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JAVIER ALVARADO
Javier Alvarado A. (Santiago de Veraguas, Panamá, 28 de agosto de 1982). Hizo sus estudios de bachillerato en el colegio Panama School y después obtiene el titulo de Licenciado en Lengua y Literatura Españolas en la Universidad de Panamá en el año 2005. Su obra ha merecido el reconocimiento de poetas continentales como Thelma Nava de México quien ha dicho: "En Javier Alvarado encontramos a un poeta de una voz muy singular que despliega ante nosotros los mapas de su espíritu" así como también la aparición de sus poemas en varias antologías de Poesía Hispanoamericana. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño en los años 2000, 2004 y 2007; Premio de Poesía Pablo Neruda 2004; y Premio de Poesía Stella Sierra en el 2007. Con motivo del Premio Neruda se realiza un documental sobre su vida y su obra y así como un viaje a recorrer por Chile las casas del Premio Nobel chileno.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
12
Materialmente te descubro,
abstractamente te pienso.
Te doblo a secas, te dibujo en mi cuerpo
con la sangre absorta de los antiguos colibries.
Te bajo de la montaña con una flor inmaculada en la
mano
lejos de las trémulas e inexhaustas expresiones
— violento terremoto del ser —
te bebo en el río que lleva el ansia del loto
por despedazarse fálicamente en los arados de la tierra,
te vuelvo a encontrar
asoleada en los hemisferios de rnis terribles paralelos
descubriéndote entera
y penetrando libremente
en tu vasta e impoluta geografía.
24
En ti fue un pueblo, una vela apagada por tus estériles
soplos,
la vida me conjugó y supe ser el racimo de luz
mientras la luna mordía manzanas
y el río atrapaba quesos en su centro.
Carninos de hormiga te vi recorrer en horas de siesta,
poblándose mi llave con el polen de tus puertas;
hollando mi destino
en tu selva coronada de semen, de vinos y de hierbas.
ALVARADO, Javier. Antología del archipiélago de las perlas. San José, Costa Rica: Fundación Casa de Poesía, 2016. 88 p. 13,3x21,5 cm. Diseño de la portada: Érika Hernández. ISBN 978-9968-675-85-7
PARA HACER EL AMOR EM PONELOYA
Para hacer el amor debe evitarse un sol muy flerte sobre los
ojos de la muchacha, tampoco es buena la sombra si el lomo
del amante se achicharra para hacer el amor.
ANTONIO CISNEROS, Tercer Movimiento
No hay nada mejor que hacer el amor en Poneloya
Para llegar es necessario comer um gallo pinto,
Inquirir em el techo hasta encontrar esa ambrosía
que irradia la pitahaya,
(El puñado de pétalos que fundan unaboca uma
lengua unos pezones
Hasta decirse templo). El jugo de fruta es el mejor
afrodisíaco,
Sobre todo si se quiere descifrar el deseo
en los ojos de la doncella. Esa primera y última
imagen de tu cuerpo entrándome de a poco.
Celebro la sal. Celebro el agua; ahora que soy
inagotable, que soy um rompeolas
Con es certeza de la rotación o del naufragio;
girándonos para vernos en la refracción
de la luz,
Exprimiendo el fuego de la pulpa, siendo entre los
dedos el mejor lubricante, si la carne no se abre,
Como la aldaba ante la ejecución de la mano,
com um fondo de ultramar o de marimba.
No importa si el lecho marino es áspero o suave.
Uno de los amantes presidirá escarbar un lecho hondo
Para residir entre los caracoles y las tenazas lascivas
del cangrejo.
Algunos más austeros sentirán blandas
Los caparazones húmedos de Las Peñitas;
Pero no emprendas la marcha
Ni el susto
Si te sorprende la acusació de una ola en la
Peña del Tigre.
Es preciso caminhar por la orilla e ir dejando la ropa
excitada por descuido.
Nadie puede evitar el sol de la costa y que esta
vez lastime el lomo
De algún amante
Dispuesto a desovar como los peces.
Hay que hacer el amor en todas las playas del mundo
Y dejar que los sexos se ahoguen y respiren
En ese diluvio genital y planetario.
Ven a este mar y húndete.
Escribe tu Manuel de instrucciones
Y haz el amor en Poneloya.
ALVARADO, Javier. Viaje solar de un tren hacia la noche de Matachín (La eternidade a lomo de tren). Managua, Nicaragua: 400 Elefantes, 2017. 43 p. 14x21,5 cm. Fotografía de la solapa: Marta Leonor Gonzálaez. “Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2012”.
LAS AUSENCIAS SALVAJES
Nos levantamos con la noche escapada e ela caja de viento.
JOHN ASHBERRY
Yo no puedo amordazar las hojas que acontecen en el patio
Bajo ese designio del sol y la lluvia permamentes.
Hay algo que mastico dentro de mí como um muro de ahorcados,
Rememorando esas escenas donde se fraguaron calamos de aire
Donde siguen revoloteando las historias
mientras repico el cuero mientreas repico el cuero mientras
repico el cuero
Y mis manos se vuelven A---V---E---S
Sobre la piel sanguinolenta de la cajá de viento
Mientras estamos solos en esta tierra que crece como una
fruta de color compacto,
ignorando la bóveda agrietada, el cuchillo que pendulea en la
momificación de la carne.
La semilla estruja entonces el cántico de los jardines celestes,
Las metáforas cuelgan de las plumas de las águilas
Como una furiosa entrepierna que se abre caminho, como una
iguana que encuentra su sendero en la corteza
Como un orgasmo concebido en los surcos, como un gesto de
osadía y aprehensión
En el crecimiento espiritual, en la cruci-ficción de las estrelas
donde la sangre dictamina su posición y evangelio,
donde estas rocas me lapidan sin conmiseración ni sonido;
Multiplicándose a sí mismas con esta sensibilidade en la que aislo,
como un capullo orquestrado en la combustión de la imagen,
colmando la pureza de la muerte. (Ese sitio donde sólo
hay huesos, donde sólo hay banderas)
Es más que este designio de mirar las aguas divididas, dispuestas
en el Canal.
Mas que el recuerdo de la nieve y de las locomotoras que
versifican
Con su riel fantasma, ahora que estamos aquí. ¿Dónde están
sus huellas
Sus esponsales, sus cuencas determinadas hacia el cielo de outra
prontitud?
¿Dónde está la guia de ferrocarriles ahora que arden los vagones
energúmenos del tren?
Algún deseo permanecerá gravitando, así en el aire, aquí en el
istmo de Panamá y en sus otros istmos;
Así en el viento, así como cualquier vestigio de que leímos junto
a las aguas,
De que crecimos junto a alguna cicatrización, junto a alguna
música
Que nos retorne al reino de las ausencias salvajes, mientras un
animal vivo
Vuelve a habitar — otra vez — estas demências y ausencias,
golpeadas en el cuero.
ALVARADO, Javier. Carta natal al país de locos (Poeta en Escocia). 2ª. edición. México, DF: Ediciones El Duende, 2013. 166 p. 14x21 cm. ISBN 978-9962-00-894-1 Palabras preliminares de Jotamário Arbeláez. Mención de Honor - Premio de Poes~ia Casa de las Amércas 2010 Cuba; Finalista del Festiva de la Lira 2013, Ecuador.
EL DOLOR DE MI PADRE
Padre: unigénita ración de los festines
Uma cobija que nos suele comer y vaciar como los huevos
de los esturiones.
Una danza de las cerezas y el cólico menstrual que se nos
viene como látigo de hiena.
La mujer y sus temibles partos cuando contemplamos la sal
de otro equinoccio.
MIRO TU MUNDO E SE ENTREABRE
Miro este mundo y se entreabre
Están mi infancia y las cosas que se rompen
Un insecto color de ámbar que sacude
Las flores extraviadas de tu sexo
Donde puedo morder el musgo como los leños
Que guardan ángeles húmedos arco-íris passadas
Y restos de saliva que los duendes otorgaron
Para lamer el gozo
Y fijar puentes em tus pestanas de oro vivo.
Eclipsar la casa que amanhece
Y se va a caminhar por lejanas cordilleras
Y que vuelve a acostarse junto a nosotros
Después de una plática onde se cuajaron muchas noches
Muchos panes sin levadura que aún yacen
En el horno mágico de tu espalda y tu cintura
Encontro dos poetas JAVIER ALVARADO (Panamá) e ANTONIO MIRANDA (Brasil) durante o
XIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DA NICARAGUA, em Granada, fev. 2017.
VEA Y LEA MAS POEMAS Y POETAS DEL PANAMÁ EM
NUESTRO PORTAL DE POESÍA IBEROAMERICANA:
http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/panama/panama.html
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
12
Materialmente te descubro,
abstratamente te imagino.
Te dobro sem mais nada, te inscrevo em meu corpo
com o sangue absorto dos antigos colibris.
Te desço da montanha com uma flor imaculada na mão
longe das trêmulas e incansáveis expressões
— violento terremoto do ser —
te sorvo do rio que leva a ânsia do lótus
por despedaçar-se falicamente nos arados da terra,
volto a te encontrar
ao sol nos hemisférios de meus terríveis paralelos
descobrindo-te inteira
e penetrando livremente
em tua vasta e impoluta geografia.
24
Em ti foi uma vila, uma vela apagada por teus estéreis sopros<
a vida que me conjugou e soube ser a réstia de luz
enquanto a lua mordia maçãs
e o rio capturava queijos em seu centro.
Caminhos de formiga te vi correr nas horas da sesta,
povoando minha chave com o pólen de tuas portas;
calcando meu destino
em sua selva coroada de sêmen, de vinhos e de ervas.
De AQUÍ, TODO TU CUERPO ESCRITO, Prémio del Concurso de Poesía Gustavo Batita Cedeño 2004. (Panamá: Editorial Mariano Arosomena, 2005)
PARA FAZER O AMOR EM PONELOYA
Para fazer o amor devemos evitar um sol forte sobre os
olhos da moça, tampouco é bom sombra se as costas do
amante se queima, paa fazer o amor.
ANTONIO CISNEROS, Terceiro Movimento
Nada melhor do que fazer o amor em Poneloya
Para chegar lá é necessário comer arroz com feijão
Inquirir no teto até encontrar essa ambrosia
que irradia a pitaia,
(O punhado de pétalas que fundam uma boca
uma língua uns mamilos
Até dizermos templo. O suco de fruta é o melhor
afrodisíaco,
Principalmente se queremos decifrar o desejo
nos olhos da donzela. Essa primeira e última
imagem de teu corpo penetrando-me aos poucos.
Celebro o sal. Celebro a água; agora que sou
inesgotável, que sou um quebra-mar
Com essa certeza da rotação ou do naufrágio;
girando para ver-nos na refração da luz,
Exprimindo o fogo da polpa, sendo entre os dedos
o melhor lubrificante, se a carne não se abre,
Como a aldraba diante da execução da mão,
como um fundo de ultramar ou de marimba.
Não importa se o leite marinho é áspero ou suave.
Um dos amantes presidirá escarvar um leito fundo
Para viver entre os caracóis e as pinças lascivas
do caranguejo;
As carapaças úmidas de La Peñitas;
Mas não empreendas a marcha
Nem o susto
Se te surpreende a acusação de uma onda
na Peña del Trigo.
É preciso caminhar pela margem e ir deixando
a roupa excitada pela nudez.
Ninguém pode evitar o sol da costa e desta
vez lastime as costas
De algum amante}
Disposto a desovar como os peixes.
Devemos fazer o amor em todas as praias do mundo
E deixar que os sexos se afoguem e respirem
Nesse dilúvio genital e planetário.
Vem a este mar e afunda.
Escreve teu manual de instruções
e faça o amor em Poneloya.
AS AUSÊNCIAS SALVAGENS
Levantamos com a noite escapada da caixa de vento.
John Ashbey
Não posso amordaçar as folhas que acontecem no pátio.
Sob esse desígnio do sol e a chuva permanentes.
Há algo que mastigo dentro de mim com um muro de enforcados,
Rememorando essas cenas onde se forjaram calamos do ar
Onde seguem borboleteando as histórias
enquanto repico o couro enquanto repico o couro enquanto
repico o couro
E minhas mãos tornam-se A---V---E---S
Sobre a pele sanguinolenta da caixa de vento
Enquanto estamos sozinhos nesta terra que cresce como uma
fruta de cor compacta,
ignorando a abóboda fragmentada, a faca que pendula na
mumificação da carne.
A semente espreme então o cântico dos jardins celestes,
As metáforas penduradas das plumas das águias
Como uma furiosa entreperna que abre passagem
como uma iguana que encontra seu caminho na crosta
Como um orgasmo concebido nos sulcos, como um gesto de
ousadia e apreensão
No crescimento espiritual, na cruci-ficção das estrelas
onde o sangue determina sua posição e evangelho,
onde as rochas me lapidam sem comiseração nem som,
Multiplicando-se a si mesmas com esta sensibilidade
em que me asilo,
como um tolo orquestrado na combustão da imagem,
culminando na pureza da morte. (Esse lugar onde apenas
existem ossos, onde apenas existem bandeiras).
É mais que este desígnio de mirar as águas divididas, dispostas
no Canal.
Mais que a lembrança de neve e das locomotivas que versificam
Com seu trilho fantasma, agora que estamos aqui. Onde estão
as vestígios
Seus esponsais, suas órbitas determinadas até o céu de outra
prontidão?
Onde está o guia de ferrovias agora que ardem os vagões
energúmenos do trem?
Algum desejo ficará gravitando, assim no ar, aqui no istmo do
Panamá e em outros istmos;
Assim no vento, assim como qualquer vestígio que lemos junto
às águas,
Em que crescemos junto de alguma cicatrização, junto de
algum música
Que nos devolva ao reino das ausências selvagens,
enquanto um animal vivo
Volta a habitar — outra vez — esta demências e ausências
golpeadas no couro.
A DOR DE MEU PAI
Pai: unigênita ração dos festins
Um cobertor que costuma comer e esvaziar como os ovos dos
esturjões.
Uma dança das cerejas e a cólica menstrual que nos vem como
látego de hiena
A mulher e seus terríveis partos quando contemplamos o sol
de outro equinócio.
VEJO TEU MUNDO E ENTREABRE
Olho este mundo e se entreabre
Estão a minha infância e as coisas que se rompem
Um inseto cor de âmbar que acontece
As flores extraviadas de teu sexo
Onde posso morder o musgo como os lenhos
Que guardam anjos úmidos, arco-íris passados
E restos de saliva que os duendes outorgam
Para lamber o gozo
E fixar pontes em tuas pestanas de ouro vivo.
Eclipsar a casa que amanhece
E aqui vai caminhar por distantes cordilheiras
E que volta a deitar-se conosco
Depois de uma prática onde coagulam muitas noites
Muitos pães sem levedura que ainda estão
no forno mágico de tua espalda e tua cintura.
Textos gentilmente cedidos pela Embaixada do Panamá em Brasília,
Página pubicada em janeiro de 2010; ampliada e republicada em fevereiro de 2017. |