MARCO AURÉLIO RODRIGUEZ GARCÍA
Los guaireños nacemos en el hospital dei Seguro Social y de las olas nos separa solo una calle. El once de julio de mil novecientos cincuenta y cinco me tocó hacer lo propio después de cumplir las treinta y ocho semanas de rigor. Al momento de mi nacimiento fui objeto de un robo, porque según el testimonio de Vidalina, mi madre, nací enmantillado, pero las enfermeras se robaron Ia mantilla. "Yo lo vi" me dijo con tono categórico muchos años después y selIo creo todavía, porque era una paridora avezada; fui su decimosegundo parto, de un racimo de catorce hijos que trajo a este mundo. No tengo referencias de si Augusto, mi padre, esperaba impaciente frente a la sala de partos o si ateníia en ese momento asuntos urgentes de ese día. Eran Ias cinco y media de la tarde porque Vidalina oyó por encima de la voz del médico cantante los motores de La Vaca Sagrada, el avión de Marcos Pérez Jiménez, que aterrizaba en el aeropuerto internacional de Maiquetía.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
UNO
El árbol mece la hoja para la señal
¿La has visto?
Es la señal para que tus ojos miren.
Su tallo es el verdadero templo.
Un àrbol es cuanto necesito
y existo dormido entre sus ramas.
Tu
otro tanto harás
porque descubriràs que viven
ellos
elevándose desesperadamente
por más luz
por más aire
con más imponencia cada vez
como tú.
TRÊS
En los caminos de la montaña
todo calla para que pase yo
y paso como un mudo en un templo
Entro en el vivac del numen vegetal
y el universo es madera en pie
y estrella dibujada para siempre
Quiero leer en los árboles
lo terrible que está escrito
enlIas estrellas
y que la madera
responda con su repesado murmullo
que es verdad.
SIETE
Vamos dejando el mundo vegetal l
la montaña azul detrás de la verde
la selva púrpura detrás de la azul
el mundo en el enigma
asomándose solapado
por sobre el hombro de la selva gris.
Todo el mundo de las encrucijadas
las montañas con nombres de encantadas potencias
las campanadas de las aves
el relámpago verde y su graznido
la sutil textura anunciada en la pose sensual de una rama
los aromas letales enlIa ternura dei corazón de la guayaba.
Abandonamos el mundo vegetal
y vamos a su antítesis urbana.
Dormirá la serpiente su sueño dulzón
seguiràn los pájaros del bosque
mirando con atónitas miradas amarillas.
En el crepúsculo la montaña púrpura
será la neblina
y un árbol, amigo secreto,
se entregará al vaivén de sus señales
mostrando en el séptimo lugar del firmamento
un sendero que siempre alguna vez deberemos pisar.
De
SUEÑO URGENTE
Poesía de Venezuela y México
Caracas: La Mancha edicones, 2010.
175 p. ISBN 978-980-7006-16-7
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
UM
A árvore move a folha para o sinal
viu?
É o sinal para que teus olhos vejam.
Seu talo é o verdadeiro templo.
Uma árvore é quanto necessito
e êxito dormindo em seus ramos.
Tu
outro tanto farás
porque descobrirás que eles
vivem
elevando-se desesperadamente
por mais luz
por mais ar
com mais imponência cada vez
como tu
TRÊS
Nos caminhos da memória
tudo cala para que eu passa
e passo como um mudo no templo
Entro no vivac do nume vegetal
e o universo é madeira em pé
e estrela desenhada para sempre
Quero ler nas árvores
o terrível que está escrito
nas estrelas
e que a madeira
responda com seu repousado murmúrio
que é verdade.
SETE
Vamos deixando o mundo vegetal
a montanha azul detrás do verde
a selva púrpura detrás da azul
o mundo no enigma
assomando dissimulado
sobre o ombro da selva gris.
Todo o mundo das encruzilhadas
as montanhas com nomes de potências encantadas
as badaladas das aves
o relâmpago verde se grunhido
a sutil textura anunciada na pose sensual de um ramo
os aromas letais na ternura do coração da goiaba.
Abandonamos o mundo vegetal
e vamos à sua antítese urbana.
Dormirá a serpente seu doce sonho
os pássaros continuarão no bosque
olhando por atônitas miradas amarelas.
No crepúsculo a montanha púrpura
será a neblina
e uma árvore, amigo secreto,
vai entregar-se ao vai-e-vem de seus sinais
mostrando no sétimo lugar do firmamento
um sendeiro que sempre alguma vez deveremos trilhar.
Página publicada em abril de 2011
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