ANTONIA PALACIOS
( 1904- 2001 )
Antonia Palacios Caspers nació en Caracas, Venezuela el 13 de mayo de 1904. Hija del ingeniero Andrés Palacios, descendiente directo de Bonifacio Palacios, tío del Libertador Simón Bolívar; e Isabel Caspers, sobrina de Ezequiel Zamora. Hermana del escritor Inocente Palacios.
Contrajo nupcias con el escritor y publicista Carlos Eduardo Frías Pacheco, fundador años más tarde de ARS Publicidad (1938). El matrimonio tuvo 2 hijos: Fernán y María Antonia, prodigio en el piano.
En 1934 Élite de Caracas publicó su primer texto, revista dirigida por su esposo.
Viajó a Europa y a los Estados Unidos de Norteamérica. Luego se residenció un tiempo en Francia. En el país galo estudió en la Sorbona.
En 1939 comenzó a escribir con regularidad en el diario Ahora.
Autora de los siguientes libros: Ana Isabel, una niña decente (1944), Viaje al frailejón (1955), Los pasos de la lluvia ( cuento, 1955), Crónica de las horas (1964), Los insulares (1972), Textos del desalojo (poemario, 1977),Hondo temblor de lo secreto (1980), Una plaza ocupando un espacio desconcertante (1981), La piedra y el espejo (1985), Ese oscuro animal de sueño (1988), Ficciones y aflicciones (1989) y Largo viento de memorias (1989).
Ejerció un cargo en la secretaría de la Agrupación Cultural Femenina en 1939 y al siguiente presidió el Primer Congreso Venezolano de Mujeres, fue la Coordinadora del Taller de Narrativa del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) en 1977 y además fundó el taller literario, Hojas de Calicanto en 1978, dirigiendo la revista homónima hasta 1985.
Madre dedicada, por la carrera como pianista de su hija María Antonia, pasó con ella temporadas en Nueva York, EE.UU. En 1957 ambas estuvieron en Roma y Viena. Lamentablemente María enfermó y falleció a causa de la diábetes Mellitus I, dolor que nunca superó.
Galardonada con los siguientes premios: Segundo lugar en el concurso de cuetos de el diario El Nacional en los años 50, Nacional de Literatura (1976) convirtiéndose en la primera mujer venezolana en recibirlo y el municipal de literatura (1982).
La escritora, poetisa, ensayista Antonia Palacios Caspers falleció en su quinta Calicanto, en la Urb. Altamira, Caracas el 13 de marzo de 2001.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
En este lugar la sombra encuentra su anhelado refugio. Aquí las cosas tienen ocultas señales y todo parece hecho para el tacto de una mano vaciada de deseos Es un sitio que los sueños esquivan y ya en él no se escucha aquella voz siempre en resguardo salmodiando en lo alto. Es un lugar que guarda remotos signos de tiempos vencidos y está siempre replegando sus bordes, defendiendo su ojo abierto con un inmenso párpado nocturno.
¿Ves cómo se alza la memoria? Bajo esta lluvia persistente hay unos ojos fijos develando el olvido. Mira cómo avanza la marea. Contempla sus abiertos remolinos y mira el pez que sube y toca espuma. Ven a sentarte en el lugar de entonces. Ven a mirar el tiempo que comienza a decrecer. Ven conmigo a esperar que llegue la resaca.
Retírate. Retírate hacia adentro. Un poco más allá, más hacia adentro. Empuja hasta tocar el borde. Respira fuerte. Exhala el aire reprimido en tu aliento. No te detengas. Aprende a caminar de espaldar. Deja tu frente al descubierto. Si te hieren haz que tu cuerpo salte, se sacuda la sangre, el polvo oscuro. No dejes que la luz te encandile. Cierra los párpados y mira lo que irradia la tiniebla. Lleva contigo tu desfallecida palabra, tu naciente canto. Inaugura tu voz en lo más hondo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
Neste lugar a sombra encontra seu almejado refúgio. Aqui as coisas têm ocultos sinais e tudo parece feito para o tato de uma mão esvaziada de desejos. É um lugar que os sonhos evitam e já nele se escuta aquela voz sempre em resguardo salmodiando no alto. É um lugar que guarda remotos signos de tempos vencidos e está sempre reordenando suas margens, defendendo seu olho aberto com uma imensa pálpebra noturna.
Vês como se levanta a memória? Debaixo desta chuva persistente existem uns olhos fixos desvendando o esquecimento. Olha como avança a maré. Contempla seus abertos redemoinhos e olha o peixe que sobe e toca a espuma. Vem sentar no lugar de então. Vem olhar o tempo que começa a decrescer. Vem comigo espera pela ressaca.
Saia daqui. Vai para dentro. Um pouco mais pra lá, mais pra dentro. Empurra até tocar a beirada. Respira fundo. Exala o ar reprimido de teu alento. Não pare. Aprenda a caminha de costas. Deixa tua fronte descoberta. Se te ferem faz com que teu corpo salte, sacuda o sangue, o pó escuro. Não deixe que a luz te ofusque. Fecha as pálpebras e olha o que as trevas irradiam. Leva contigo tua desfalecida palavra, teu canto nascente. Inaugura tua voz no mais profundo.
Página publicada em novembro de 2017
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