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RUDY CIFUENTES
Nacido en Caracas, Venezuela, el 14 de junio de 1979. Ingeniero Industrial (2004). Licenciado en Ciencias Gerenciales (2006).
Participaciónes en tertulias poéticas del grupo Púrpura (Táchira, Venezuela) y em encuentros poéticos realizados em Bogotá y Funza (Colombia).
Publicaciones digitaless em el blog El duende soñador, diversas redes sociales, y en la revista digital La 100aga (España). Primera publicación impresa en la antologia “América Grito de Mujer” de la Colección Comuneros del mundo (Editorial Uniediciones, 2017).
Vive actualmente en Colombia.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
ARDILA GONZÁLEZ, Hernando. Homenaje arte como precursor de soberania y fraternidad: antologia del XII Encuentro Universal de Escritores Vuelven los Comuneros 2018. Editor Gustavo Ibañez Carreño. Bogotá: Uniediciones, 2018. 264 p. 16 x 23 cm. (Colección comuneros del mundo, ISBN 978-5527-02 -07. Ex. bibl. Antonio Miranda
PRESENTIMIENTO
Yo siempre tuve la certeza
de que las algarabías borraban las hendiduras de
los ombligos
Caminé alrededor de una nube
Y no tuve certeza de nada
El invierno se acomodó entre los huesos
Cuando fue la hora de mudar los cascabeles
Los ombros llorados esculcaron
Entre la resaca de los desamparados
Hoy me puse pintalabios
Para que crean en mi inocencia
Hoy llevé el luto de las garzas
Que corean la miseria de su vuelo bajo la tarde
Ayer me pediste que te acompañara
Al reposo de los rascacielos
A cultivar nenúfares em habitaciones oscuras, de
ruidos macabros
Pero yo corría esconderme de los vendedores de
espejos
Me metí bajo las sábanas para no escuchar canciones
que me sacaran tierra
Tú sme prometiste que todo estaria bien, que
encontraríamos algún bulevar divertido
Pero no hubo tal emoción
Solo chasquidos de masmorras
El invierno sigue aquí, enraizado a los huesos
Y el ombligo no se me ha borrado
Sigue allí en el pleno centro
Delatándome ante los que tienen
el oficio de juzgarme
LOS QUE VENDRÁN
Vendrán los carteiristas a mendigar monedas de
plata para financiar al próximo sustituto de Picasso
Vendrán los tuertos a inmolar sus besos en el cachete
de tu bebé
Vendrán los coches de lujo que rápido nos traerán el
progresso
Vendrán la mujeres fáciles, volando sobre
colchones raídos
Vendrán los carros chocones, la norias sy los tiovivos
a pasearnos los espíritus
Vendrán los pacifistas a desnuclearizarte, a
proponerte el trueque de tus armas por popcorn
Vendrán los que levitan, los apneístas, los
crucificados y los que se inmolarán
Vendrán los pájaros de corazón azul, a cobijarnos
bajo sus buches reventados
Vendrán los sembradores de mares a venderte sus
olas naranjas
Vendrán los ambientalistas a rescatar a las ballenas
encalladas osbre las casas de madera
Vendrán los Bolívar, las Madonnas, los Washington,
los Beatles y los Policarpa
Vendrán los derrocadores repartiendo Coca-Cola
Vendrán, vendrán y vendrán
Todos ellos vendrán a prometerte
que te van a governar bien
INVOCACIÓN DE LOS ÁNGELES DORMIDOS
¿Dónde están tus manos?
¿En qué rincón del alba escarban, procurando hallar
el opio de los ángeles?
Y quién se atrevió a enviarles una carta de amor a
esos ángeles de plata... ¿Por qué fue assinado?
¿Qué resortes mágicos hay bajo tus pies, que vas
por allí flotando, como sostenida por un misterio
inexplicable?
Sin saberlo, mientras duermes hay otros a quienes
espantas el sueño
Entonces el insomnio es gozoso como un dulce em
manos de un niño pobre
¿Por qué son los dedos de tus manos tan delgados,
tan tímidos?
¿os pensamentos pretenden agujerear?
¿Acaso quieres acabar con mi mundo?
Por un camino de eucaliptos que resguardaban a los
nocturnos extraviados de sus hogares
Aquella noche me encontre con demonios a los que
no conocía
Dando inicio a la purga de mis soledades
Más eran tantos desconocidos y tan dissimiles
Que no supe si me hallaba en buena o en mala
compañía
Fue entonces que te eché en falta
Sin importarme el humo de tus cigarros
Aun cuando es una llaga tu presencia
impulso magnético
Son más evidentes las convulsiones que empujan a la
vida hacia la última zanja
Fulguran los miedos
Se aceptan con dissimulo
La conciencia se cunde de humildad
Y el pecho acepta lo vulnerable que se es ante las
sombras de los sublime
Ante la presencia de las cosas que tienen ese aura de
preciosismo
Y se puede cometer el sacrilegio / la desfachatez
De enumerar a una mujer entre la siete maravillas
del mundo
Los frutos del olivo zarandeándose en sus cabellos
Las riberas de los arroyos asomando en su mirada
En la boca llevando el halo de un ocaso con
flamencos
Sus manos pintando cosas multicolores que han de
vivir en el paraíso de donde ella vino
Y su risa siendo perdón para todos los injustos
Pero... amigo, ten cuidado con esos ángeles que entre
sus manos guardan el reposo del opio
Los verás hacia el alba, volando sobre tu cama,
bañandose con su escarcha divina
Y no hay nada en el mundo que valga tanto la pena
Como para dejarse arrastrar a semejante locura
BACKDOOR EXIT GOD
Si me siento a la mesa cuervo, me narrará cosas
donde se esconde la locura
Si me siento junto al anciano, van a brotar del barro
cementerios, em vez de hombres
Si me siento a jugarle um pulso al alma, me pedirá
— cuando me gane — que le mitigue dolores que no
quiero mitigar y la condenare al más vil ostracismo
Si me acuesto cuando los cuerpos aún no oscurezcan,
me quedaré dormido y me perder é el espectáculo de
la luna aullándole a los lobos
Si junto a mí se sienta esa mujer, le arrojaré mi vino a
la cara y me beberé el flujo rojo, será la nueva ley para
que gire el mundo
Si junto a mí un espanto se acomoda y me compadece,
me santiguaré con un regaño de fuego, y dos pájaros
de cal picotearán los escombros de mi pensamentos,
haciendo alpiste de mis memorias
Si merezco la muerte, que venga rauda con su piel de
calabaza y finalmente me enamore
Si las tentaciones me alumbran no firmaré doctrinas,
soy harto incomplido
Si vienen mis daemones a atiborrarme de whiskey, me
nombrará una calavera negra, porque esa lerda luz
sólo ilumina recompensas a los que pueden asegurar
no estar borrachos
Si aparecen galantes ante mi puerta, para coronar-
me de espejos y lisonjas, que me coronen mejor en efectivo,
compraré la mejor imitación de la verbena que me toca
Si me invitan los astronautas a jugar co sus aparatitos
atómicos y sus excentricidades de diciembre,
a pensar tras la ventanas del Apollo que nada somos,
a lanzarme desde alguna estación espacial un clavado
a tierra,
prefiero quedarme aquí con los mismos ojos deslumbra-
dos por un jaguar y uma anaconda compartiendo presa
Si me convocan a la lluvia, compadeceré a los vendevalistas
Si los temerários son mis jueces, es porque ignoran las
tessituras de un abismo
Si me atribuyen un género, me enjabono las sienes y me
encuero em uma pinta eléctrica
Si me señalan la paz en que nací, reviento cúpulas para
ver arder sus sangres
Si sueño cons serpientes y vampiros, el hegemónico
Aristóteles erró los cálculos del mundo Lo mismo da
esférico sin plano, sin y con símbolos
Amigo, si me siento a tu lado y me avientas un suspiro,
huiré. Sé que es un hálito de la infecundidad
Dios, si me siento a la mesa contigo... hoy no deseo
asesinarte
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Rudy Cifuentes e Antonio Miranda na Colômbia em setembro de 2018
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Traducción de ANTONIO MIRANDA
PRESSENTIMENTO
Eu sempre tive a certeza
de que as algaravias apagavam as fendas
dos umbigos
Caminhei arredor de uma nuvem
Y não tive certeza de nada
O inverno acomodou-se entre os ossos
Quando foi a hora de mudar de guizos
Os ombros chorados desamparados
Hoje usei batom
Para que acreditem em minha inocência
Hoje levei o luto das garças
Que cantam a miséria de seu voo pela tarde
Ontem me pediste para te acompanhar
Ao repouso dos arranha-céus
A cultivar nenúfares em habitações escuras, de
ruídos macabros
Mas eu corri para esconder-me dos vendedores de
espelhos
Enfiei-me debaixo dos lençóis para não escutar canções
que me tiraram terra
Tu me prometeste que tudo estaria bem, que
encontraríamos algum boulevard divertido
Mas não houve tal emoção
Apenas sussurros de masmorras
O inverno continua aqui, enraizado até os ossos
E o umbigo não me foi eliminado
Continua ali bem no centro
Delatando-me perante os que têm
o ofício de julgar-me
OS QUE VIRÃO
Virão os batedores de carteira a mendigar moedas de
prata para financiar o próximo substituto de Picasso
Virão os tortos a imolar seus beijos na bochecha
de teu bebê
Virão os carros de luxo que rápidos nos trarão o
progresso
Virão as mulheres fáceis, voando sobre
colchões desgastados
Virão os carros de choque, os moinhos de água e os carrosséis
a passear-nos os espíritos
Virão os pacifistas a desnuclearizar-te, a
a propor a troca de tuas armas por pipocas
Virão os que levitam, os apneistas, os
crucificados e os que se imolarão
Virão os pássaros de coração azul, a abrigar-nos
sob seus papos rebentados
Virão os semeadores de mares a vender-te
suas ondas alaranjadas
Virão os ambientalistas para resgatar às baleias
encalhadas sobre as casas de madeira
Virão os Bolívar, as Modanna, os Washington,
os Beatles e as Policarpa
Virão os esbanjadores distribuindo Coca-Cola
Virão, virão, e virão
Todos eles virão te prometer
que vão te governar bem
INVOCAÇÃO DOS ANJOS DORMIDOS
Onde estão as tuas mãos?
Deixa que eu as veja
Em que lugar da alvorada arranham, procurando achar
o ópio dos anjos?
E quem se atreveu a enviar-lhes uma carta de amo a
esses anjos de prata... Por que foi assassinado?
Que molas mágicas debaixo de teus pés, que vais
por aí flutuando, como que suspensa por um mistério
inexplicável?
Sem sabê-lo, enquanto dormes existem outros a quem
espantas o sonho
Então a insônia é preciosa como um doce nas
mãos de um menino pobre
Por que são os dedos de tuas mãos tão magros,
tão tímidos?
Quantos pensamentos pretendem perfurar?
Por acaso pretendes acabar com o meu mundo?
Por um caminho de eucaliptos que resguardavam os
noturnos extraviados de seus lugares
Aquela noite me encontrei com demônios que eu
não conhecia
Dando início a depuração de minhas saudades
Mas eram tantos desconhecidos e tão diferentes
Que eu não soube se estava em boa ou má
companhia
Foi então que te deixei a desejar
Sem importar-me a fumaça de teus cigarros
Mesmo quando tua presença é uma chaga
Ali onde um sentimento te chama com embriagador
impulso magnético
São mais evidentes as convulsões que empurram
a vida a uma última vala
Fulguram os medos
Aceitos com dissimulo
A consciência se enche de humildade
E o peito aceita o vulnerável que se é ante as
sombras do sublime
Ante a presença das coisas que têm essa aura de
preciosismo
E é possível cometer o sacrilégio (a desfaçatez
De indicar uma mulher entre as sete maravilhas
do mundo
Os frutos de oliva movendo-se em seus cabelos
As margens dos riachos surgindo em seu mirar
Na boca levando o halo de um ocaso com
flamencos
Suas mãos pintando coisas multicoloridas que hão de
viver no paraíso de onde ela veio
E um sorriso sendo perdão para todos os injustos
Mas... amigo, tenha cuidado com esses anjos que entre
suas mãos guardam o repouso do ópio
Aparecerão na alvorada, voando sobre a tua cama,
banhando-te com sua geada divina
E não há nada no mundo que valha tanto a pena
Como para deixar-se arrastar a semelhante loucura
BACKDOOR EXIT GOD
Se eu me sento à mesa do corvo, ele me narrará coisas
onde se esconde a loucura
Se me sento com o ancião, vão brotar do barro
cemitérios, em vez de homens
Se me sinto a disputar um pulso com a alma, vai me pedir
— quando me vença — que lhe mitigue dores que não
quero mitigar e a condenarei ao mais vil ostracismo
Se deito quando os corpos ainda não escureçam,
continuarei dormido e perderei os espetáculo da
lua uivando para os lobos
Se junto a mim se senta essa mulher, lançarei meu vinho
em seu rosto e beberei seu fluxo rubro, será a nova lei para
que o mundo gire
Se junto a mim um espanto se acomoda e me compadece,
me benzerei com um arreganho de fogo, e dois pássaros
de cai bicarão os escombros de meus pensamentos,
fazendo alpiste de minhas memórias
Se mereço a morte, que venha veloz com sua pele de
cabaça e finalmente me enamore
Se as tentações me iluminam não firmarei doutrinas,
geralmente não cumpro o prometido
Se veem meus daemones a empanturar-me de whiskey, uma
caveira preta me nomeará, porque essa luz lerda apenas ilumina
recompensas aos que podem garantir não estar
bêbados
Se aparecem reis galantes diante de minha porta, para coroar-
me com espelhos e lisonjas, melhor me coroem em dinheiro vivo,
comprarei a melhor imitação da verbena que me tocar
Se me convidam os astronautas a brincar com os aparelhinhos
atômicos e suas excentricidades de dezembro,
a pensar detrás das janelas de Apolo que nada somos,
a jogar-me desde alguma estação espacial um cravado
na terra,
prefiro ficar por aqui com os mesmos olhos delumbra-
dos por um jaguar e uma anaconda compartilhando a presa
Se me convocam para a chuva, compadecerei aos vendevalistas
Se os temerários são meus juízes, é porque ignoram as
tessituras de um abismo
Se me atribuem um gênero, eu me ensaboo as têmporas e me
encouro numa cara elétrica
Se me assinalam a paz em que nasci, rebento cúpulas para
ver arder seu sangue
Se sonho com serpentes e vampiros, os hegemônico
Aristóteles errou os cálculos do mundo O mesmo resulta
esférico que plano, sem e com símbolos
Amigo, se me sento ao teu lado e me atiras um suspiro,
fugirei. Sei que é um hálito da infecundidade
Deus, se me sento à mesa contigo... hoje não desejo
matar-te
Página publicada em outubro de 2018
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