MILTON SCHINCA
(1926-2012)
Milton Schinca (Montevideo, 15 de junio de 1926 - Ib., 21 de mayo de 2012) fue un dramaturgo y escritor uruguayo, cuya obra abarca poesía, narrativa y crónicas históricas. Asimismo se desempeñó como docente y como periodista en distintos medios escritos y radiales.
Desde 1947 estuvo vinculado al teatro, logrando estrenar su primera obra como dramaturgo en 1956. La misma, llamada Sancho Panza, Gobernador de Barataria fue una teatralización de un episodio del Quijote. A partir de ese estreno, se sucedieron más de 15 obras de teatro, entre las que se cuentan Boulevard Sarandí (monólogo sobre la vida de Roberto de las Carreras), Delmira (sobre la vida de Delmira Agustini), Bernardina de Rivera, Chau, todo y Guay, Uruguay! entre otras. Esta última obtuvo el premio Florencio de la Crítica Teatral Uruguaya en 1971. Además de Uruguay, varias de sus obras teatrales fueron representadas en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Italia y España.
Curso estudios en la Facultad de Derecho, aunque la abandonó para concentrarse únicamente a la literatura, a la cual se dedicó en forma autodidacta.
Paralelamente a su actividad teatral, comenzó a publicar libros de poemas, comenzando por De la aventura en 1961. Posteriormente editaría Mundo cuestionado" (1964), Poemas Sex (1969) y Cambiar la vida (1970) entre otros, totalizando más de 10 libros.
En 1971 el sello discográfico Ayuí / Tacuabé, creado ese mismo año, editó un disco que contenía poemas de Schinca recitados por él mismo extraídos de sus libros Poemas Sex y ¡Cambiá, Uruguay!.
En 1976 comenzó, primero por radio, y luego a través de la edición de libros, de su obra Boulevard Sarandí (Memoria anecdótica de Montevideo), donde recorre la historia de la capital uruguaya a través de anécdotas. Esta obra abarca cinco tomos y tiene en su haber varias ediciones.
Tuvo una extensa trayectoria en el periodismo radial, el cual ejerció en varias emisoras. Algunas de las notas emitidas en Radio Sarandí fueron publicadas en 1992 bajo el título de Juegos en la 8. Por otra parte, también practicó el periodismo escrito en medios como Marcha, Brecha y La República, y contribuyó con críticas teatrales en diarios y semanarios como Acción, Época, Marcha y Brecha.
En 1980 se trasladó a México y se radicó en Cuernavaca, donde permaneció hasta 1984, año de su regreso definitivo a Uruguay. A partir de esa fecha retomó sus actividades periodísticas y literarias. Asimismo dictó un curso titulado «Para iniciarse en la escritura literaria».
Entre 1985 y 1986 dirigió la serie de fascículos de publicación quincenal Bases de Nuestro Tiempo. Cada uno de los tomos fue escrito por profesores, ensayistas e investigadores especializados en economía, historia, sociología, religión o filosofía, con distintas posiciones ideológicas, pero que coincidían en hacer una lectura crítica del capitalismo, buscando alternativas que consideraban «más justas y progresistas».
En el año 2006, al cumplir 80 años, fue homenajeado en el paraninfo de la Universidad de la República, ocasión que fue aprovechada para que el director de la Biblioteca Nacional, Tomás de Mattos, presentara el último libro de Schinca, Religaciones 2 - Paraísos y celebraciones.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
MEDITEN FRENTE A ESPLENDORES DE UNA ÚNICA FLOR
Renuevo el fatigado prestigio de la rosa
y ante su desnudez recuperada exclamo:
rosa deseada largamente, preparada por siglos
de proponerse ciertos hombres descifrar cómo sería
la imagen de este universo que se ama
si pudiera encarnarse en una estructura leve.
Rosa pues levantada
a tenue culminación del mundo, a iluminado símbolo
de lo exterior que sin embargo
habla con inequívoco dulzor nuestra lengua vigente,
se alza como rigurosa hasta una estatura
que nuestras manos pasajeras
en su escala pueden, conmovidas, alcanzar.
Entonces éste es el rostro de lo real, amistoso;
ésa la justa proporción de tamaños y tiempos
entre el hombre y el no hombre. No somos
más débiles que lo débil, más efímeros
que lo efímero; más bien amos
en un jardín donde gloriosas constelaciones aroman.
Alguien mentará lo caedizo de todo símbolo,
la liviandad de una metáfora si se implanta
en figuraciones abonadas desde antiguo.
Respondo:
como resultado de un sabio amor la rosa
atestigua nuestra oscura naturaleza en tanto niega
la declinación, la desmiente cuando esplendiendo
nos induce a lo perecedero.
TE CAÍSTE DE LA LUZ...
Te caíste de la luz y qué pura materia apareciste.
De qué poder juicioso está compuesto el mundo
vista esa ley de que todo no se parezca a nada
pero tu desnudez sí se parezca a todo,
esa piel tuya tiene algo extremo, no me digas qué,
sospecho que la alegría primera toda junta,
la liviandad del mundo que se estrena
con todas sus potencias, y así me lo dijiste
en un idioma adánico sin trabas y tan inteligible
que sólo cabía besarte y multiplicarte
porque era la época antes de todo misterio,
el período evidentísimo
en que faltaba fabricar el antes y tú allí
con tanta gracia original,
todavía sin conciencia pero con cuánta
calidad nativa
reinando pura piel, el puro río,
la mismísima transparencia de ser antes de ser,
Y así quedaste hasta el hoy de mi llegada
mando caíste de la luz qué justo
pues yo irumpía postandolas tijeras candentes,
las semillas frenéticas, el empuje trozador.
Y qué pura materia apareciste,
y que puro materio respondi,
y yo sentí uma carreta de años llegar hasta nosotros
algo sólido a cumplirse por debajo de la historia,
y te penetre a golpes de siglos felicíssimos
y sé que nunca más, nunca más, edades tras edades,
podrá ser más fecundo lo fecundo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
MEDITEM DIANTE DE ESPLENDORES DE UMA ÚNICA FLOR
Renovo o fatigado prestígio da rosa
e ante sua nudez recuperada exclamo:
Rosa desejada amplamente, preparada por séculos
de certos homens proporem decifrar como seria
a imagem deste universos que amamos
se pudessem encarnar numa estrutura leve.
Rosa então elevada
a uma tênue elevação o mundo, a um iluminado símbolo
do exterior que no entanto
fala com inequívoca doçura nossa língua vigente,
alçada como rigorosa até uma estatura
que nossas mãos passageiras
em sua escala pode, comovidas, alcançar.
Então este é o rosto do real, amistoso;
essa a justa proporção de tamanhos e tempos
entre o homem e o não homem. Não somos
mais débeis que o débil, mas efêmeros
que efêmero; mais bem amos
em um jardim onde gloriosas constelações aromam.
Alguém pensará o insustentável de todo símbolo,
a levez de uma metáfora se implantada
em figurações abonada desde sempre.
Respondo:
como resultado de um sábio amor a rosa
testa nossa escura natureza enquanto nega
a declinação, e a desmente quando esplendendo
nos induz ao perecível.
CAISTE DA LUZ...
Caíste da luz e que pura matéria apareceste!
De que poder judicioso está composto o mundo
vista esa lei de que tudo não assemelhe a nada
mas tua nudez sim assemelha a tudo,
essa tua pele tem algo extremo, não me digas o quê,
suspeito que a alegria primeira toda junta,
a leveza do mundo que estreia
com todas as potências, e assim me disseste
em um idioma de Adão sem travas e tão inteligível
que apenas cabia beijar-te e multiplicar-te
porque era a época antes de todo mistério,
o período evidentíssimo
em faltava produzir o antes e tu ali
com tanta graça original,
ainda sem consciência mas com tanta
qualidade nativa
reinando puro mel, o puro rio,
a mesmíssima transparência de ser antes de ser.
E assim ficaste até o hoje de minha chegada
quando caiste da luz que justo
pois já irrompia colocando tesouras candentes,
as sementes frenéticas, o empurrão rompedor.
E que pura matéria apareceste,
e que puro materio respondi,
e eu senti uma carreta de anos chegar até nós
algo sólido a cumprir-se por debaixo da história,
e te penetre a golpes de séculos felicíssimos
e sei que nunca mais, nunca mais, idades pós idades,
poderá ser mais fecundo o fecundo.
Página publicada em setembro de 2017
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