NEW YORK EN HORAS INVERSAS
DE DAVOS A 11 DE SEPTIEMBRE
Las vidriosas penínsulas rehacen
sonrisas presurosas,
las horas
se acalambran,
abrazan argumento salariales,
por culpa de la dictadura
de las máquinas
y los testículos bursátiles.
Se advienen ríos de brazos
gritos, espantos,
perros, cachiporras,
dirimiendo el conflicto a sangre
y fuego.
Los ardores del atardecer
van tragándose los golpes,
mientras sombrías coordenadas
de ojos emigrantes exhalan;
bajan los ánimos urbanos,
pasa el metro, y los semáforos
proscriben
los rasgos étnicos.
La vigilia, los segundos
interceden,
azulan los escombros.
Un recuerdo...
siento el olor a agua humana
reprocharme donde no miro.
El río Hudson
habla sólo de sus próstatas.
Siento, un grito dolor
sacudirse las horas,
asombran las muertes en parajes
íntertextuales de media luna.
Discurren garabatos
analgésicos
al museo con flashes escabrosos.
Es domingo... La ciudad duerme
sin sus dos implantes en las nubes. |
NEW YORK EM HORAS TROCADAS
COM DAVOS EM 11 DE SETEMBRO
As vidrosas penínsulas refazem
sorrisos pressurosos,
as horas
enrijecem,
abraçam argumentos salariais,
por culpa da ditadura
das máquinas
e dos testículos acionistas.
irrompem rios de braços
gritos, espantos,
cães, maças,
dirimindo o conflito com sangre
e fogo.
Os ardores do entardecer
vão engolindo os golpes,
enquanto sombrias coordenadas
de olhos emigrantes exalam;
decaem os ânimos urbanos,
passa o metrô,e os semáforos
proscrevem
os traços étnicos.
A vigília, os segundos
interferem,
azulam os escombros.
Uma lembrança...
sinto o odor de água humana
reprovar-me onde não miro.
O rio Hudson
fala apenas de suas próstatas.
Sinto, um grito de dor
Livrar-se das horas,
assombram as mortes nas paradas
inter-textuais de meia lua.
Discorrem rabiscos
analgésicos
no museu com flashes escabrosos.
É domingo... A cidade dorme
sem seus dois implantes nas nuvens.
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LETRAS DE BABEL 3. Antología multilíngüe. Montevideo: aBrace editora, 2007. 200 p. ISBN 978-9974-8014-6-2
Ex. bibl. Antonio Miranda
Harakiri
Los ojos se enfurecen, las lenguas giran...
Antonin Artaud
Si para cuando vuelva el invierno
aún la voz del sol,
insurrecta,
desde algún lugar desconocido
incita a la rebelión.
Veré cómo los pájaros
se abalanzan contra el vacío
igual a kamikazes
listos a cumplir
su temprana cita con la muerte.
El viaje al altiplano
Si cruzo frente a ella
la observo desplazarse por todos lados
como una estrella
en la majestad de la bruma,
encendidamente cálida.
Entierra sus ojos en mi silencio
hasta rozar mi piel
con sus deseos
y luego se disuelve,
soterrada y fría,
dejándome un vendaval de angustia
en cada célula.
Gedeón reza antes de la batalla del Jordán
Señor, líbrame de la victoria
sobre mi enemigo
porque su derrota
acarreará muerte.
Cuando todos,
jubilosos, señalen hasta el sol
con beneplácito,
él saldrá de mí
para tomar venganza.
Será muy tarde
para escuchar mis gritos,
y mi cadáver
será disputa de los perros.
Vejez
Te hablo a ti, piedra del sacrificio
con la ira elemental
que dan los años.
¿Por qué te has hecho inmune
a mis dolores?
¿Acaso no ves ni sientes
cómo ante tus pies
he muerto
tantas veces? y tú, vaca apacible
pastando en el silencio
te conformas
con que haya un cielo
que acoja tus bramidos.
Strange Fruit
Al poeta José Manuel Solé
Volviendo a escribir con tantas ansias
después de callarlo todo; los pájaros
se exilian, y son los mendigos
los que vuelan
entre las ramas de los árboles
luego caen al suelo:
pequeños frutos del olvido
que nadie come ni apetece.
Entre los cauces del miedo
¿Qué trae el viento
con la teogonia del reloj de octubre?
¿Por qué los cuerpos
se desvanecen en la fotografía de sus ojos?
Sin barcas del otro lado del infierno,
sin rastros o rumbo del cielo
de las escrituras.
Alucinados estrechan lazos con la tierra, buscando guare
-cer sus formas del azar o de los gnomos, pero nunca
escapan
al mecenazgo de la sombra.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
Harakiri
Os olhos enfurecem, as línguas giran...
Antonin Artaud
Se quando regressar o inverno
ainda a voz do sol,
insurrecta,
desde algum lugar desconhecido
incita à rebelião.
Verei como os pássaros
balançam contra o vazio
como os kamikazes
prontos para cumprirem
seu adiantado encontro com a morte.
Viagem a planalto
Se cruzo com ela
observo-a mover-se para todos os lados
como uma estrella
na majestade do nevoeiro,
iluminadamente cálida.
Enterra seus olhos no silêncio
até roçar minha pele
com seus desejos
e logo se dissolve,
soterrada e fria,
deixando-me um vendaval de angústia
em cada célula.
Gedeão reza antes da batalla do Jordão
Senhor, lívra-me da vitoria
sobre o meu inimigo
porque sua derrota
levará à morte.
Quando todos,
jubilosos, apontem para ao sol
com beneplácito,
ele sairá de mim
para tomar vingança.
Será muito tarde
para escutar os meus gritos,
e meu cadáver
será a disputa dos cães.
Velhice
Eu te digo, pedra do sacrifício
com a ira elemental
que vem dos anos.
Por que ficaste imune
às minhas dores?
Por acaso não vês nem sentes
como diante de teus pés
morri
tantas vezes? e tu, vaca aprazível
pastando no silêncio
te conformas
com que haja um céu
que acolha teus gemidos.
Strange Fruit
Ao poeta José Manuel Solé
Voltando a escrever com tanta ânsia
depois de calar tudo; os pássaros
se exilam, e são os mendigos
os que voam
entre os ramos das árvores
depois caem no chão:
pequenos frutos do olvido
que ninguém come nem apetece.
Entre os canais do medo
Que traz o vento
com a teogonia do relógio de outubro?
Por que os corpos
se desvanecem na fotografia de seus olhos?
Sem barcas do outro lado do inferno,
sem rastros ou o rumo do céu
das escrituras.
Alucinados estreitam laços com a terra, buscando abrigar
suas formas do azar ou dos gnomos, mas nunca
escapam
do mecenato da sombra.
Página ampliada e publicada em agosto de 2020
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