GONZALO FRAGUI
Poeta, periodista y editor venezolano (Mucutuy, Mérida, 1960). Cofundador del grupo literario Mucuglifo. Magíster en Filosofía por la Universidad de Los Andes (Mérida). Ha publicado los poemarios De otras advertencias, El poeta que escribía en menguante, De poetas y otras emergencias, La hora de Job, Viaje a Penélope y Dos minutos y medio, así como el libro de autoayuda El manual del despecho y el libro de crónicas literarias Poeterías. En 1990 obtuvo el premio de poesía de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Los Andes, y en 2001 el premio de poesía de la III Bienal Nacional de Literatura Juan Beroes, San Cristóbal (Táchira).
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
FRAGUI, Gonzalo. Poeterías. Caracas, Venezuela: Fundación Editorial El Perro y la Rana, 2007. 101 p. 13x19 cm. ISBN 976- 980-396-605-8
ARGUEDAS
Nunca he visto mayor dolor que el del escritor peruano José
María Aguedas. Todos sabían que se iba a suicidar, pero no podían
evitarlo. Un día unos amigos cercanos se atrevieron a conversar
sobre el tema.
— ¿ Arguedas, qué hacemos para que no te mates?
— preguntaron los amigos.
Y Arguedas respondió com — posiblemente — la más triste de
las frases en lengua castellana.
— Eviten la llegada de españoles.
LOS MUCHACHOS
Muitos anos depois, os poetas Miguel Márquez, Benedito Mieses,
Gonzalito Ramírez y Hermes Vargas formaban una algarabía em
afueras del cielo.
San Pedro, al escucharlos, corri imediatamente a abrirles la
puerta, con una extraña mezcla de preocupación e de alegría.
Volvió los ojos hacia Dios que lo obervaba sonriente y, agitando
las manos, exclamó:
— ¡Llegaron los muchachos!
ERROR
Mi computadora marca en rojo la palabra Bar, insinuando que
podría tratar-se de un error. Hay quienes creen efetivamente
que los bares son un error. Pero una amiga del bar La Esmeralda
me aseguró que la única diferencia que existe entre un bar e uma
catedral es la pasión de sus fieles.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ARGUEDAS
Nunca presenciei dor maior do que a do escritor peruano José
María Arguedas. Todos sabiam que ia suicidar-se, mas não podiam
evitar. Um dia uns amigos mais íntimos atreveram-se a conversar
com ele sobre o tema.
— Arguedas, que podemos fazer para que não te mates?
— perguntaram os amigos.
E Arguedas respondeu com — possivelmente — a mais triste
das frases em língua castelhana:
— Evitem a chegada dos espanhóis.
OS RAPAZES
Muitos anos depois, os poetas Miguel Márquez, Benito Mieses,
Gonzalito Ramírez e Hermes Vargas provocavam uma algazarra
nas proximidades do céu.
São Pedro, ao escutá-los, correu imediatamente para abrir a porta,
com uma estranha mescla de preocupação e alegria. Voltou-se para
o olhar de Deus que o observava sorridente e, agitando as mãos,
exclamou:
— Chegaram os rapazes!
ERROR
Meu computador assinala em vermelho a palavra Bar, insinuando
que poderia tratar-se de um erro. Alguns creem efetivamente que
os bares são um erro. Mas uma amiga do bar A Esmeralda garantiu-
me que a única diferença que existe entre um bar e uma catedral
é paixão de seus fiéis.
Página publicada em maio de 2017