JOSÉ ANTONIO ESCALONA-ESCALONA
José Antonio Escalona -Escalona (Sanare, 1917). Poeta, ensayista, crítico, bibliógrafo, antologo. Doctor en Pedagogía por la Universidad de Nueva
York. Ha recogido numerosas muestras de poesía venezolana y latinoamericana, entre ellas la Muestra de poesía hispanoamericana del siglo xx (1985).
Su vasta obra poética se extiende desde 1943 hasta el año en curso. Entre sus poemarios resaltan Soledad invadida (1947), Cielo y tierra del amor (1979),
A flor de sueños todavía (2000), La vuelta al corazón en ochenta poemas (2006).
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
De
José Antonio Escalona-Escalona
Mi campesino corazón te nombra.
Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2008.
96 p. ISBN 978-980-01-1633-3
III
Por recobrar la soledad, mi espíritu
despojé de la flor de lo mudable.
Pero cuanto perdí me fue devuelto
en recónditos frutos de firmeza.
Las fronteras cerré de los sentidos
al brillo y juventud de los colores,
y al cielo de la música y los pájaros
oriundos del país de los aromas.
Mas, la sombra total que me circunda
el vuelo recogió de sus enjambres
en colmenar de estrellas interiores.
Rotos los lazos que mi cuerpo ataban
a la ruda presencia de las cosas,
he retomado al puro sentimiento!
IX
¿A quién mirar, si todos los caminos
abiertos por la luz de nuestros ojos
en los vitrales del ausente día
los destruyó la sombra devorante?
¿A quién llamar en la cerrada noche
—sepulcro de las voces fallecidas—
si las palabras son gaviotas ciegas
que el mar ahoga en su abismal silencio?
¿A quién oír, si la tormenta sorda
estrelló contra mudos arrecifes
el bajel del sonido y su mensaje?
¡Por esta soledad de los sentidos
el corazón se siente poderoso
dentro de su total recogimiento!
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Traducciones de Antonio Miranda
III
Por retomar a solidão, meu espírito
despojei da flor do mutável.
Mas quanto perdi foi-me devolvido
em recônditos frutos de firmeza.
Fechei as fronteiras dos sentidos
ao brilho e juventude das cores,
e ao céu da música e dos pássaros
oriundos do país dos aromas.
Mas, a sombra total que me circunda
recolheu o voo de seus enxames
em colmeias de estrelas interiores.
Rotos os laços que meu corpo atavam
à rude presença das coisas,
regressei ao puro sentimento!
IX
A quem olhar, se todos os caminhos
abertos pela luz de nossos olhos
nos vitrais do ausente dia
destruiu-os a sombra devoradora.
A quem chamar na cerrada noite
— sepulcro de vozes falecidas —
se as palavras são gaivotas cegas
que o mar afoga em seu abismal silêncio.
A quem ouvir, se a tormenta surda
estrelou-se contra mudos arrecifes
o baixel do som e sua mensagem?
Por esta soledade dos sentidos
o coração sente-se poderoso
dentro de seu total recolhimento!
Página publicada em junho de 2011
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