POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación: AURORA CUEVAS CERVERÓ
TRINIDAD GAN
TRINIDAD GAN es licenciada en Hispánicas por la Universidad de Granada, ciudad en la que nació en el año 1960 y en la que reside.
Junto a la escritura de poemas y relatos, ha estado siempre vinculada al mundo teatral, formando parte de diversas compañías granadinas, como Aula 6 o Liorna Teatro.
Colabora en el consejo de redacción de la revista de Literatura de la Facultad de Filosofía y Letras “Letra Clara” durante los años 1997 y 1998, participando en recitales poéticos del grupo.
En 1999 publica “Las señas del pirata”, poemario-plaquette editado en la colección de poesía de la editorial Cuadernos del Vigía.
Participa en el VII Encuentro de Mujeres Poetas celebrado en Granada en Noviembre de 2002.
Su últimos poemarios son “Fin de Fuga”, XX Premio Ciudad de Cáceres, editado por Visor y “Caja de fotos”, XII Premio Surcos de Poesía que será editado por Renacimiento. Fuente: http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com.br/
Cáceres.- La granadina Trinidad Gan Quesada ha ganado el XX Premio de Poesía "Cáceres, Patrimonio de la Humanidad" 2007, dotado con 6.000 euros, con la obra "Fin de Fuga" que, según el jurado, por unanimidad, reúne todas las condiciones para ser merecedora de este reconocimiento.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
*
de esta memoria sucia de dominio,
turbia de soledad
Javier Egea
Esta noche le aturde,
al acercar su mano al cenicero,
ver solamente la brasa encendida,
no los papeles rotos, los restos de cigarro,
las cerillas retorcidas y sucias.
Y, en duermevela, mide
la extrana condicidn de su ciudad:
ver todavía, en el cuarto sin luz
que a veces es la historia,
solo las brasas del miedo y el espíritu.
No los huesos sin lugares, sin nombre,
los escombros de paz que sepultaron el fuego,
no los gritos de luz que desgarran hoy
esas anclas de niebla, esa oscura memoria.
Del libro Fin de Fuga
Tenebræ
Me dicen que la luna va creciendo,
que como nunca finge
ser la llave que guarda la puerta de la noche,
y yo, mujer tan inocente,
me salgo a la terraza
— a esa proa tan fría
donde contemplo el mar de los tejados —
y sí, echándole poesía, es cierta la metáfora.
Mas aún no estoy tan ciega, tan muerta o tan perdida
para no ver enfrente de mi cara
que lo que crece es la noche, sus tinieblas,
que nuestra media luna cercada está de sombra,
que en este mar urbano
flotan a la deriva
desconocidos rostros de mujeres ahogadas.
Contrafuga II
Ninguna fuerza tengo
para alzarte sobre tantos infiernos.
Tampoco puedo dar las coordenadas
que desde la oscura trastienda
a que aboca la noche,
escapado del fuego,
han de ponerte a salvo.
Laberintos te ofrezco.
Laberintos que habrás de transitar
sin guía, sin padrinos,
desnudo, desarmado.
Laberintos tan solo
donde habita esa música
y de ronda se cuela
esa inquilina ingrata y descarada:
la poesía.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
*
Desta memoria suja de domínio,
turva de soledad
Javier Egea
Nesta noite atordoa-lhe
ao aproximar a mão ao cinzeiro,
ver apenas a brasa acesa,
não os papeis rotos, os restos de cigarro,
os fósforos retorcidos e sujos.
E, no cochilo, mede
a estranha condição de sua cidade :
ver ainda, no quarto sem luz
que às vezes é a história,
apenas as brasas do medo e o espírito.
Não os ossos sem lugares, sem nome,
os escombros de paz que sepultaram o fogo,
não os gritos de luz que hoje desgarram
essas âncoras de névoa, essa escura memória.
Do livro Fin de Fuga
Tenebræ
Dizem-me que a lua vai crescendo,
que como nunca finge
ser a chave que guarda a porta da noite,
e eu, mulher tão inocente,
vou até o terraço
— a essa proa tão fria
onde contemplo o mar dos telhados —
e se, dando-lhe poesia, é certa a metáfora.
Mas ainda não estou tão cega, tão morta ou tão perdida
para não ver diante de minha cara
que o que cresce é anoite, sus trevas,
que nossa meia lua cercada está de sombra,
que neste mar urbano
flutuam à deriva
desconhecidos rostos de mulheres afogadas.
Contrafuga II
Nenhuma força tenho
para elevar-te sobre tantos infernos.
Tampouco posso dar as coordenadas
que desde a escura recâmera
a que aboca a noite,
escapado do fogo,
haverão de salvar-te.
Labirintos eu te ofereço.
Labirintos que deverás transitar
sem guia, sem padrinhos,
desnudo, desarmado.
Labirintos apenas
onde habita esta música
e de ronda se cola
essa inquilina ingrata e descarada:
a poesia.
Página publicada em agosto de 2016
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