Portada de la revista Imagen en homenaje al poeta
sobre foto de Jesús Castillo.
JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ
(1922-2003)
Nació en Caracas, Venezuela. Vivió un tiempo en Chile, en París y en Nueva Cork,
Libros de poesía: Elena y los elementos (1951), Animal de costumbre (1959), Filiación oscura (1966), Lo huidizo y lo permanente (1969), Rasgos comunes (1975), Por cúal causa o nostalgia (1981), Aire sobre el aire (1989). Figura en la famosa Antología de la Poesía Viva Lainoamericana, de Aldo Pellegrini (Barcelona: Editorial Seix Barral, 1966)
“La poesía de Juan Sánchez Peláez (1922-2003) plantea la más extrema de las exigencias al lector, la del sentido y el sin sentido, en el mismo instante en que despliega la seducción del verso intensamente labrado, hacia la perfección del canto.”
“(…) el hallazgo de una rara beleza en asociaciones sorprendentes de lenguaje; el orfismo como afiebrada intensidad que se confunde con la de la poes[ia; el hallazgo de la subjetividad en viajes de vértigo por los desfiladeros del yo, como nunca antes se había visto en la literatura venezolana; la representación poética del tiempo y lo originario, y la reflexividad sobre el acontecimiento mismo de la poesía.”
VICTOR BRAVO, en un ensayo en la revista Imagen, 2006
TEXTO EN ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
FILIACION OSCURA
No es el acto secular de extraer candela frotando una piedra.
No.
Para comenzar una historia verídica es necesario atraer en sucesiva ordenación de
ideas las 7 ánimas, el purgatorio y el infierno.
Después, el añelo humano corre el señalado albur.
Después, uno sabe lo que ha de venir o lo ignora.
Después, si la historia es triste acaece la nostalgia. Hablamos del cine mudo.
No hay antes ni después; ni acto secular ni historia verídica.
Una piedra con un nombre o ninguno. Eso es todo.
Uno sabe lo que sigue. Si finge, es sereno. Si duda, caviloso.
En la mayoría de los casos, uno no sabe nada.
Hay vivos que deletrean, hay vivos que hablan tuteándose,
y hay muertos que nos tutean, pero uno no sabe nada; l
En la mayoría de los casos, uno no sabe nada.
Extraido de: PELLEGRINI, Aldo. Antología de la poesía viva latinoamericana. Barcelona: Editorial Seix Barral, 1966.
Nota: en esta edición aparece equivocadamente como Jesús Sánchez Peláez.
DOCE VIGILIAS
Doce vigilias
nombramos en silencio:
son nuestras amigas o hermanas
ellas cumplen una promesa:
son nuestras amigas del mañana,
son nuestras hermanas al despedirnos
a ninguna hora pertenecen:
a las tres horas de lo infinito
el universo es de todos y de nadie
en doradas verbenas
escucharemos ritmos alegres
si madura el sol de nuestra sangre;
váyanse niñas, oyéndose a sí mismas, atribuladas
o no sobre nuestros hombros
las vigilias sin hacernos daño.
A VECES LAS MONTAÑAS
A veces las montañas
se esconden
y un caballo aparece intacto
bajo innumerables estrellas
en su lomo de rocío,
ahí es llama inmóvil
y sin jinete que lo guíe
sus flancos son faroles,
—respira, respira
ahuyenta el miedo,
—anda quieto: largo límpido
en el horizonte de la llanura,
—vuela y nos abandona:
hace una pausa de leguas y leguas,
vuelto una ofrenda de huesos fieles y cordilleras,
por eso
bebe del seno húmedo de la tierra entera;
el surco que tiene
es nuestro ombligo,
su batalla: el aire de intensas vibraciones,
en escasez o abundancia
somos el largo camino
y la vida breve,
mientras un caballo
entre nosotros y el resplandor
reclina todo su cuerpo sobre piedras tibias.
Estos poemas pertenecen a JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ. OBRA POÉTICA. (Caracas: Editorial Lumen, 2004), reproducidos en la revista Imagen, año 38, n. 4, 2005.
De
ANTOLOGÍA POÉTICA
Prólogo Alberto Márquez.
Cronología Enrique Hhernánde d´Jesús
Caracas: Monte Ávila Editores, 2004
ANIMAL DE COSTUMBRE
V
Cuando subes a las alturas<
Te grito al oído:
Estamos mezclado al gran mal de la tierra,
Siempre me siento extraño.
Apenas
Sobrevivo
Al pânico de las noches.
Loba dentro de mi, desconocida,
Somos huéspedes en la colina del ensueño.
El sitio amado por los pobres;
Ellos
Han descendido con la aparición
Del sol,
Hasta humedecer-me con muchas rosas,
Y yo He conquistado el ridículo
Con mi ternura
Escuchando al corazón.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Versão de Antonio Miranda
Foto exclusiva de Juan Sánchez Pelaez cedida por el poeta y
fotógrafo Enrique Hernández de Jesús.
FILIAÇÃO ESCURA
Não é o ato secular de extrair chama atritando uma pedra.
Não.
Para começar uma história verídica é necessário atrair em ordem sucessiva de idéias as almas, o purgatório e o inferno.
Depois, a aspiração humana corre assinalado acaso.
Depois, sabemos o que há de vir ou ignoramos.
Depois, se a história é triste acomete a nostalgia. Falamos do cinema mudo.
Não há antes nem depois, nem ato secular nem história verídica.
Uma pedra com um nom ou nenhum. Isso é tudo.
Sabemos o que vem depois. Se finge, é sereno. Se duvida, capcioso.
Na maioria dos casos, a gente não sabe nada.
Há vivos que soletram, há vivos que se tuteiam, e há mortos que nos tuteiam, mas a gente não sabe nada.
Na maioria dos casos, a gente não sabe nada.
Extraído de: PELLEGRINI, Aldo. Antología de la poesía viva latinoamericana. Barcelona: Editorial Seix Barral, 1966.
Nota: nesta edição aparece equivocadamente como Jesús Sánchez Peláez.
DOZE VIGILIAS
Doze vigílias
nomeamos em silêncio:
são nossas amigas ou irmãs
elas cumprem uma promessa:
são nossas amigas pela manhã,
são nossas irmãs ao despedirmos
a nenhuma hora pertencem:
às três horas do infinito
o universo é de todos e de ninguém
em douradas verbenas
escutaremos ritmos alegres
se amadurece o sol de nosso sangue;
vão embora, meninas, ouvindo a si mesmas, atribuladas
ou não sobre nossos ombros
as vigílias sem causar-nos dano.
ÁS VEZES AS MONTANHAS
Às vezes as montanhas
se escondem
e um cavalo aparece intacto
sob inumeráveis estrelas
em seu dorso de orvalho,
aí a chama imóvel
e sem ginete que o guie
seus flancos são faróis,
—respira, respira
afugenta o medo,
—anda sereno: longo límpido
no horizonte da planície,
—voa e nos abandona:
faz uma pausa de léguas e léguas,
convertido em oferenda de ossos fiéis e cordilheiras,
por isso
bebe do seio úmido da terra inteira;
o sulco que tem
é nosso umbigo,
sua batalha: o ar de intensas vibrações,
em escassez ou abundância
somos o extenso caminho
e a vida breve,
enquanto o cavalo
entre nós e o resplandor
reclina todo seu corpo sobre pedras tíbias.
Estes poemas pertencem a JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ. OBRA POÉTICA. (Caracas: Editorial Lumen, 2004), reproduzidos na revista Imagen, año 38, n. 4, 2005.
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ANIMAL ACOSTUMADO
V
Quando sobes às alturas,
Grito em teu ouvido:
Estamos metidos no grande mal da terra.
Sempre me sinto estranho.
Apenas
Sobrevivo
Ao pânico das noites.
Loba dentro de mim, desconhecida,
Somos hóspedes na colina do sonho,
O lugar amado dos pobres;
Eles
Desceram com o surgimento
Do sol,
Até umedecer-me com muitas rosas,
E eu cheguei ao ridículo
Com minha ternura,
Escutando o coração.
XIX
Para minha aia
A queixa é inútil
Melhor seria falar desta região tão pitoresca,
Devo valer-me de mim
Como se tivesse revelações para fazer.
A queixa é inútil
Querida Felipa,
Mas
Neste hotel onde ainda vivo
Não tem sequer um louro miudinho.
O sol bate nos muros, mas
Dentro
Não se ouvem as tulipas,
Não acendem jamais uma lâmpada.
De ANTOLOGÍA POÉTICA Prólogo Alberto Márquez. Cronología Enrique Hernández d´Jesús. Caracas: Monte Ávila Editores, 2004
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