Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, Alicante, Espanha, 30 de outubro de 1910 - Alicante, 28 de março de 1942) foi um poeta e dramaturgo espanhol. Apesar de vir de uma família pobre e ter tido pouca educação formal, publicou seu primeiro livro de poesias aos vinte e três anos de idade e obteve considerável fama antes de sua morte.
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentro diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
Como o touro eu nasci só para o luto,
para a dor, como o touro estou marcado
por um ferro infernal em meu costado
e, varão, na virilha com um fruto.
Como o touro percebe diminuto
tudo o meu coração desmesurado,
e do rosto do beijo enamorado,
tal como o touro o teu amor disputo.
Como o touro recresço no castigo,
a língua em coração tenho banhada,
levo na gorja um vendaval sonoro.
Como o touro te sigo e te persigo,
e deixas meu desejo em uma espada,
como o touro burlado, como o touro.
TEXTO EN ESPANOL – TEXTO EM PORTUGUÊS
DIENTE DE LEÓN – cipselas de difusión poética. Director: Óscar Limache. Editor: Alfredo Ruiz Chinchay. Lima, Perú, Número 15, mayo 2013.
Las cárceles
I
Las cárceles se arrastran por la humedad del mundo,
van por la tenebrosa vía de los juzgados;
buscan un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen,
lo absorben, se lo tragan.
No se ve, que se escucha la pena de metal,
el sollozo del hierro que atropelan y escupen:
el llanto de la espada puesta sobre los jueces
de cemento fangoso.
Allí, bajo la cárcel, la fábrica del llanto,
el telar de la lágrima que no há de ser estéril,
el casco de los odios y de las esperanzas,
fabrican, tejen, hunden.
Cuando están las perdices más roncas y acopladas,
y el azul amoroso de las fuerzas expansivas,
un hombre hace memoria de la luz, de la tierra,
húmedamente negro.
Se da contra las piedras la libertad, el día,
el paso galopante de un hombre, la cabeza,
la boca con espuma, con decisión de espuma,
la libertad, un hombre.
Un hombre que cosecha y arroja todo el viento
desde su corazón donde crece un plumaje:
um hombre que es el mismo dentro de cada frío,
de cada calabozo.
Um hombre que ha soñado con las aguas del mar,
y destroza sus alas como um rayo amarrado,
y estremece las rejas, y se clava los dientes
en los dientes de trueno.
El hombre acecha (1939)
Em: El hombre acecha. Cancionero y romanceiro de
ausêencias.
Madrid: Ediciones Cátedra, 1984. p. 145-146
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
Cárceres
I
Os cárceres se arrastram pela umidade do mundo,
vão pela tenebrosa via dos julgados;
buscam um homem, buscam um povo, perseguem-no,
absorvem-no, engolem-no.
Não se vê, que se escuta a pena de metal,
o soluço do ferro que atropelam e cospem:
o pranto da espada posta sobre os juízes
de cimento turvo.
Alí, dentro do cárcere, a fábrica do pranto,
o tear da lágrima que na há de ser estéril,
o casco dos ódios e das esperanças,
fabricam, tecem, afundam.
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[ MELO NETO, João Cabral ] O CAVALO DE TODAS AS CORES # revista trimestral dirigida por ALBERTO DE SERPA e JOÃO CABRAL DE MELO NETO. Barcelona Espanha, número 1, janeiro de 1950. Inclui Inclui: "Nove canções católicas, por Pedro Homem de Mello; "A bomba atômica", por Vinicius de Moraes; "Cuatro poetas" [Antonio Machado, Frederico García Lorca, Miguel de Unamuno e Miguel Hernández], por R. Santos Torroella; Poesia", texto por José Régio/ "Xilogravura popular en Cataluña", por E. Tormo. Publicação inconsútil, duzentos exemplares. "João Cabral de Melo Neto ". Ex.bibl. Antonio Miranda.
Seleccionamos del libro el texto a seguir:
De
CUATROPOETAS
Poema de
R. SANTOS TORROELLA
MIGUEL HERNÁNDEZ
Sin Don ni torre, aunque Miguel lo mismo,
Miguel Hernández del alcor desciendes.
Tu rayo que no cesa, más que rayo,
fué la reja en el pecho que rompiese,
Como rompe las hazas el arado,
el humus de tu voz y la caliente .
entraña campesina de tus versos,
de tu sentir, tus prados y tus mieses...
Algo que vive aún de los poetas,
al nombrarlos, con su nombre vuelve.
Algo que está con ellos
a la par tras la vida y tras la muerte.
Algo que en sus palabras
quedó como semilla para siempre:
semilla de las torres, los arroyos,
los árboles, los surcos y las fuentes.
NOTAS
— al verso 26: Así se llamó a sí mismo Antonio Machado, en su poema RETRATO:...
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
— al verso 41: Colina de asfódelos, como Don Miguel repetía, quiere decir en vasco el apellido Unamuno.
— al verso 61: EL RAYO QUE NO CESA es el título del segundo libro poético de Miguel Hernández, publicado em 1936, por Manuel Altolaguirre.
Tradução de ANTONIO MIRANDA:
MIGUEL HERNÁNDEZ
Sem Dom nem torre, embora Miguel também,
Miguel Hernández do alcor* é descendente
Teu raio que não cessa, mais que raio,
foi a grade do peito que rompesse,
Como rompe as lâminas do arado,
o húmus de tua voz e a ardente.
entranha camponesa de teus versos,
de teu sentir, teus prados e tuas colheitas...
Algo que vive ainda dos poetas,
ao citá-los, com seu nome regressa.
Algo que está com eles
concomitante com a vida e depois da morte.
Algo que em suas palavras
ficou como semente para sempre:
semente das torres, os riachos,
as árvores, as sendas e as fontes.
*alcor – relacionado com o Alcorão; pequena estrela na cauda da Ursa-Maior. Outeiro, colina.
HERNÁNDEZ, Miguel. O raio que não cessa. Tradução de Alexandre Pilati. Brasília: Editora Universidade de Brasília, 2022. 112 p. 18 cm (Poetas do Mundo) ISBN 978-65- 5846-135-7
Ex. bib. Antonio Miranda
TEXTOS EM ESPAÑOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS
1
Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.
Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.
Mi sién, florido de balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.
Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.
Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.
¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.
Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.
Pero al fin podrá vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.
Sigue, pues, sigue, cuchillo,
volando, muriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.
13
Mi corazón no puede con la carga
de su amorosa y lóbrega tormenta
y hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie clamorosa que lo embarga.
Ya es corazón mi lengua lenta y larga,
mi corazón ya es lengua larga y lenta…
¿Quieres contar sus penas? Anda y cuenta
los dulces granos de la arena amarga.
Mi corazón no puede más de triste:
con el flotante espectro de un ahogado
vuela en la sangre y se hundo sin apoyo.
Y ayer, dentro del tuyo, me escribiste
que de nostalgia tienes inclinado
medio cuerpo hacia mí, medio hacia el hoyo.
27
Lluviosos ojos que lluviosamente
me hacéis penar: lluviosas soledades,
balcones de las rudas tempestades
que hay en mi corazón adolescente.
Corazón cada día más frecuente
en para idolatrar criar ciudades
de amor que caen de todas mis edades
babilónicamente y fatalmente.
Mii corazón, mis ojos sin consuelo
metrópolis de atmósfera sombría
gastadas por un río lacrimoso.
Ojos de ver y no gozar el cielo,
corazón de naranja cada día,
si más envejecido, más sabroso.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Alexandre Pilati
1.
Um carnívoro punhal
de asa doce e homicida
mantém seu voo desigual
ao redor de minha vida.
Raio de metal crispado
brilhantemente daninho,
recorta o meu costado
e nele faz triste ninho.
A minha fronte, balcão
florido da juventude,
negra está, e o coração
encerra decrepitude.
E tão grande é a desgraça
do raio que me rodeia,
que retorno à velha praça
como a lua vê minha aldeia.
Recolho nestas pestanas
sal da alma, sal do olho
e flores de filigranas
destas tristezas recolho.
Até mesmo nesta raia
vem perdição me buscar?
Teu destino é a praia
minha missão, a do mar.
Descansar deste labor
de vento, de amor, de inferno
não é possível, e a dor
fará meu pesar eterno.
Mas ao fim acho meu norte,
ave e raio secular,
coração, que nem de morte
alguém me faz duvidar.
Sigue, pois, segue, punhal,
voa, fere que algum dia
será o tempo areal
em minha fotografia.
13
Meu coração não pode com esta carga
de sua amorosa, lúgubre tormenta
e a minha língua transporta a sangrenta
espécie clamorosa que o embarga.
É meu coração língua lenta e larga,
meu coração é língua larga e lenta...
Queres contar suas penas? Aguenta
e caminha nos grãos da areia amarga.
Meu peito não suporta e tão triste:
no flutuante espectro de afogado
voa no sangue e afunda sem ofício.
E ontem, eu junto a ti, tu me disseste
que tens saudosa o corpo inclinado
metade a mim, metade ao precipício.
27
Chuvosos olhos que chuvosamente
penar me fazem: chuvosas saudades,
varandas destas rudes tempestades
que tem no coração adolescentes.
Coração cada dia mais frequente
em para idolatrar criar cidades
de amor que caem de minhas idades
babilonicamente e fatalmente.
Meu coração, meus olhos sem consolo,
metrópoles da forma mais sombria
roídas por um rio lacrimoso.
Olhos ao céu cheio de desconsolo,
coração de laranja, a cada dia,
quanto mais velho, mais é saboroso.
SEMINÁRIO NTERNACIONAL Miguel Hernández
aos 80 anos de sua morte (1910-1942)
"Paixão, dor e desejo na poesia de Miguel Hernández"
Universidade de Brasília 07 a 09 de novembro de 2022
Sylvia Cyntrão- Póslit/ IL-UnB
"Depois do amor"
Não pudemos ser. A terra
não pode tanto. Não somos
tudo a que se propôs o sol
no seu ensejo distante.
Um pé aproxima-se da claridade.
O outro insiste na escuridão.
Porque o amor não é perpétuo
em ninguém, nem sequer em mim.
O ódio aguarda a sua vez
no mais fundo do carvão.
Vermelho é o ódio e bem-nutrido.
O amor, pálido e solitário.
Cansado de odiar, amo-te
Cansado de amar, odeio-te.
É tempo de chuva, é tempo de chuva.
E num dia mais triste que todos,
triste por toda a terra,
triste de mim até ao lobo,
dormimos e acordamos
com um tigre entre os olhos.
Pedras, homens como pedras,
endurecidos e cheios de rancor
colidem no ar, onde
as pedras colidem subitamente.
Solidões que hoje retrocedem
e ontem juntavam os rostos.
Solidões que no beijo
guardam o rugido surdo.
Solidões para sempre.
Solidões desamparadas.
Corpos como um mar voraz,
contrariado, furioso.
Solitariamente atados
pelo amor, pelo ódio.
Os homens surgem pelas veias,
cruzam as cidades cheios de ira.
No coração tudo
se enraíza solitariamente.
Passos solitários ficam para trás
como se submersos, no fundo da água.
Só uma voz, ao longe,
sempre ao longe a ouço,
acompanha e força-me a ir em frente
como um pescoço acima dos ombros.
Só uma voz me arrebata
deste intricado andaime
de pelo retorcido
e eriçado que visto.
Ventos secos não
Podem secar sumarentos mares.
E o coração permanece
fresco no cárcere da sua colheita
porque essa voz é a arma
mais terna das correntes:
"Miguel, eu lembro-me de ti
depois do sol e do pó,
antes da própria lua,
túmulo de um sonho de amor."
Amor: afasta o meu ser
das suas primeiras ruínas,
e construindo-me, dita
uma verdade como um sopro.
Depois do amor, a terra.
Depois da terra, tudo.
The Selected Poems of Miguel Hemández: A Bilingual
Edition, edited byTed Genoways, University of
Chicago Press. Trad. Tatiana Faia
Fotografia de participantes do evento:
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Página publicada em abril de 2021