ya casi todo incinerado.
Y me responde, atrevido, el viento dulce que desliza entre los Palacios de Nazáries:
"Porque el amor vive para la eternidad aunque no te ame más tu amado"
EPICURANDO
El albo es el clavel a ser del pecho en flor arrancado no la planta rosa, púrpur
pero lo que desgarra y despedaza del alma la serenidad franca.
Silencio ensordecedor. Espera sin fin. Huyo y el sol corre a se esconder in sonámbulo sobre el muro del laberinto.
Mejor así. y el crepúsculo en la vista se disfraza en el paisaje, todo es destello.
De El Perro Blanco
Revista Internacional Verano 2009
Zaragoza, España
Torbellino de estrellas
collares de silencio centelleante
hacia la media noche.
MADRUGADA DE AGOSTO
Escenas de sombras
bajo el pensamiento
memoria
perdida en el tiempo
estación viajante
sola, otra vez
Nada en la mente
mientras se enfría
el corazçon
LABERINTOS
Es duro, padre
andar en este
tu laberinto
Tu luz se disipa
y me absiento
en negrura
Bruto es tantear
en la busca de hallarte
y encontrarme
en el velorio del día
en el fondo
del mar
Y amar, entonces, señor
esse profundo despeñar
de abismos
y la rosaleda, las trincheras
los puñales, y el oro
en el crepúsculo, ensangrentados
el peligro de los descaminos
mi grito apagado
Tus leberintos son espinas
y piedra puntiaguda, Padre.
Y tornado.
MATÓ A LA FAMILIA Y SE FUE A DORMIR
Colisión en el paraíso
Caín mato Abel
Abel mata a Caín
Adán mata a Eva
Eva le pone fin
Listo.
Habrían evitado
mucho disgusto
STARDUST
Sembrado en que amara
Yo desierta, soleada, en aquel
Sáhara
la tabla suelta el paso flojo
(falling in Love)
el ojo verde centellando en la
oscuridad
Del Corazón ningún quejido
si el mar fingiese ser lago
y la luna parase en otra estación
susurraban sweethearts
y la ciudad dormia
encendían mil y una noches de
satén
al borde de fuego de la pasíon
Estos poemas fueron traducidos en un taller coordinado por Alicia Silvestre con las participación de los siguientes alumnos: Aline Fernandes Barreto, Rosa Maria Severino, Carlos Saiz Alvarez, Suzana da Costa Outeiral, Flavio Barbosa, Elessandra Cruz, Maria Stefânia e Keni Carla.
GRUPO OIPOEMAna Pré-Bienal Internacional de Poesia,
Brasília 14 e 15 de outubro de 2010 No alto: Angélica Torres Lima, Bic Prado, Nicolas Behr. Sentados: Cristiane Sobral, Luís Turiba, Amneres.
Foro: Ivan Malta
BIENAL DO B – A POESIA NA RUA, 2ª. 26 a 29 de junho de 2012. Brasília: Açougue Cultural T-Bone, 2012. 130 p. ilus. col. 17x25 cm. N. 06 454 Ex. bibl. Antonio Miranda
Carta dos astros
Era em mim o amor
feito agonia
E era noite, era dia
o pássaro noturno
e o diurno, agourando
antecipando
o diamante do seu riso
que não me pertencia
Eu te aguardava
matutina
estrela mais alva que a luzente
vespertina
e um silêncio sideral
me alucinava transparente
face a ausência
à carta dos astros
revelada:
tu nunca estavas
Vênus, Orion
Lua de Mercúrio
prateando o Lago
Paranoá.
Eu, só,
nuvem desfeita
na imensidão dos ares
chuva turva
sem serventia
que não alivia a secura
do Cerrado
da agoniadesalmada
CANDANGOIANOS, NA POÉTICA BRASILIENSE/ organização José
Sóter. Capa: Sobre o quadro Campo de Espinhos, do artista
Lemuel Gandara (escrito com tinta do Pequi). Projeto gráfico do
capista Potyguara Pereira Netto. Miolo: projeto gráfico e diagramação
de Alex Siva. Organizadores: Sóter, Augusto Niemar, Salomão Sousa.
Brasília, DF: SEMIM 2024. 116 p. ISBN 978-85- 980743-6-4
No. 10 203
Exemplar biblioteca de Antonio Miranda, doação de Salomão Sousa.
MEU CERRADO
Encho os olhos
de paisagens
do Cerrado.
Um espírito rendado
emana da floresta
de ikebanas goianas.
A claridade rasgada
o plano exato
geografia instantânea.
GOYAZ NÃO HÁ MAIS
Cortaram o meu Goyaz ao meio
e não me pediram licença
Meu papagaio de infância, degolado.
Eu não tinha autorizado.
Com o Norte assim
de mim apartado
perdi o rumo no mapa.
Levaram embora a minha crença
o meu estado de nascença
o contorno de minh´alma
meu Brasil por excelência
meu sentimento geográfico
meu sentido de existência.
Só deixaram o Sul, disforme,
e a metade da minha ausência.
(De O poema quer ser útil, 2006)
ECOS
E o vento
maestro de folhagens
te incorpora pai
eu sinto e ouço
a sinfonia da fazenda
na cidade à beira-mar.
Alagaravia
agoravia agorouvia
o seu fantasma
a conversar comigo
em meio à sua orgia
de rã sapo e gia
em tarde vegetal.