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Sobre Antonio Miranda
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POESÍA ESPAÑOLA / POESIA ESPANHOLA

Coordinación/coordenação de AURORA CUEVAS CERVERÓ

 

 

PEDRO SALINAS

 (1891-1951)

 

Pedro Salinas Serrano nació el 27 de noviembre de 1891 en Madrid (España). Estudió Derecho y Filosofía y Letras. En 1914 fue lector de español en la Universidad francesa de la Sorbona. A partir de 1918 ejerció de catedrático de Literatura en la Universidad de Sevilla y después en la de Murcia. Con posterioridad, fue lector en Inglaterra, más concretamente en la Universidad de Cambridge y ejercería de profesor de la Escuela de Idiomas de Madrid. También sería Secretario de la Universidad Internacional de Verano de Santander.

 

Cuando se inició la Guerra Civil se marcharía de España para impartir clases en Estados Unidos y Puerto Rico. Falleció en 1951 en la ciudad estadounidense de Boston. Miembro de la generación del 27, Pedro Salinas es un poeta de esencia amorosa, influido por Juan Ramón Jiménez. Algunas de sus colecciones de poemas más importantes son "Presagios" (1924), "Seguro azar" (1929), "Fábula y signo" (1931), "La voz a ti debida" (1933) o "Razón de amor" (1936). Asimismo, escribió libros en prosa como la novela "La bomba increíble" y ensayos de crítica literaria como "La poesía de Rubén Darío" o "Ensayos de literatura hispánica".

Fuente: www.alohacriticon.com/viajeliterario/modules.php

 

Veja também/Vea tambien: LEMBRANDO  PEDRO  SALINAS, MORTO NUM DISTANTE DEZEMBRO , por  Izacyl  Guimarães  Ferreira

 

TEXTO EN ESPAÑOL  /  TEXTO EM PORTUGUÊS

 

 

SIN TÍTULO

 

Para vivir no quiero

islas, palacios, torres.

¡Qué alegría más alta:

vivir en los sobrenombres!

Quítate ya los trajes,

las señas, los retratos;

ya no te quiero así,

disfrazada de otra,

hija siempre de algo.

Te quiero pura, libre,

irreductible: ni tú.

Sé que cuando te llame

entre todas as gentes

del mundo,

sólo tú serás tú.

Y cuando me preguntes

quién es el que te llama,

el que te quiere suya,

enterraré los nombres,

los rótulos, la historia.

Iré rompiendo todo

lo que encima me echaron

desde antes de nacer.

Y vuelvo ya al anónimo

eterno del desnudo,

de la piedra, del mundo,

te diré:

“Yo te quiero, soy yo”.

 

           De La voz a ti debida, 1934

 

 

DAME TU LIBERTAD...

 

Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas

remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos.
¡Qué hermosa tú libre y en pie!
Si tú me das tu libertad me das tus años

blancos, limpios y agudos como dientes,
me das el tiempo en que tú la gozabas.
Quiero sentirla como siente el agua
del puerto, pensativa,
en las quillas inmóviles
el alta mar. La turbulencia sacra.
Sentirla,
vuelo parado,
igual que en sosegado soto
siente la rama

donde el ave se posa,
el ardor de volar, la lucha terca
contra las dimensiones en azul.
Descánsala hoy en mí: la gozaré
con un temblor de hoja en que se paran
gotas del cielo al suelo.
La quiero

para soltarla, solamente.
No tengo cárcel para ti en mi ser.
Tu libertad te guarda para mí.
La soltaré otra vez, y por el cielo,
por el mar, por el tiempo,
veré cómo se marcha hacia su sino.
Si su sino soy yo, te está esperando.

 

 

TE BUSQUÉ POR LA DUDA

Te busqué por la duda:
no te encontraba nunca.
Me fui a tu encuentro
por el dolor.
Tú no venías por allí.

 

Me metí en lo más hondo
por ver si, al fin, estabas.
Por la angustia,
desgarradora, hiriéndome .
Tú no surgías nunca de la herida.


Y nadie me hizo señas
-un jardín o tus labios,
con árboles, con besos-;
nadie me dijo
-por eso te perdí-
que tú ibas por las últimas
terrazas de la risa,
del gozo, de lo cierto.

 

Que a ti te encontraba
en las cimas del beso
si duda y sin mañana.
En el vértice puro
de la alegría alta,
multiplicando júbilos
por júbilos, por risas,
por placeres.
Apuntando en el aire
las cifras fabulosas,
sin peso de tu dicha.

 

 

NO TE DETENGAS NUNCA

 

No te detengas nunca
cuando quieras buscarme.
Si ves muros de agua,
anchos fosos de aire,
setos de piedra o tiempo,
guardia de voces, pasa.
Te espero con un ser
que no espera a los otros:
en donde yo te espero
sólo tú cabes. Nadie
puede encontrarse
allí conmigo sino
el cuerpo que te lleva,
como un milagro, en vilo.
Intacto, inajenable,
un gran espacio blanco,
azul, en mí, no acepta
más que los vuelos tuyos,
los pasos de tus pies;
no se verán en él
otras huellas jamás.
Si alguna vez me miras
como preso encerrado,
detrás de puertas,
entre cosas ajenas,
piensa en las torres altas,
en las trémulas cimas
del árbol, arraigado.
las almas de las piedras
que abajo están sirviendo
aguardan en la punta
última de la torre.
Y ellos, pájaros, nubes,
no se engañan: dejando
que por abajo pisen
los hombres y los días,
se van arriba,
a la cima del árbol
al tope de la torre,
seguros de que allí,
en las fronteras últimas
de su ser terrenal
es donde se consuman
los amores alegres,
las solitarias citas
de la carne y las alas.

 

 

 

SALINAS, Pedro.  A voz a ti devida.  Tradução de José Jeronymo Rivera.  Brasília:  Thesaurus Editora, 2012.  208 p. 

“O livro em questão, A voz a ti devida, é quase tudo construído em versos de seis sílabas e redondilha maior, com pouquíssima utilização da métrica decassilábica. Aliás, Pedro Salinas, no caso específico, só pratica o verso medido; quando muito se aventura no verso polimétrico, mas nunca no verso livro, ao contrário do que se constata em outros livros de sua autoria.” JOÃO CARLOS TAVEIRA, poeta e crítico.

 

 

        (fragmentos p. 43-48)

 

*

Ha ido, ocurrió, es verdad.

Fue en un día, fue una fecha

que le marca tiempo al tiempo.

Fue en un lugar que yo veo.

Sus pies pisaban el suelo

este que todos pisamos.

Su traje

 

se parecía a esos otros

que llevan otras mujeres.

Su reló               

destejía calendarios,

sin olvidarse una hora:

como cuentan los demás.

 

Y aquello que ella me dijo

fue en un idioma del mundo,

con gramática e historia.

Tan de verdad,

que parecía mentira.

 

No.

Tengo que vivirlo dentro,

me lo tengo que soñar.

Quitar el color, el número,

el aliento todo fuego,

con que me quemó al decírmelo.

Convertir todo en acaso,

en azar puro, soñándolo.

 

Y así, cuando se desdiga

de lo que entonces me dijo,

no me morderá el dolor

de haber perdido una dicha

que yo tuve entre mis brazos,

igual que se tiene un cuerpo.

Creeré que fue soñado.

Que aquello, tan de verdad,

no tuvo cuerpo, ni nombre.

Que pierdo

una sombra, un sueño más.

 

*

 

Miedo. De tí. Quererte

es el más alto riesgo.

Múltiples, tú y tu vida.

Te tengo,a la de hoy;

ya la conozco, entro

por laberintos, fáciles

gracias a ti, a tu mano.

Y míos, ahora, sí.

Pero tú eres

tu propio más allá,

como la luz y el mundo:

días, noches, estíos,

inviernos sucediéndose.

Fatalmente, te mudas

sin dejar de ser tú,

en tu propia mudanza,

con la fidelidad

constante del cambiar.

 

Di: ¿podré yo vivir

en esos otros climas,

o futuros, o luces

que estás elaborando,

como su zumo el fruto,

para mañana tuyo?

¿O seré sólo algo

que nació para un día

tuyo (mi día eterno),

para una primavera

(en mí florida siempre),

sin poder vivir ya

cuando lleguen

sucesivas en ti,

inevitablemente,

las fuerzas y los vientos

nuevos, las otras lumbres,

que esperan ya el momento

de ser, en tí, tu vida?

 

                    *

 

Foi, ocorreu, é verdade.

Foi num dia, em uma data

que assinala tempo ao tempo.

Foi em um lugar que vejo.

Seus pés pisavam o solo,

este que todos pisamos.

Seu traje

 

se parecia com os outros

que levam outras mulheres.

Seu relógio

destecia calendários,

sem esquecer uma hora:

como contam os demais.

 

E aquilo que ela me disse

foi num idioma do mundo

com gramática e história.

Tão de verdade

que parecia mentira.

 

Não.

Tenho que vivê-lo dentro,

em mim tenho que sonhá-lo.

A cor retirar, e o número,

e o alento todo fogo,

com que queimou-me ao dizê-lo.

Converter tudo, sonhando-o,

em puro azar, em acaso.

 

E assim, quando se desdiga

daquilo que então me disse,

não há de morder-me a dor

de ter perdido a fortuna

que tive um dia entre os braços,

como quem estreita um corpo.

E vou crer que foi sonhado.

Que aquilo, tão de verdade,

não teve corpo, nem nome.

Que perco

uma sombra, um sonho mais.

 

Medo. De ti. Querer-te

é o mais alto dos riscos.

Múltiplos, tu e tua vida.

Possuo-te, a de hoje;

conheço-a já, penetro

por labirintos fáceis

graças a ti, a tua mão.

E meus agora, sim.

Porém tu és                

teu próprio mais além,

como é a luz, e o mundo:

dias, noites, estios,

invernos sucedendo-se.

Fatalmente, te mudas

sem deixar de ser tu,

em tua própria mudança,

com a fidelidade

constante do mudar.

 

Dize, posso viver

nesses diversos climas,

ou futuros, ou luzes

que estás elaborando,

como seu sumo o fruto,

para o teu amanhã?

Ou serei somente algo

que nasceu para um dia

teu (o meu dia eterno),

para uma primavera

(em mim florida sempre),

sem poder viver já

quando cheguem,

sucessivas em ti,
inevitavelmente,
as forças com os ventos
novos, as outros luzes
que esperam já o momento
de ser, em ti, tua vida?

 

 

 

GARCÍA MOREJÓN, Julio.  El amor virtual . La lírica de Pedro Salinas.  São Paulo: CenaUn, 2000.  286 p.       cm.    Portada: Pintura de Geraldo Décourt.  ISBN 85-86356-19-0   N. 09

 

"Desde luego, al encararmos con la obra total de Pedro Salinas, lo que llama la atención es su quehacer lírico, en primer lugar. Pero há habido quien há pensado que "el crítico Salinas todavía no ha sido superado por el poeta". Esta opinión la expresó Gonzalo Torrente Bellester, que menospreciaba la poesía del escritor madrileno. Tal opinión se funda em el prejuicio de que la poesía saliniana es fruto de tan intenso processo de intelectualización que perde por ello cualidades de comunicación humana, dando la impresión de que Salinas se estaria adelantando a la concepción de un mundo comunicativo virtual que en esos momentos invade al individuo del nuevo milênio."  (...)  "El drama estriba en la posibilidad de conciliar esos mundos.  La lucha del poeta estriba em conciliarlos, en que se acomoden y ajusten, para ir oteando nuevos horizontes, nuevas rutas al arte. Salinas es un poeta moderno,  modernísimo, relacionado con el arte de su pátria y con el arte universal. Esto lo han visto sus mejores comentaristas. En el arte del autor de Presagios  desembocan fórmulas de siempre, y en él, como en Jorge Manrique, conviven elementos de la tradición al lado de la más singular originalidade."  JULIO GARCÍA MOREJÓN

 

 

 

       FIGURACIONES

 

       Parecen nubes. Veleras,
        voladoras, lino, pluma,
        al viento, al mar, a las ondas
        —parecen el mar —del viento,
        al nido, al puerto horizontes,
        certeiras van como nubes.

        Parecen rumbos. Taimados
        los aires soplan al sesgo,
        el sur equivoca al norte,
        alas, quillas, trazan rayas
        —aire, nada, espuma, nada—,
        sin dondes. Parecen rumbos.

        Parece el azar. Flotante
        en brisas, olas, caprichos,
       
¡qué dissimulado va,
        tan seguro, a la deriva
        querenciosa del engano!
        ¡Qué desarraigado, ingrávido,
        entre voces, entre imanes,
        entre orillas, fuera, arriba,
        suelto! Parece el azar.

 

 

 

        VOCACIÓN

 

       Abrir los ojos. Y ver
        sin falta ni sobra, a colmo
        en la luz clara del día,
        perfecto el mundo, completo.
        Secretas medidas rigen
        gracias sueltas, abandonos
        fingidos, la nube aquella,
        el pájaro volador,
        la fuente, el tiemblo del chopo.
        Está bien, mayo, sazón.

        Todo en el fiel. Pero yo...
        Tú, de sobra. A mirar,
        y nada más que a mirar
        la beleza rematada
        que ya no te necessita.

Cerrar los ojos. Y ver
incompleto, tembloroso,
de será o de no será,
— masas torpes, planos sordos —
sin luz, sin gracia, sin orden

un mundo sin acabar,
necessitado, llamándome
a mí, o a ti, o a cualquiera
que ponga lo que le falta,
que le dé la perfección.
En aquella tarde clara,
en aquel mundo sin tacha,
escogí:
          el outro.
Cerré los ojos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS

Traduções de Antonio Miranda

e Salomão Sousa

 

 

       FIGURAÇÕES

 

       Parecem nuvens.  Velas
        voadoras, linho, pluma,
        ao vento, ao mar, às ondas
        — parecem com o mar — do vento,
        ao ninho, ao porto horizontes,
        certeiras vão como nuvens.

        Parecem rumos. Travessos
        os ares sopram enviesados,
        o sul equivoca-se ao norte,
        asas, quilhas, traçam faixas
        — ar, nada, espuma, nada —,
        sem ondes. Parecem rumos.
       

        Como por sorte. Flutuante
        em brisas, ondas, caprichos,
        que dissimulado vai,
        tão seguro, à deriva
        desejosa do engano!
        Que desarraigado, leve,
        entre vozes, entre imãs,
        entre margens, fora, encima,
        solto! Como por sorte.

 

 

 

       VOCAÇÃO
       
       
Abrir os olhos. E ver
        sem falta nem sobra, a colmo
        na luz clara do dia,
        mundo perfeito, completo.
        Secretas medidas regem
        graças soltas, abandonos
        fingidos, a nuvem aquela,
        o pássaro voador,
        a fonte, o tremor de álamo.
        Está bem, maio, sazão.

        Tudo no fiel. Mas eu...
        Tu, sobrando. A olhar,
        e nada mais que a olhar
        a beleza rematada
        que já não te necessita.

        Fechar os olhos. E ver
        incompleto, trepidante,
        de será ou de não será,
        — massas lerdas, planos surdos —
        sem luz, sem graça, sem ordem

        um mundo sem acabar,
        necessitado, chamando
        a mim, ou a ti, ou a qualquer
        que ponha o que lhe falta,
        que lhe dê a perfeição.
        Naquela tarde clara,
        naquele mundo sem mancha,
        escolhi:
                   o outro.
        Fechei os olhos.

 

 

SEM TÍTULO

 

       Tradução de Antonio Miranda

 

 

Para viver não quero

ilhas, palácios, torres.

Que alegria mais alta:

Viver nos apelidos!

Retira já os trajes,

as senhas, os retratos;

já não te quero assim,

disfarçada de outra,

filha sempre de algo.

Te quero pura, livre,

Irredutível: nem tu.

Sei que quando te chame

entre outras pessoas

do mundo,

só tu serás tu.

E quando me perguntares

quem é que te chama,

o que te quer sua,

enterrarei os nomes,

os rótulos, a história.

Irei rompendo tudo

o que encima me puseram

desde antes de nascer.

E volto já anônimo

eterno da desnudez,

da pedra, do mundo,

te direi:

“Eu te amo, sou eu”. 

 

           De La voz a ti debida, 1934

 

 

 

NÃO TE DETENHAS NUNCA

 

           Tradução  de Salomão Sousa

 

 

Não te detenhas nunca

quando quiseres me buscar.

Se vês muros de água,

amplas fossas de ar,

cercas de pedra ou tempo,

evita os gritos, passa.

Te espero com um ser

que não espera por outros:

onde eu te espero

só tu cabes. Ninguém

pode se encontrar

ali comigo senão

o corpo que te leva

no ar, como um milagre.

Intacto, inalienável,

um grande espaço branco,

azul, em mim, não aceita

mais que os vôos teus,

os passos de teus pés;

não verão nele

outras marcas jamais.

Se alguma vez me olhares

como preso, fechado

atrás de portas,

entre coisas alheias,

pensa nas torres altas,

nas trêmulas alturas

da árvore, firme nas raízes.

As almas das pedras

que estão embaixo servindo

aguardam na última

ponta da torre.

E ali, pássaros, nuvens,

não se enganam: deixando

que os homens e os dias

pisem embaixo,

se estão ali em cima,

no alto da árvore,

no topo da torre,

certos de que ali,

na última fronteira

de seu ser terreno

é onde se consumam

os amores alegres,

os solitários encontros

da carne e das asas.

 

 

PELA DÚVIDA TE BUSQUEI

 

Tradução  de Salomão Sousa

 

 

Pela dúvida te busquei:

não te encontrava nunca.

Ao teu encontro eu fui

pela dor.

Por ali tu não vinhas.

 

Ainda mais ao fundo eu desci

para ver, enfim, se estavas.

Através da angústia,

dilaceradora, ferindo-me.

Da ferida tu não surgias nunca.

 

E ninguém me acenou

—um jardim ou teus lábios,

com árvores, com beijos—;

ninguém me disse

—por isso te perdi—

que ias nos últimos

terraços do riso,

do gozo, da certeza.

 

Que tu te encontravas

nos topos do beijo

sem dúvida e sem manhã.

No vértice puro

da alegria alta,

multiplicando júbilos

por júbilos, por risos,

por prazeres.

Apontando no ar

as cifras fabulosas,

na leveza de tua felicidade.

 

 

DÁ-ME TUA LIBERDADE

 

Tradução  de Salomão Sousa

 

 

Dá-me tua liberdade.

Não quero tua fadiga,

não, nem tuas folhas secas,

teu sonho, teus olhos cerrados.

Vem a mim a partir de ti,

não a partir do teu cansaço

de ti; quero senti-la.

Tua liberdade me traz,

assim igual a um vento universal,

um odor de madeira.

remotas de teus móveis,

um monte de visões

que tu vias

quando no alto de tua liberdade

já cerravas os olhos.

Que bela tu livre e de pé!

Se me dás tua liberdade me dás teus anos

brancos, limpos e agudos como dentes,

dás-me o tempo em que a gozavas.

Quero senti-la como sente a água

do porto, pensativa,

nas quilhas imóveis

em alto mar. A turbulência sacra.

Senti-la,

vôo parado,

assim como a quieta várzea

sente a rama

onde vem a ave e pousa,

o ardor de voar, a luta pertinaz

contra as dimensões azuis.

Dencanse-a hoje em mim: vou gozá-la

com um tremular de folha em que descem

gotas do céu ao solo.

Quero-a

para soltá-la, somente.

Não tenho cárcere para ti em meu ser.

Tua liberdade te guarda para mim.

Soltarei-a outra vez, e pelo céu,

pelo mar, pelo tempo,

verei como parte para seu destino.

Se o teu destino sou eu, ele te espera.

 

 

Veja o texto de um tese defendida e publicada no Brasil sobre Pedro Salinas:

 

 

MARTINS, HelcioPedro Salinas (Ensaio sobre sua poesia amorosa).  Rio de Janeiro: Ministério da Educação e Cultura, Serviço de Documentação, 1956.  113 p.  1 (Os cadernos de cultura, 91) 4,5x20 cm.  “ Helcio Martins “ Ex. bibl. Antonio Miranda

 

 

SALINAS, PedroRazão de amor & Longo lamento.  Tradução de José Joeronymo Rivera.  Goiânia, GO: Kelps, 2016.   225 p.  15x21 cm Ex. bibl. Antonio Miranda

 

De Razão de Amor:


A ESSA, àquela a quem eu quero,
não é à qual se dá se rendendo,
à qual caindo é que se entrega,
de fadiga, de peso morto,
como a água pela lei da chuva,
para baixo, presa segura
da tumba vazia do solo.
A essa, àquela a quem eu quero,
é a quem se entrega vencendo,
vencendo-se,
de sua liberdade a vir
com todo o ímpeto da gana,
da gana de amor, ataque,
repuxo, ou garça voadora,
ou disparada — a flecha —,
sobre a pena vitoriosa,
para cima, ganhando o céu.

 

NÃO SE escreve teu nome
onde se escreve, com o que se escreve.
E nas águas escreve
com verde traço a árvore.
As máquinas no ar
improvisam noturnos,
tocam sua seca música
de alfabeto romântico.
E nos céus bem abertos
pássaros vão traçando
códigos de seus voos.
Teu nome não se escreve
onde se escreve, com o que se escreve.
As estrelas se leem
com grandes lentes claras,
que decifram seu tédio
de longínquos enigmas.
AS terras mais remotas,
com suas cores azuis,
verdes, rosa, entregam
seu segredos nos mapas.
E o passado se vê
tão escrito nos olhos
que mirar bem a alguém
é elegia ou cântico
que brotam dos azuis,
ou dos verdes, o negro.
Teu nome não se lê
onde se lê, com aquilo que se lê.
A aurora apaga noites,
o meio-dia auroras,
e tiram-lhes as tardes,
aos dias, forma, ser.
O tempo apaga o tempo,
resta só um grande branco.
Porém teu nome, quem
vai apaga-lo, sabes?
se em nada nós o lemos,
não o escreveu ninguém,
como estou eu dizendo-o
como calando-o vou?

 

 

De “Longo Lamento”:


A memória nas mãos

 

Hoje são as mãos a memória.
A alma não concorda, está dorida
de tanto recordar. Porém nas mãos
fica a lembrança do que já tiveram.

 

Lembrança de uma pedra
à beira de um arroio
e que colhemos distraidamente
sem de nossa ventura dar-nos conta.
Porém seu peso áspero
faz-nos sentir que afinal nós colhemos
o fruto mais formoso que já houve.
A tempo sabe
o peso de uma pedra em nossas mãos.
Em uma pedra está
a paciência do mundo, depressa amadurada.
Incalculável som
de dias e de noites, sol e água
a que custou esta forma torpe e dura
que acariciar não sabe e acompanha
tão só com o próprio peso, obscuramente.
Se esteve sempre quieta,
sem procurar, fechada,
em uma densa e constante vontade
de não voar como a mariposa
de não ser bela, como o lírio,
pra proteger da inveja sua pureza.
Quantos lírios esbeltos, quantas gráceis
libélulas morreram a seu lado
por correr tanto rumo à primavera!
Ela soube esperar sem pedir nada
mais que de seu puro ser a eternidade.
Por renunciar à pétala, e ao voo,
está via e me ensina
que um amor deve estar quieto, bem quieto,
soltando as falsas asas de sua presa,
e derrotar assim sua própria morte.

 

Também me lembram elas, minhas mãos,
que tiveram u’a cabeça amada entre suas palmas.
Nada mais misterioso neste mundo.
Os dedos reconhecem os cabelos
lentamente, um a um, tal como folhas
de calendário: são lembranças
de outros tantos, também inumeráveis
dias felizes,
dóceis àquele amor que ora os revive.
Porém ao apalpar a forma inexorável
que por detrás da carne nos resiste
as palmas já se tornam cegas.
Não são carícias, não, o que repetem
passando e repassando sobre o osso:
são perguntas sem fim, são infinitas
angústias feitas tatos ardorosos.
E nada lhes responde: só a suspeita
de que tudo se escapa e de nós foge,
quando o oprimimos entre nossas mãos,
e sobe do calor daquela fronte.
A cabeça se entrega. É uma entrega absoluta?
O peso em nossas mão o insinua,
os dedos acreditam,
e querem convencer-se: palpam, palpam..
Mas uma voz obscura atrás da fronte
— nossa fronte ou a sua? —
nos fala que o mistério mais longínquo,
porque está assim tão perto, não se toca
com a carne mortal com que buscamos
bem na ponta dos dedos, bem ali,
a presença invisível.
Ao ter uma cabeça assim colhida
nada se sabe, nada,
somente que o futuro é quem decide
de nossa vida ou nossa morte,
atrás das pobres mãos assim enganadas
pela beleza do que ora sustentam.
Entre essas mãos tão cegas
que não podem saber. Cuja fé única
está em serem boas, em fazer carícias
sem cansar-se, e a ver se assim se ganham
quando a cabeça amada volte
a viver outra vez sobre seus ombros,
e pareça que nada entre as palmas lhes reste,
só o triunfo de nunca estar vazias.

 

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       LEMBRANDO  PEDRO  SALINAS,
MORTO NUM DISTANTE DEZEMBRO 

 

                                                         Izacyl  Guimarães  Ferreira

 

Em  sua  curta  vida ( 59  anos,  27  de  novembro  de  1892 – 20  de  dezembro  de 1951)

Pedro  Salinas  fez  poesia  e  crítica  literária  de   nível  alto  o  bastante  para  inscreve-lo  entre  os  mestres  do  século  XX  e  de  toda  a  literatura  espanhola.

 

Como  crítico, mais, como ensaísta  e historiador, bastariam  dois  livros  para  coloca-lo 

ao  lado  dos  grandes  de  sua  geração, a  do  27  espanhol, como  Dámaso, Bousoño,

Casalduero, Díaz-Plaja : seus  estudos  “Jorge  Manrique  o  tradición  y  originalidad  e

“Reality  and  the  poet  in  Spanish  poetry”.  Mas  Salinas  tem  ainda  o  ensaio  sobre

Darío  e  numerosos  “textos  menores”  reunidos  em  sua  “Literatura  Española  Siglo

XX”, entre  outros  esparsos  e  não  menos  importantes  estudos.

 

E  seu  acompanhamento  minucioso  e  exemplar  do  desenvolvimento  do  “Cántico” de

Jorge  Guillén  é  um  caso  à  parte  de  compreensão  crítica, aliada  à  admiração   pelo

trabalho  do  amigo.

 

Como  poeta, nove  livros, que  pela  temática, o estilo, a  evolução  mesma  de  sua  poé-

tica  a  professora  Belén  Morillo  agrupou  em  três  distintos  ciclos: de  1923  a  1931,

Presagios,Seguro  Azar, Fábula  y  Signo. De  1933  a  1938,  La  voz  a  ti  debida, Razón de  Amor,Error  de Cálculo .De  1938  a  1949, El  Contemplado, Todo  más  claro  e

Confianza.. Tais  livros  o  situam  junto  a  Guillén, Lorca, Alberti, Aleixandre, Cernuda ,

entre  os  maiores  “del 27”,geração  enriquecida  ainda  por  nomes  como  Dámaso, Diego,

León Felipe, Altolaguirre.

 

Entre  nós, no  Brasil, Pedro  Salinas  entrou  nesse  cone  de  sombra, tão  injusto, que  com

frequência  acompanha  os  poetas  mortos, daqui  ou  de  fora. Sei  da  existência  de  estu-

dos  acadêmicos  que  não  posso  registrar  sistematicamente, mas  cabe  mencionar  o  pio-

neiro texto, de  extraordinária  lucidez, de  Hélcio  Martins, tese  de  doutoramento, escrito

em  1954 :  “Pedro  Salinas – ensaio  sobre  sua  poesia  amorosa”. Devo  a  Hélcio, tão 

prematuramente  desaparecido, também  ele,  meu  especial  interesse  por  Salinas, e  de

seu  texto  reproduzo  alguns comentários, que  se  ajustam  a  traduções  que  fiz  há  anos.

A  tese   de  Hélcio  Martins  enfoca  sobretudo  os  livros   La  voz  a  ti  debida  e  Razón

de  amor, mas  vai  buscar  nos  tres  primeiros  livros  as  bases  conceituais  e  os  primei-

ros  procedimentos  da  poesia  vertiginosa  de  Salinas, uma  poesia  amorosa  fincada  na

realidade, uma  realidade  transformada  pela  alma.  São  palavras  de  Guillén : “Em  Salinas  tudo  se  submete  a  um  valor  primeiro, a  alma. /  A  poesia  de  Salinas  é  isso:

um  mundo  acompanhado  por  uma  alma. E  anota  Hélcio: 

 

“Salinas  estréia  adulto...quando  já  contava  30  anos. E  no  primeiro  poema  desse  livro

encontramos  já  formulada  brevíssima  arte  poética  que  entendemos   há  de  explicar  em  seu  completo  desenvolvimento  a  atitude  de  Salinas  como  criador  e  também  como  crítico  de  poesia.  Diz  assim :”                /        ......sua  tradução:

 

          Suelo. Nada  más.                                                  Chão. Nada  mais.

          Suelo. Nada  menos.                                              Chão. Nada  menos.

          Y  que  te  baste  con  eso.                                     E  que  isso  te  baste.

          Porque   en  el  suelo  los  pies  hincados,                Porque  no  chão  os  pés fincados,

          en  los  pies  torso  derecho,                                    nos  pés  o  torso  ereto,

          en  el  torso  la  testa  firme                                      no  torso  a  testa  firme

          y  allá, al  socaire  de  la  frente,                               e   além, ao  abrigo  da  fronte         

          la  idea  pura  y  en  la  idea  pura                             a  idéia  pura  e  na  idéia  pura

          el  mañana, la llave                                                  o  amanhã, a  chave

- mañana – de  lo  eterno.                                        -  o  amanhã -  do  eterno.

Suelo. Ni  más  ni  menos.                                       Chão. Nem  mais  nem  menos.

Y  que  te  baste  con  eso.                                      E  que  isso  te  baste.

 

 

Adiante  diz  o  doutorando: Para  o  poeta  “a  poesia  opera  sempre  com  a  realidade...

Toda  poesia  opera  sobre  uma  realidade  pelo  gosto  de  criar  uma  outra.”

 

Esta  atitude  é  flagrante  também  num  poema  do  segundo  livro, Seguro azar. O  poeta

vê, sente, pensa  a  lâmpada  sobre  sua  mesa, e  adota  a  postura  de  um  “espectador

transcendental”. Eis  o  objeto  e  seu  uso, o  objeto  e  sua  outra  realidade, seu  espírito

oculto, sua  alma. Eis  o  poema  “35  bujías” ...../             e  a  tradução  “35 velas”:

 

Sí. Cuando  quiera  yo                                                   Sim. Quando  eu  queira

la  soltaré. Está  presa                                                    a  soltarei  Está  presa

aqui  arriba, invisible.                                                      aqui  acima, invisível.

Yo  la  veo  en  su  claro                                                 Eu  a  vejo  em  seu  claro

castillo  de  cristal, y  la  vigilan                                        castelo  de  cristal, vigiada

cien  mil  lanzas – los  rayos                                             por  cem  mil  lanças – os  raios -

- cien  mil  rayos – del  sol. Pero  de  noche                     cem  mil  raios do sol. Mas de noite,

cerradas  las  ventanas                                                     fechadas  as  janelas

para  que  no  la  vean                                                      para  que  não  a  vejam

- guiñadoras  espías – las  estrellas,                                  - piscantes  espiãs – as  estrelas, 

la  soltaré. ( Apretar  un  botón. )                                     a  soltarei. (Apertar  um botão.)

Caerá  toda  de  arriba                                                     E  cairá  toda  lá  de  cima

a  besarme, a envolverme                                                 a  beijar-me, a  envolver-me

de  bendición, de  claro, de  amor, pura.                           de  bênçãos, de  claridade, de  amor,

En  el  cuarto  ella  y  yo no  más, amantes                                                                   / pura.

eternos,  ella  mi  iluminadora                                           E  no  quarto eu  e  ela  só, amantes

musa  dócil  en  contra                                                     eternos, ela  minha  iluminadora

de  secretos  en  masa  de  la  noche                                 musa  dócil  contra

- afuera –                                                                         os  segredos  em  massa  da  noite

descifraremos  formas  leves, signos,                                 - lá  fora -

perseguidos  en    mares  de  blancura                               decifraremos  formas  leves, signos,

por  mí, por  ella,  artificial  princesa,                                 perseguidos  em  mares  

amada  eléctrica.                                                                                            /de  brancura

                                                                               por  mim, por ela, artificial princesa,

                                                                                        amada  elétrica.

 

No  terceiro  livro, Fábula  y  Signo , Salinas  estabelecerá  as  relações   entre  o  finito  e  o  infinito, outra  forma  de  ver  as  duas  realidades  que  o  poeta  contempla, e  num  poema

que  Hélcio  Martins  nos  recorda   retomar  um  tema  tradicional ( presente  em  Ossian  e  Musset, por  exemplo ), vê  o  mundo  oculto  numa  máquina  de  escrever. É  o  tema  da 

harpa  da  Rima  VII  de  Bécquer, de  que  Salinas  se  afasta  ao  não  olhar  o  instrumento  romanticamente  e  sim  como  “espectador  perfeito”. Sem  frustração  frente  ao  objeto

“abandonado e  coberto  de  pó”  vê  no  teclado  um  potencial  de  “realizar  um  mundo”.

Eis  o  poema , “Underwood  Girls”....             /        .........e  sua  tradução...        

 

 

Quietas , dormidas  están                                      Estão  quietas, dormindo

las  treintas  redondas  brancas.                            as  trinta  redondas brancas.

Entre todas                                                           Entre todas                                                                                                            

sostienen  el  mundo.                                            sustêm  o  mundo.

Míralas  aquí  en  su  sueño,                                 Olhe-as  aqui  em  seu  sono ,

como  nubes,                                                       como  nuvens,

redondas, blancas, y  dentro                                 redondas, brancas, e  dentro

destinos  de  trueno  y rayo,                                 destinos  de  trovão  e  raio

destinos  de  lluvia  lenta,                                      destinos   de  chuva   lenta, 

de  nieve, de  viento, signos.                                 de  neve, de  vento, signos.

Despiértalas,                                                        Desperte-as

con  contactos  saltarines                                      com  contatos  dançarinos 

de  dedos  rápidos, leves,                                      de  dedos  rápidos, leves,

como  a  músicas  antiguas.                                   como  de  músicas  antigas.

Ellas suenan  otra  música :                                    Outra  música  elas  fazem :

fantasías  de  metal,                                               fantasias  de  metal,

valses  duros, al  dictado.                                       valsas  duras  ao  ditado.

Que  se  alcen   desde  siglos                                 Que  se  alcem  desde  os  séculos

todas  iguales, distintas                                           todas  iguais, distintas

como  las  olas  del  mar                                         como  as  ondas  do  mar

y  un  gran  alma  secreta.                                       e  uma  grande  alma  secreta.

Que  se  crean  que  es  la  carta,                            Que  acreditem  seja  a  carta,   

la  fórmula  como  siempre.                                     a  fórmula  de  sempre.

Tú  alócate                                                             Coloque

bien  los  dedos, y  las                                             bem  os  dedos  e  as

raptas  y  las  lanzas,                                                rapte  e  as  lance ,

a  las  treinta, eternas  ninfas                                    as  trinta, eternas  ninfas

contra  el  gran  mundo vacío,                                 contra  o  grande  mundo  vazio,

blanco  en  blanco.                                                 alvo  no  branco.

Por  fin  a  la  hazaña  pura,                                     Por  fim  a  pura  façanha

sin  palabras  sin  sentido,                                      sem  palavras,  sem  sentido

ese, zeta, jota, i ...                                                  esse, zê, jota, i ...

 

Essas  realidades  e essas  almas , eis  o  que  eu  cacei  - sem  saber  se  as  alcancei –

nestas  discretas  traduções, ora  revisitadas ao lembrar sua  morte num distante dezembro.

Mais  que  tudo  ou  menos  que  nada, homenagem  a um  poeta  de  quem  eu,  ainda  um  pouco  menino, ávido  leitor, aprendi  a  aprender  o  que  seria  poesia, matéria  que  ele, Salinas  o  poeta, deixava  para  pessoas   como  ele,  Salinas  o  ensaísta  e  historiador  de  poesia, explicar. 

 

Completo  esta  homenagem  com  uma  “Carta  a  Pedro  Salinas”, poema  escrito  há  pou-

cos  meses, ao  reler  as  traduções  que  acompanham  as  presentes  notas.

 

 

 

 

A  Pedro  Salinas

 

 

Foram  pétalas  de  seda

as  palavras  renascidas,

de  pele igual  mas  distintas

como  as  ondas  de teu  mar,

poeta  Pedro  Salinas

  1. sob  a  pera  de  cristal

de  uma  elétrica  princesa

dando  voz  a  tais  meninas:

as  brancas  redondas  teclas

( tuas  ninfas  de  metal )

amanhecendo  nos  dedos

fantasias  e  segredos.

 

Meio  século  depois,

com  minhas  Microsoft  girls

( dóceis  dançarinas  plásticas)

um  tanto  às  tontas  tateio

as  mil  aéreas  janelas

florescendo  luminosas.

 

Tateio  também, desperto,

             o  novelo  de  teu  verso 

  1. rio, fio  em  labirinto

onde  nunca  falta  a  luz,

essa  que  decifra  o  mundo

e  celebra  o  corpo  amado,

o  que   nele  se  transforma

em  júbilo, salvação

do  dia, vitória  última

 

É  um  ponteio  mudo  o  meu,

como  o  das  teclas  dormindo

sob  a  lâmpada  apagada.

Mas  não  há  noite  nenhuma,

na  memória  ou  na  leitura,

quando  te  ouço  dizendo

que  à  luz  do  poema, tudo,

tudo  está  muito  mais  claro

 

 

Izacyl  Guimarães  Ferreira.

 

 

 

 

 Página ampliada e republicada em novembro de 2008; ampliada em junho de 2016.



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