POESIA PERUANA
Coordinación: Jorge Alania - jorgealania@terra.com.pe
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Fuente: www.librosperuanos.com
ROSELLA DI PAOLO
Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es profesora del curso Análisis del Discurso Literario, en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), y ha sido profesora del Taller de Creación Literaria en la Facultad de Literatura de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha estado a cargo de Talleres de Creación Literaria en la Casa José Carlos Mariátegui, Corriente Alterna, Museo de Arte, Casa de Poesía Eguren, y como escritora invitada en la Escuela de Escritura Creativa en el Centro Cultural de la Universidad Católica.
Ha publicado cuatro libros de poesía, y se la ubica dentro de la Generación del 80:
Prueba de galera (Lima: Antares, 1985); Continuidad de los cuadros (Lima: Antares, 1988), Piel alzada (Lima: Colmillo Blanco, 1993); Tablillas de San Lázaro (Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001)
Fuente: http://www.chile-poesia.cl/poetas/dipaolo/index.html
“(...) la poeta intenta además una reflexión sobre el “deseo libertador”, sobre el viejo tópico del “amor tirano”, y sobre la turbulências de las relaciones de pareja”. (...) “El cuerpo aparece aqui como indagación de la interioridad, fuente de conocimiento y de reconocimiento de una misma, motivo de reencuentro con esa parte de si misma de la que la vida la teine separada”. “El cuerpo aparece como una totalidad indivisible en la cual fusionan matéria y espíritu; una totalidad de la cual depende nuestra propia existência” (...). ROLAND FORGUES
TEXTOS EM ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
SAL SI PUEDES II
Vivo en la casa de la poesia.
Subo despacoio sus escaleras
y también, saltando, las bajo.
Me siento en la silla de la poesía,
duermo em su cama, como em su plato.
La poesía tiene ventanas
por donde se deja caer
mañanas y tardes,
y bien me cuelga una lágrima
bien sopla hasta tumbarla / Com esto
quiero decir que trae
curitas y heridas
em la misma canasta.
Yo quiero tanto a la poesía que a veces creo
que no la quiero /Ella me mira,
mueve la cabeza y sigue tejiendo
poesía.
Como siempre, me quedará grande.
Pero cómo decirle / cómo decirle
Quiero salir / quiero freír
Honestamente mis aspárragos...
Ya lo veo alcanzándome
con su botella de aceite
y su loca sartén.
Ya la veo,
con su atadito de aspárragos
saliéndole de la manga.
Ah su frescura / su fulgor desordenado
y el demorado compás com que me cerca.
Y yo me rindo / me rindo siempre porque vivo
en la casa de la poesía / porque subo
las escaleras de la poesía
y porque también las bajo.
VIETATO
Cierro puertas
y ventanas
de mi casa
como un puño
en mitad
de la calle
mi casa cerrada
mi boca cerrada
nadie sabra
que estuviste aqui
desordenando
los papeles de mi mesa
los dedos de mi mano
mi corazón
ya por fin cerrado.
EL CUERPO DONDE HABITO
II
En los brazos de mi cuerpo estoy
em sus pies me alzo y ando.
De mi cuerpo soy hija única
y en su piel me submerjo entera.
Sin mi cuerpo no hay voz
ni mi voz ni tu voz
sin las orejas de mi cuerpo
ni tu cuerpo sin los ojos del mio
sin sus manos.
Me ama este cuerpo que yo habito
Me abre sus ventanas y me teje
y desteje cada día que me asomo.
Es mi cuerpo quien fabrica las palabras
la conciencia de estar / de ser aqui
porque él lo quiere
y si no lo quiere entonces nada
de nada.
La estaca
soy yo
la que corre y suena sus rótulas
la que pela sus dientes
la que trepa asustada por tu tronco
la que pregunta y vuelve a bajar
porque no hay nadie entre el follaje no hay nadie
soy yo la nerviosa ardilla que huye
a rondar otra estaca otro afán
otro imposible
Cuánto más puede un párpado
o convertido en agua aquí llorando.
Garcilaso
¿Cuánto más puede un párpado, dos,
contener el mar que trabaja en mi cabeza?
Es difícil la membrana o el deseo
de poner las aguas en su sitio.
Viene tu boca azul en una ola, vienen los frescos
brazos, tu cuerpo entero.
Todo lo que amo me alcanza y me sumerge.
Con el párpado y tu voz en su borde todavía
¿Cuánto más puede el párpado, los dos,
contener el mar por donde avanzas
corriente hacia el olvido?
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
SAI SE PODES
Vivo na casa da poesia.
Subo devagar suas escadas
e também, saltando, desço.
Sento na cadeira da poesia,
durmo em seu leito, como em seu prato.
A poesia tem janelas
por onde despencam
manhãs e tardes,
e assim me desprende uma lágrima,
assim sopra até que caia / Com isso
quero dizer que traz
curativos e feridas
na mesma canastra.
Eu aprecio tanto a poesia que às vezes creio
que não a quero / Ela me olha,
move a cabeça e segue tecendo
poesia.
Como sempre, resultará enorme.
Mas como dizer-lhe /como dizer-lhe
quero sair / quero fitar
honestamente meus aspargos...
Eu a vejo alcançando-me
com sua lata de azeite
e sua louca frigideira.
Eu a vejo,
Com mexido de aspargos
saindo da manga.
Ah sua frescura / seu fulgor desordenado
e o demorado compasso com que me acossa.
E eu me rendo / me rendo sempre porque vivo
na residência da poesia / porque subo
as escadas da poesia
e porque também desço.
VIETATO
Fecho portas
e janelas
de minha casa
como um punho
na metade
da rua
minha casa fechada
minha boca fechada
ninguém saberá
que estiveste aqui
desarrumando
os papéis na minha mesa
meu coração
finalmente fechado.
O CORPO QUE HABITO
II
Nos braços de meu corpo
em seus pés me alço e ando.
De meu corpo sou filha única
e em sua pele submerjo inteira.
Sem meu corpo não há voz
nem minha voz nem tua voz
sem as orelhas de meu corpo
nem teu corpo sem os olhos do meu
sem suas mãos.
Me ama este corpo que eu habito
abre as janelas e me tece
e destece cada dia em que assomo.
É meu corpo que fabrica as palavrs
a consciência de estar / de ser aqui
porque ele assim quer
e se não quer então nada
de nada.
BARATARIA Revista de Poesia. Ano 9 Número 21. Director Mario Sampaolesi. Buenos Aires: Fondo Cultura Cultura BA, Junio 2008. ISSN 1668-1460 Ex. bibl. de Antonio Miranda
A estaca
sou eu
a que corre e soa seus joelhos
a que pela seus dentes
a que trepa assustada por teu tronco
a que pergunta e volta a descer
porque não tem ninguém entre a folhagem não tem
ninguém
sou eu o nervoso roedor que foge
a rondar outro tronco outro afã
outra impossível folhagem que responda
Quanto mais pode uma pálpebra
ou convertido em água aqui chorando.
Garcilaso
Quanto mais pode uma pálpebra, duas,
conter o mar que trabalha em minha cabeça?
É difícil a membrana ou o desejo
de colocar as águas em seu lugar.
Vem tua boca azul numa onda, vêm os frescos
braços, teu corpo inteiro.
Tudo o que amo me alcança e me mergulha.
Com a pálpebra e tua voz em sua beirada ainda
Quanto maios pode a pálpebra, as duas,
conter o mar por onde avanças
corrente para o esquecido?
*
Página ampliada e republicada em março de 2023
Página publicada em outubro de 2007
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