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GLADYS CARMAGNOLA
nació en Guarambaré, Paraguay (1939). Escribe desde la adolescencia y su primer libro se lanzó en 1965. Publicó veinte títulos, entre los cuales Ojitos negros (1965), Navidad (1966), Piolín (1979), Igual que en las capueras (1989), Territorio esmeralda (1997), Río blanco y antiguo (2002) y Paseo al zoológico (2003). Entre los varios títulos que ha recibido están: Premio de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami (1985), Premio del Ateneo de Cultura Popular de Córdoba, España (1989), Premio Municipal de Literatura (1996) y Mención de Honor del Premio Nacional de Literatura (1995). Es cofundadora de la Sociedad de Escritores de Paraguay y de Escritoras Paraguayas Asociadas.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
ESPERA
Viene la Cruz del Sur a nuestra cita
cada noche, invariable.
¿En dónde estás? ¿Qué órbita navegas
que no te han visto por ninguna parte?
¿Cuál es tu ruta? ¿La velocidad
se mide en años luz, o eso era antes?
Hace ya tanto tiempo
practico la costumbre de esperarte.
Mientras, la Cruz del Sur
simula acompañarme.
(¡Quién sabe dónde está
cumpliendo su misión infatigable!)
Cada vez que la miro
siento aquí, en el torrente de mi sangre,
como una invalidez
irremediable.
No llegues, por favor,
demasiado tarde.
CUESTIÓN DE GEOGRAFÍA
Lo repetía mi hermano:
El amor es cuestión de mera y simple geografía.
Y debo reconocer que estas palabras
en apariencia ridículas
son
la verdad más legítima.
El ser humano que somos
gesticula, sueña, grita,
y depende de los pasos
más, o menos, que camina:
de una muralla, un portón,
un arroyo, una colina.
Nuestro mundo, aunque parezca quietecito,
gira y gira.
El hombre de ciencia busca;
a los abismos del cosmos se apeligra;
se acoda sobre el brocal del mundo
y allí investiga.
Lo que ignora, se lo calla;
y lo demás, lo publica.
Se extasía ante la imponente maravilla
que ama porque conoce,
y más, porque la imagina.
¿Y a amar sólo cuanto ponen a tu vista
sin protestar te resignas?
Pues, se diría que no
a juzgar por la frecuencia
con que tornas y retornas
y escarbas y recuperas tu voz de la hojarasca a la poesía
—dar y darse, y recibir amor:
Sí. Claro:
como decía mi hermano:
cuestión de mera y simple geografía—.
CONFESIÓN
Sí.
Yo llamé a tu puerta día tras día
y mendigué cuanto pudieras darme
—como una pordiosera—.
¿Por qué hablo en pasado?
Todavía
tiendo mi mano a ti cuando la tarde
disimula mi angustia y mi vergüenza.
Te amo más que nunca
y tu avaricia me duele siempre igual;
pero dejarte,
yo,
Poesía,
¿dejarte?
¡Muerta!
Extraídos de la Revista de Poesía PROMETEO, nos. 81-82, 2008.
Memorias del XVIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ESPERA
Vem o Cruzeiro do Sul ao nosso encontro
cada noite, invariável.
Onde estás? Que órbita navegas
que não te viram em parte alguma?
Qual é a tua rota? A velocidade
se mede em anos-luz, ou era assim antes?
Já faz tempo
que tenho o costume de te esperar.
Entretanto, o Cruzeiro do Sul
finge acompanhar-me.
(Quem sabe onde está
cumprindo sua missão incansável?)
Sempre que o fito
sinto aqui, na torrente de meu sangue,
como uma invalidez
irremediável.
Não venhas, por favor,
tarde demais.
QUESTÃO DE GEOGRAFIA
Meu irmão repetia:
O amor é uma questão de mera e simples geografia.
E devo reconhecer que estas palavras
aparentemente ridículas
são
a verdade mais legítima.
O ser humano que somos,
gesticula, sonha, grita,
e depende dos passos
mais, ou menos, que caminha:
de uma muralha, um portão,
um arroio, uma colina.
Nosso mundo, embora pareça tranqüilo,
gira e gira.
O homem de ciência busca:
aos perigos do cosmo se arrisca:
se acomoda sobre o parapeito do mundo
e ali pesquisa.
O que ignora, desconsidera:
e tudo o mais, publica.
Se extasia Diane da imponente
majestosa maravilha
que ama porque conhece,
e mais, porque imagina.
E a amar quanto te apresentam
sem protestas te resignas?
Pois, diremos que não
a julgar pela freqüência
com que voltas e revoltas
e cavas e recuperas tua voz do vendaval à poesia
—dar e dar-se, e receber amor:
Sim. Claro:
como dizia meu irmão:
Questão de mera e simples geografia—.
CONFISSÃO
Sim.
Eu bati em tua porta dia após dia
E mendiguei quanto pudesses me dar
—como uma pedinte—.
Por que falo em passado?
estendo minha mão para ti quando a tarde
dissimula minha angústia eminha vergonha.
Te amo mais que nunca
e tua avareza me dói sempre;
mas deixar-te,
eu,
Poesia,
Deixar-te?
Nem morta!
Página publicada em julho de 2008
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