HIPÓLITO SÁNCHEZ QUELL
(1907 – 1986)
Periodista, historiador, poeta y ensayista.
Nació un una casa colonial, de la calle Azara casi esquina Antequera, del barrio San Roque, en Asunción del Paraguay, el 25 de abril de 1907. El Dr. H. Sánchez Quell fué Profesor Titular de Historia Diplomática del Paraguay en la Universidad Nacional de Asunción, cátedra que ejerció durante 25 años.-
Lleva publicados 17 libros sobre Historia, Sociología, Crítica, Viajes y Poesía.-
Fue Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay. Fue Embajador del Paraguay en México, Naciones Unidas, Río de Janeiro y París.
ELOGIO DE LA CALLE SACCARELLO
Tortuosa calleja, orillada de árboles
que a los ojos dan sombra y acarician al alma:
tienes, como tu ycuá*, la gracia ingênua y fresca
de las cosas humildes.
Y un no sé qué de feminina, oh! calle Palma
del subúrbio… ¿Vidrieras consteladas de joyas?
No, ni falta que te hacen. Tú, dichosa ríes
en la cordialidade de tus macetas, mientras
te alumbran em las noches los eternos letreiros
luminosos del cielo.
En una esquina gira loca la calesita
(añoranzas de infancia giran en el recuerdo…)
Atardece: los chicos se aleja del baldío
que poblaron de gritos floridos todo el día.
— Baldío suburbano, donde amalgamaron
el ajetreo urbano y la quietude del campo. —
Largo a largo en la tarde se ha tendido el silencio…
Preludiando las nuevas del celuloide el “Cine
Progreso”se engalana de carteles chillones.
— También el barrio tiene sus finas preferencias:
adora a Mary Pickford por sus bucles de oro
y a Douglas por sus saltos.—
…Calle Sacarello, la de las tardes claras
y los silêncios hondos: que entre tus fraternas
hileras de esmeralda, ahuyentando la pena,
dance eterna la dicha!
*ycuá: manancial, en guarany.
ELOGIO DA RUA SACCARELLO
Rua tortuosa, marginada por árvores
que aos olhos dão sombra e acariciam a alma:
tens, como manancial, a graça ingênua e fresca
das coisas humildes.
Um não-sei-que de feminina, oh! rua Palma
do subúrbio… Vidraças consteladas de joias?
Não, falta não fazem. Tu, ditosa ris
na cordialidade de tuas floreiras, enquanto
te iluminam pelas noites os eternos letreiros
luminosos do céu.
Numa esquina roda louco o velocípede
(lembranças de infância giram na recordação…)
Entardece: os meninos saem do baldio
que povoaram de gritos floridos todo o dia.
— Baldio suburbano, onde se amalgamaram
a balbúrdia urbana e a quietude do campo.—
Por toda parte, na tarde, o silêncio estendeu-se.
Preludiando as novidades do celuloide do “Cine
Progreso” que se enfeita de cartazes espalhafatosos.
— Também o bairro tem suas finas preferências:
adora Mary Pickford por seus cachos de ouro
e Douglas por seus saltos.—
… Rua Saccarello, a das tardes claras
e dos silêncios profundos: que entre tuas duas fraternas
fileiras de esmeralda, afugentando a pena,
dance eterna a ventura!
Tradução: Antonio Miranda
Página publicada em dezembro de 2016.