GARCILASO DE LA VEGA
(1499-1536)
(Toledo, 1501? - Niza, 1536) Poeta del llamado Siglo de Oro Español.. Perteneciente a una noble familia castellana, Garcilaso de la Vega participó ya desde muy joven en las intrigas políticas de Castilla. En 1510 ingresó en la corte del emperador Carlos I y tomó parte en numerosas batallas militares y políticas. Participó en la expedición a Rodas (1522) junto con Boscán y en 1523 fue nombrado caballero de Santiago.
En 1530 Garcilaso se desplazó con Carlos I a Bolonia, donde éste fue coronado. Permaneció allí un año, hasta que, debido a una cuestión personal mantenida en secreto, fue desterrado a la isla de Schut, en el Danubio, y después a Nápoles, donde residió a partir de entonces. Herido de muerte en combate, durante el asalto de la fortaleza de Muy, en Provenza, Garcilaso fue trasladado a Niza, donde murió.
Su escasa obra conservada, escrita entre 1526 y 1535, fue publicada póstumamente junto con la de Boscán, en Barcelona, bajo el título de Las obras de Boscán con algunas de Garcilaso de la Vega (1543), libro que inauguró el Renacimiento literario en las letras hispánicas. Sin embargo, es probable que antes hubiera escrito poesía de corte tradicional, y que fuese ya un poeta conocido.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
ESCRITO ESTÁ EN MI ALMA VUESTRO GESTO
Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo:
vos sola lo escribiste; yo lo leo
tan solo que aún de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien de que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
cuanto tengo confieso yo deveros;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
NO PIERDA MÁS QUIEN HA TANTO PERDIDO
No pierda más quien ha tanto perdido;
bástete, amor, lo que ha por mí pasado;
válgame agora haber jamás probado
a defenderme de lo que has querido.
Tu templo y sus paredes he vestido
de mis mojadas ropas, y adornado,
colmo acontece a quien ha ya escapado
libre de la tormenta en que se vido.
Yo había jurado nunca más meterme,
al poder mío y a mi consentimiento,
en otro tal peligro, como vano.
Mas del que viene no podré valerme;
y en esto no voy contra el juramento;
que ni es como los otros, ni en mi mano.
DE AQUELLA VISTA PURA Y EXCELENTE
De aquella vista pura y excelente
salen espirtus vivos y encendidos,
y siendo por mis ojos recibidos,
me pasan hasta donde el mal se siente.
Encuéntranse al camino fácilmente
con los míos, que de tal calor movidos,
salen fuera de mí como perdidos,
llamados de aquel bien que está presente.
Ausente, en la memoria la imagino;
mis espiritus, pensando que la vían,
se mueven y se encienden sin medida.
Mas no hallando fácil el camino,
que los suyos entrando derretían,
revientan por salir do no hay salida.
SEÑORA MÍA, SI YO DE VOS AUSENTE
Señora mía, si yo de vos ausente
en esta vida duro y no me muero,
paréceme que ofendo a lo que os quiero,
y al bien de que gozaba en ser presente.
Tras éste luego siento otro accidente,
que es ver que si de vida desespero
yo pierdo cuanto bien de vos espero,
y así ando en lo que siento diferente.
En esta diferencia mis sentidos
están en vuestra ausencia y en porfía.
No sé ya qué hacerme en mal tamaño.
Nunca entre sí los veo sino reñidos;
de tal arte pelean noche y día,
que sólo se conciertan en mi daño.
¡OH DULCES PRENDAS POR MI MAL HALLADAS!
¡Oh dulces prendas por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería,
juntas estáis en la memoria mía
y con ella en mi muerte conjuradas!
¿Quién me dijera, cuando en las pasadas
horas que en tanto bien por vos me vía,
que me habíades de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?
Pues en una hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes,
llevadme junto al mal que me dejastes.
Si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.
HERMOSAS NINFAS, QUE EN EL RÍO METIDAS
Hermosas ninfas, que en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas,
agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.
SI PARA REFRENAR ESTE DESEO
Si para refrenar este deseo
loco, imposible, vano, temeroso,
y guarecer de un mal tan peligroso,
que es darme a entender yo lo que no creo,
no me aprovecha verme cual me veo,
o muy aventurado o muy medroso,
en tanta confusión que nunca oso
fiar el mal de mí que lo poseo,
¿qué me ha de aprovechar ver la pintura
de aquel que con las alas derretidas
cayendo, fama y nombre al mar ha dado,
y la del que su fuego y su locura
llora entre aquellas plantas conocidas,
apenas en el agua resfriado?
EN TANTO QUE DE ROSA Y AZUCENA
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el tiempo helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
VEGA, Garcilaso de la. Poesías completas. Edición y notas Jorge Garaza Castillo. Prólogo y presentación de Francesc-Lluis Cardona. Barcelona: Edicomunicación, 1992. 189 p. 11 x 18 cm.
ISBN 84-7672-456-X Ex. bibl. Antonio Miranda
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
I
HABIÉNDOSE CASADO SU DAMA
Culpa debe ser quereros,
según lo que en mí hacéis;
mas allá lo pagaréis,
do no sabrán conoceros,
por mal que me conocéis.
Por quereros, ser perdido
pensaba, que no culpado;
mas que todo lo haya sido
así me lo habéis mostrado,
que lo tengo bien sabido.
¡Quién pudiese no quereros
tanto como vos sabéis,
por holgarme que paguéis
lo sque no han de conoceros
com lo que no conocéis!
III
A UMA PARTIDA
Acaso supo, a mi ver,
y por acerto quereros,
quien tal hierro fue a hacer,
como partirse de ver-vos
donde os dejaste de ver.
Imposible es que este tal,
pensando que os conocía,
supiese lo que que hacía,
cuándo su bien y su mal
juto os entregó en un día
Acertó acaso a hacer
lo que por conoceros
hiciera, no podia ser
partirse, y con solo veros
dejaros siempre de ver.
V
A UNA SEÑORA
QUE ANDANDO ÉL Y OTRO PASEANDO, LES ECHÓ UMA RED
EMPEZADA Y UM HUSO COMENZADO A HILAR EM ÉL Y DIJO
QUE AQUELLO HABÍA TRABAJADO TODO DEL DÍA.
De la red y del hilado
hemos de tomar, señora,
que echáis de vos en una hora
todo el trabajo passado.
Y si el vuestro se ha de dar
a los que se pasearen,
lo que por vos trabajaren
¿donde lo pensáis echar?
VI
GLOSA DE GARCILASO SOBRE ESTE VILLANCICO
¿Qué terstimonios son estos
que le quereis levantar?
Que no fue sino bailar.
¿Esta tienen por gran culpa?
No le fue a mi parecer
porque tiene por desculpa
que lo hizo la mujer.
Esta le hizo caer
mucho más que no el saltar
que hizo con el bailar.
VII
A BOSCAN
PORQUE ESTANDO EN ALEMANIA DANZÓ EN UNAS
BODAS
La gente se espanta toda
que hablar a todos distes,
que un milagro que hicistes
hubo de ser en la boda.
Pienso que habéis de venir,
si vais por este caminho,
a tornar el agua en vino,
como el danzar en reir.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Anderson Braga Horta e
Fernando Mendes Vianna
ESCRITO ESTÁ NESTA ALMA O VOSSO ROSTO
Tradução de Anderson Braga Horta
Escrito está nesta alma o vosso rosto,
e quanto eu escrever de vós desejo:
escreveste-lo só; tão só o leio
que nisso ainda de vós guardo um desgosto.
Eu nisso estou e estarei sempre posto,
que não cabendo em mim quanto em vós vejo,
o bem que não entendo, nele creio,
tomando assim a fé por pressuposto.
Eu não nasci senão para querer-vos;
minha alma vos talhou em tal medida
que por hábito da alma ter-vos peço;
quanto tenho confesso ora dever-vos;
por vós nasci, por vós mantenho a vida,
por vós hei de morrer, por vós pereço.
NÃO PERCA MAIS QUEM TANTO TEM PERDIDO
Tradução de Fernandes Mendes Vianna
Não perca mais quem tanto tem perdido;
baste-te, amor, quanto hei por ti passado;
valha-me agora nunca haver provado
o defender-me do que tens querido.
Do teu templo as paredes hei vestido
de minhas roupas úmidas, e ornado,
como acontece a quem tem já escapado
liberto da tormenta em que há vivido.
Tinha jurado nunca mais meter-me,
por meu poder e meu consentimento,
em outro tal perigo, como vão.
Mas do que vem não poderei valer-me;
e não vou nisto contra o juramento:
nem este é igual, nem está em minha mão.
DAQUELA VISTA PURA E EXCELENTE
Tradução de Fernando Mendes Vianna
Daquela vista pura e excelente
saem espíritos vivos e incendidos,
e sendo por meus olhos recebidos,
me passam até onde o mal se sente.
No caminho se encontram facilmente
com os meus, que de tal calor movidos
saem fora de mim como perdidos,
daquele bem chamados que é presente.
Ausente, na memória eu a imagino;
pensando meus espíritos que a viam,
já se movem e acendem sem medida.
Mas não achando fácil o caminho
que os seus, por ele entrando, derretiam,
rebentam por sair, mas sem saída.
SENHORA MINHA, SE EU, DE VÓS AUSENTE
Tradução de Fernando Mendes Vianna
Senhora minha, se eu, de vós ausente,
duro, e não morro de um viver tão fero,
parece-me que ofendo ao que vos quero
e ao bem do qual gozava em ser presente.
Trás este logo sinto outro acidente,
que é ver que se da vida desespero
eu perco quanto bem de vós espero,
e ando assim no que sinto diferente.
E nesta diferença meus sentidos
estão, em vossa ausência, e em porfia;
não sei já que fazer-me em mal tamanho.
Nunca os vejo entre si senão renhidos;
de tal sorte combatem noite e dia,
que apenas se concertam em meu dano.
Ó DOCES PRENDAS POR MEU MAL ACHADAS
Tradução de Anderson Braga Horta e
Fernando Mendes Vianna
Ó doces prendas por meu mal achadas,
doces e alegres quando Deus queria,
juntas estais-me na memória, e, um dia,
com ela em minha morte conjuradas!
Quem me dissera, quando nas passadas
horas que em tanto bem por vós me via,
que me houvéreis de ser em tão sombria
e tão severa dor representadas?
Pois numa hora junto me levastes
todo o bem cujo termo me infligistes,
levai-me junto o mal que me deixastes.
Ou pensarei que só me conferistes
tais bens e tantos porque desejastes
ver-me morrer entre memórias tristes.
BELAS NINFAS, QUE, NA ÁGUA SUBMERGIDAS
Tradução de Anderson Braga Horta
Belas ninfas, que, na água submergidas,
contentes habitais vossas moradas
de reluzentes pedras fabricadas
e em colunatas de cristal sustidas,
quer estejais lavrando embevecidas
ou tecendo essas telas delicadas,
quer algumas com outras apartadas
os amores contando-vos e as vidas:
deixai um pouco esse labor, alçando
vossas louras cabeças por fitar-me;
pouco vos detereis, do modo que ando:
não podereis de lástima escutar-me,
ou, convertido em água aqui chorando,
aí podereis com tempo consolar-me.
SE PARA REFREAR ESTE DESEJO
Tradução de Fernando Mendes Vianna
Se para refrear este desejo
louco, impossível, vão e temeroso,
e curar-me de um mal tão perigoso,
que é dar-me a entender quanto a medo almejo,
não me aproveita ver-me qual me vejo,
ou mui aventurado ou mui medroso,
em tanta confusão, que nunca ouso
fiar de mim meu mal, que me é sobejo,
que me aproveitará ver a pintura
daquele que, com as asas derretidas
caindo, fama e nome ao mar tem dado,
e a daquele que o fogo e que a loucura
chora entre aquelas plantas conhecidas,
apenas pelas águas resfriado?
ENQUANTO QUE DA ROSA E DA AÇUCENA
Tradução de Anderson Braga Horta e
Fernando Mendes Vianna
Enquanto que da rosa e da açucena
revela-lhes a cor o vosso gesto,
e que vosso mirar ardente, honesto,
incende o coração e, entanto, o frena;
e enquanto que o dourado da melena,
de áureo veio escolhido, em vôo presto
pelo formoso colo branco, em esto,
o vento move, esparze e desordena:
colhei da primavera lisonjeira
o doce fruto antes que o tempo airado
dos cabelos vos torne em neve o lume.
Murcha-se a flor no entardecer gelado,
a tudo a idade mudará ligeira
por não fazer mudança em seu costume.
Extraídos de POETAS DO SÉCULO DE OURO ESPANHOL: POETAS DEL SIGLO DE ORO ESPANHOL / Seleção e tradução de Anderson Braga Horta; Fernando Mendes Vianna e José Jeronymo Rivera; estudo introdutório de Manuel Morillo Caballero. Brasília: Thesaurus; Consejería de Educación y Ciência de la Embajada de España, 2000. 343 p. (Coleção Orellana – Colección Orellana; 12) ISBN 85-7062-250-7
Tradução de Antonio Miranda:
Traduzidos de:
VEJA, Garcilaso de la. Poesías completas. Edición y notas Jorge Garaza Castillo. Prólogo y presentación de Francesc-Lluis Cardona. Barcelona: Edicomunicación, 1992. 189 p. 11 x 18 cm. ISBN 84-7672-456-X Ex. bibl. Antonio Miranda
I
HAVENDO CASADO SUA DAMA
Culpa deve ser querer-vos,
conforme o que em mim fazeis;
mais adiante o pagareis,
por não saber conhecer-vos,
por pouco que me conheceis.
Por querer-vos, ser perdido
pensava, mas não culpado;
mas que tudo isso haja sido
assim me haveis mostrado,
que o tenho bem sabido.
Quem pudesse não querer-vos
tanto quanto vós sabeis,
por folgar-me que pagueis
o que não vão conhecer-vos
com o que não conheceis!
III
A UMA PARTIDA
Talvez soube, a meu ver,
e por acerto querer-vos,
quem tal ferro foi fazer,
como partir-se de ver-vos
onde os deixasse de ver.
Impossível é que este tal,
pensando que os conhecia,
soubesse o que fazia,
quando seu bem e seu mal
junto os entregou num dia.
Acertou talvez ao fazer
o que por si por conhecer-vos
fizera, e com apenas ver-vos
deixar-vos sempre de ver.
V
A UMA SENHORA
QUE ANDANDO ELE E OUTRO PASSEANDO, LANÇOU-LHE
UMA REDE E UM FUSO COMEÇADO A FIAR NELE E DISSE QUE NAQUILO HAVIA TRABALHADO TODO O DIA.
Da rede e do fio enfiado
temos que tomar, senhora,
que retirais de vós em uma hora
todo o trabalho passado.
E se o vosso se há de dar
aos que passarem,
o que por vós trabalharem
onde o pensais lançar?
VI
GLOSA DE GARCILASO SOBRE ESTE CÂNTICO
Que testemunhos são estes
que lhes quereis levantar?
Que mais foi senão bailar.
Esta têm como grande culpa?
Não foi assim no me parecer
porque tem como desculpa
que não o fez a mulher.
Esta o fez descer
muito mais que o não saltar
que fez com o bailar.
VII
A BOSCAN
PORQUE ESTANDO NA ALEMANHA DANÇOU NUMA BODA
A gente se espanta toda
pelo falar que a todos deste,
que um milagre que fizeste
teve de ser numa boda.
Penso que terás de vir,
se vais por este caminho,
a transformar água em vinho,
como o dançar em rir.
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