RAFAEL ALBERTI
(1902-1999)
Miembro de la Generación del 27, pasó su infancia en el Puerto de Santa Maria (Cádiz), donde nació y muy joven se trasladó a Madrid para dedicarse a su primera vocación, la pintura. La afición por la poesía le llegó durante la convalecencia de una enfermedad pulmonar, y en 1925 recibió — con Gerardo Diego — el Premio Nacional de Literatura por Marinero en Tierra, libro que destila nostalgia por su patria gaditana. Le siguieron La Amante (1926), El Alba del Alhelí (1927) y Cal y Canto (1929), peculiar mezcla de vanguardismo y clasicismo. Entre 1927 y 1928, durante una honda crisis espiritual compuso Sobre los Ángeles (1929). A partir de 1931, coincidiendo con su militancia comunista y con sus primeras obras teatrales, inicia una línea de poesía comprometida bien representada por El Poeta en la Calle (1931-1935) y De un Momento a Otro (1934-1939). Vivió en el exilio en Buenos Aires y Roma, y de esa etapa podemos destacar Entre el Clavel y la Espada (1945), A la Pintura (1945), Baladas y Canciones del Paraná (1954) y Roma, Peligro para Caminantes (1968). De vuelta a España en 1977, continuó publicando libros, y mereció distinciones tan altas como el Premio Cervantes 1983. Con sus recuerdos y vivencias tejió dos hermosos volúmenes de memorias: La Arboleda Perdida.
Membro da Geração de 27, passou sua infância em Porto de Santa Maria (Cádiz), onde nasceu. Muito jovem mudou-se para Madri para dedicar-se à sua primeira vocação, a pintura. O amor pela poesia lhe veio durante a convalescença de uma doença pulmonar. Em 1925 dividiu — com Gerardo Diego — o Prêmio Nacional de Literatura por Marinero en Tierra, livro que destila nostalgia por sua pátria gaditana. Seguiram-se La Amante (1926), El Alba del Alhelí (1927) e Cal y Canto (1929), peculiar mistura de vanguardismo e classicismo. Em 1929 publica Sobre los Ángeles, fruto de profunda crise espiritual. A partir de 1931, coincidindo com sua militância comunista e suas primeiras obras teatrais, inicia uma linha de poesia comprometida: El Poeta en la Calle (193I-1935) e De un Momento a Otro (19341939). Viveu no exílio em Buenos Aires e em Roma. Dessa fase destacam-se: Entre el Clavel y la Espada (1945), A la Pintura (1945), Baladas y Canciones del Paraná (1954) e Roma, Peligro para Caminantes (1968). Regressa à Espanha em 1977, e continua publicando. Recebe honrarias, entre as quais a alta láurea do Prêmio Cervantes em 1983. Como memorialista publicou os belos volumes de La Arboleda Perdida.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
REVISTA DA ACADEMIA DE LETRAS DO BRASIL. Ano 4, jan./jun. No. 7 – jan./jun. 2022. Editor: Flavio R. Kothe. Brasília, DF: Editora Cajuína, Opção editora, 2023. 158 p. ISSN 2674-8495
TRADUÇÃO DO ESPANHOL AO PORTUGUÊS
POR MARCOS FREITAS
CANÇÃO 8
Hoje, as nuvens me trouxeram
em voo, o mapa de Espanha.
Quão pequeno sobre o rio,
e quão vasto sobre o pasto
a sombra que lançou!
Estava cheio de cavalos
a sombra que lançou.
Eu, a cavalo, por sua sombra,
procurei minha aldeia e minha casa.
Entrei no pátio que um dia
era uma fonte de água.
Embora não fosse um fonte,
a fonte sempre soava.
E a água que não corria
voltou para me dar água.
A POMBA QUE ESTAVA EQUIVOCADA
A pomba estava equivocada.
Estava equivocada.
Para ir ao norte, foi ao sul.
Acreditava que o trigo era água.
Estava equivocada.
Acreditava que o mar era céu;
que a noite era manhã.
Estava equivocada.
Que as estrelas eram orvalho;
Que o calor era nevasca.
Estava equivocada.
Que tua saia era tua blusa;
que teu coração era sua casa.
Estava equivocada.
(Ela adormeceu na praia.
Tu, no topo de um galho.)
UMA MANHÃ ACORDOU
Uma manhã acordou.
Sou a erva,
plena de água.
Me chamo erva. Se cresço,
posso chamar-me cabelo,
me chamo erva. Se pulo,
posso ser um rumor de árvore.
Se grito, posso ser pássaro.
Se voo...
(Houve tremores de erva
naquela noite no céu).
*
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Página publicada e republicada em setembro de 2023
ESE GENERAL
—Aquí está el general.
¿Qué quiere el general?
—Una espada desea el general.
—Ya no existen espadas, general.
¿Qué quiere el general?
—Un caballo desea el general.
—Ya no existen caballos, general.
¿Qué quiere el general?
—Otra batalla quiere el general.
—Ya no existen batallas, general.
¿Qué quiere el general?
—Una amante desea el general.
—Ya no existen amantes, general.
¿Qué quiere el general?
—Un gran tonel de vino desea el general.
—Ya no hay tonel ni vino, general.
¿Qué quiere el general?
—Un buen trozo de carne desea el general.
—Ya no existen ganados, general.
¿Qué quiere el general?
—Comer yerbas desea el general.
—Ya no existen los pastos, general.
¿Qué quiere el general?
—Beber agua desea el general.
—Ya no existe más agua, general.
¿Qué quiere el general?
—Dormir en una cama desea el general.
—Ya no hay cama ni sueño, general.
¿Qué quiere el general?
—Perderse por la tierra, desea el general.
—Ya no existe la tierra, general.
¿Qué quiere el general?
—Morirse como un perro desea el general.
—Ya no existen los perros, general.
¿Qué quiere el general?
¿Qué quiere el general?
Parece que está muerto el general.
Parece que no existe el general.
Parece que se ha muerto el general,
que ya, ni como un perro, se ha muerto el general,
que el mundo destruido, ya sin el general,
va a empezar nuevamente, sin ese general.
CANCIÓN 5
Hoy las nubes me trajeron,
volando, el mapa de España.
Qué pequeño sobre el río,
y qué grande sobre el pasto
la sombra que proyectaba!
Se le llenó de caballos
la sombra que proyectaba.
Yo, a caballo, por su sombra
busqué mi pueblo y mi casa.
Entré en el patio que un día
fuera una fuente con agua.
Aunque no estaba la fuente,
la fuente siempre sonaba.
Y el agua que no corría
volvió para darme agua.
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SOBRE LOS ÁNGELES
(una selección)
EL ÁNGEL RABIOSO
Son puertas de sangre,
milenios de odios,
lluvias de recores, mares.
¿Qué te hice, díme,
para que los saltes?
¿Para que com tu agrio aliento
me incendies todos mis ángeles?
Hachas y relâmpagos
de poco me valen.
Noches armadas, ni vientos
leales.
Rompes y me asaltas.
Cautivo me traes
a tu luz, que no es la mía,
Para tornearme.
A tu luz agria, tan agria,
que no muerde nadie.
EL ÁNGEL BUENO (II)
Dentro del pecho se abren
corredores anchos, largos,
que sorben todas las mares.
Vidrieras,
que alumbran todas las calles.
Miradores,
que acercan todas las torres.
Ciudades dehabitadas
se pueblan, de pronto. Trenes
descarrilados, unidos
marchan.
Naufragios antiguos flotan.
La luz moja el pie en el agua.
¡Campanas!
Gira más de prisa el aire.
El mundo, con ser el mundo,
en la mano de una niña
cabe.
¡Campanas!
Una carta del cielo bajó un ángel.
PRÓLOGO
No habían cumplido anos ni la rosa ni el arcángel.
Todo, anterior al latido y al llanto.
Cuando la luz ignoraba todavia
si el mar nacería niño o niña.
Cuando el viento soñaba melenas que peinar
y claveles el fuego que encender y mejillas
y el agua unos labios parados donde beber.
Todo, anterior al cuerpo, al nombre y al tiempo.
Entonces yo recuerdo que, una vez, en el cielo...
(del poema Tres recuerdos el cielo)
LOS ÁNGELES COLEGIALES
Ninguno comprendíamos el secreto nocturno de
Las pizarras
ni por qué la esfera armilar se exaltaba tan sola
cuando la mirábamos.
Sólo sabíamos que una circunferência puede no ser
redonda
y que un eclipse de luna equivoca a las flores
y adelanta el reloj de los pájaros.
Ninguno comprendíamos nada:
ni por qué nuestros dedos eran de tinta china
y la tarde cerraba compases para el alba abrir
libros.
Sólo sabíamos que una recta, si quiere, puede ser
curva o quebrada
y que las estrellas errantes son niños que ignoran
la aritmética.
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
ESSE GENERAL
— Aqui está o general.
Quem quer o general?
— O general deseja uma espada.
— Já não existem espadas, general.
Quem quer o general?
—O general deseja um cavalo.
— Já não existem cavalos, general.
Quem quer o general?
— O general quer outra batalha.
— Já não existem batalhas, general.
Quem quer o general?
— O general deseja uma amante,
— Já não existem amantes, general.
— O general deseja um grande tonel de vinho,
— Já não há nem tonel nem vinho, general.
Quem quer o general?
— O general deseja um bom naco de carne.
— Já não existem bois, general.
Quem quer o general?
—O general deseja comer ervas.
— Os pastos já não existem, general.
Quem quer o general?
— O general deseja beber água
— Já não existe mais água, general.
Quem quer o general?
— O general deseja dormir numa cama.
— Já não há cama nem sonho, general.
Quem quer o general?
— Andar pela terra, deseja o general.
— Já não existe terra, general.
O general deseja morrer como um cão.
— Já não existem cães, general.
Quem quer o general?
Quem quer o general?
Parece que está morto o general.
Parece que não existe o general.
Parece que está morto o general,
que já, como um cão, morreu o general,
que o mundo destruído, sem o general,
vai começar de novo, sem esse general.
Tradução: Salomão Sousa
CANÇÃO 5
Tradução de Fernando Mendes Vianna
Hoje as nuvens me trouxeram,
voando, o mapa da Espanha.
Que pequeno sobre o rio,
e que grande sobre o pasto
a sombra que projetava!
Toda se encheu de cavalos
a sombra que projetava.
A cavalo, eu, nessa sombra
busquei minha aldeia e a casa.
Entrei no pátio que um dia
fora uma fonte com água.
Mesmo não estando a fonte,
a fonte sempre soava.
E a água que não corria
voltou para dar-me água.
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SOBRE OS ANJOS
Tradução de Amálio Pinheiro
São Paulo: Art Editora, 1993. 214 p.
Coleção Toda Poesia, 13
ISBN 85-7161-026-6
(Seleção de poemas)
O ANJO RAIVOSO
São portas de sangue,
milênios de ódios,
chuvas de rancores, mares.
O que te fiz, dize-me,
para que os saltes?
Para que teu acre hálito
incendeie todos meus anjos?
Raios e machados
bem pouco me valem.
Noites armadas, nem ventos
leais.
Rompes e me assaltas.
Cativo me trazes
à tua luz, que não é a minha,
para tornear-me.
Á luz acre, tão acre,
que ninguém a traga.
O ANJO BOM (II)
Dentro do peito se abrem
corredores longos, largos,
que sorvem todos os mares.
Vitrinas,
que acendem todas as praças.
Mirantes,
que amigam todas as torres.
Cidades desabitadas
se povoam, de cara. Marcham,
aos pares, os trens descarri-
lados.
Flutuam antigos naufrágios.
A luz molha o seu pé na água.
Campanários!
Gira mais depressa a aragem.
O mundo, com ser o mundo,
bem na mão de uma menina
cabe,
campanários!
Uma carta celeste soltou um anjo.
PRÓLOGO
Não haviam feito anos nem a rosa nem o arcanjo.
Tudo, anterior ao batido e ao pranto.
Quando qualquer luz ignorava ainda
se o mar nasceria menino ou menina.
Quando o vento sonhava melenas que pentear
e craveiros o fogo que acender e bochechas
e a água alguns lábios parados aonde beber.
Tudo, anterior ao corpo, ao nome e ao tempo.
Então, eu me lembro que, uma vez, no céu...
(del poema Tres recuerdos el cielo)
OS ANJOS COLEGIAIS
Nenhum compreendia o segredo noturno das
lousas
nem porque a esfera armilar se exaltava tão só
quando a olhávamos.
Somente sabíamos que uma circunferência pode não ser
redonda
e que um eclipse de lua confunde as flores
e adianta os relógios dos pássaros.
Nenhum de nós compreendia nada:
nem porque nossos dedos eram de tinta nanquim
e a tarde fechava compassos para a alva abrir
livros.
Somente sabíamos que uma reta, se quer, poder ser
curva ou quebrada
e que as estrelas errantes são meninos que ignoram
a aritmética.
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El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
O mar. A mar.
O mar. Só a mar !
Por que me trouxeste, pai,
à cidade?
Por que me desenterraste
do mar?
Nos sonhos, a maré
arrasta meu coração.
Quer levá-lo.
Pai, por que me trouxeste
aqui? Gemendo para ver o mar,
um marinheirozinho em terra
iça ao ar este lamento:
Ai, minha blusa marinheira;
o vento nela sempre a me inflar
quando via o quebra-mar!
(Tradução: Vanderley Mendonça)
EL TORO DE LA MUERTE
Negro toro, nostálgico de heridas,
corneándole al agua sus paisajes,
revisándole cartas y equipajes
a los trenes que van a las corridas.
¿Qué sueñas en tus cuernos, qué escondidas
ansias les arrebolan los viajes,
qué sistema de riegos y drenajes
ensayan en la mar tus embestidas?
Nostálgico de un hombre con espada,
de sangre femoral y de gangrena,
ni el mayoral ya puede detenerte.
Corre, toro, a la mar, embiste, nada,
y a un torero de espuma, sal y arena,
ya que intentas herir, dale la muerte.
(De Verte y no verte)
O TOURO DA MORTE
Negro touro saudoso de feridas,
Chifrando-lhe à água azul suas paisagens
E revisando cartas e equipagens
Aos trens que partem rumo das corridas:
Que sonhas em teus cornos, que escondidas
Ânsias lhes arrebolam as viagens,
Que sistema de regos e drenagens
no mar ensaiam tuas investidas?
Nostálgico de um homem com espada,
Do sangue femoral, gangrena feia,
Já ninguém há a deter-te o passo forte.
Corre, touro, ao oceano, investe, nada,
E a um toureiro de espuma e sal e areia,
Já que intentas ferir, fere e dá morte.
( Tradução de MANUEL BANDEIRA )
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RECUÉRDAME en alta mar,
amiga, cuando te vayas
y no vuelvas.
Cuando la tormenta, amiga,
clave un rejón en la vela.
Cuando alerta el capitán
ni se mueva.
Cuando la telegrafía
sin hilos ya no se entienda.
Cuando ya al palo-trinquete
se lo trague la marea.
Cuando en el fondo del mar
seas sirena.
UM POEMA DE MARINERO EM TIERRA
Lembra-te de mim no mar,
Amiga, quando partires
Para não voltar.
Quando a tempestade, amiga,
Na vela o dardo embeber.
Quando alerta o comandante
Não se mover.
Quando não se escutar mais
O telégrafo sem fios.
Quando o mastro da mezena
A onda mais alta levar.
Quando já fores sereia
No alto mar.
Tradução de Manuel Bandeira. Extraído de BANDEIRA, Manuel. Poemas traduzidos. Rio de Janeiro: Editora Globo, 1948.
Página ampliada e republicada em janeiro de 2008; ampliada e republicada em setembro de 2014; ampliada em janeiro de 2016. |