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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

POESIA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Universidad Complutense de Madrid

 

Foto: http://buenasnochesnuevaorleans.blogspot.com.br

ANA PÉREZ CAÑAMARES

 

Nació en 1968 en Santa Cruz de Tenerife, pero desde que tiene un año reside en Madrid. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid trabaja como administrativa para la Universidad Nacional de Educación a Distancia.1 Su carrera poética empieza con la publicación en el año 2007 del libro de poemas La alambrada de mi boca (Editorial Baile del Sol). En la misma editorial se publicó su primer libro de relatos En días idénticos a nubes y su segundo poemario, Alfabeto de cicatrices. En 2013 su poemario Las sumas y los restos fue «V Premio de Poesía Blas de Otero- Villa de Bilbao 2012».2

Libros:  (2007). La alambrada de mi boca. Baile del Sol; En días idénticos a nubes. Baile del Sol.; (2010). Alfabeto de cicatrices. Baile del Sol.; (2012). Entre paréntesis (Casi cien haikus). La Baragaña.; (2013). Las sumas y los restos. Devenir.; (2014). Economía de guerra. Ediciones Lupercalia.; (2016). De regreso a nosotros. Ed. Ya lo dijo Casimiro Parker.; (2016). Ley de conservación del momento.   Fuente: wikipedia

 

               TEXTOS EN ESPAÑOL   -   TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

DISIDENTES - ANTOLOGÍA DE POETAS CRÍTICOS ESPAÑOLES (1990-2014)  Selección y edición de Alberto García-Teresa.  Madrid: La Oveja Roja, 2015.  449 p.  13,5x21,5 cm.  ISBN 978-84-16227-04-4  Ex. bibl. Antonio Miranda

 

Las horas de la mañana son un tiempo justo.

 

Las horas del café y el pan

la levadura y los cuartos ventilados.

Las horas de la luz mullida

y los fantasmas fértiles.

Las del cartero y las flores

el hambre sana

y el rumor de las lavadoras.

Las horas de las mujeres

en la cola del pescado.

Las lentas mañanas del paseo

al paso lento del sol.

 

Sin embargo las horas de la tarde
se precipitan rápidas como desagües.
Son todo ya digestión y ocaso.
Sombras que no recuerdan
cómo levantarse del suelo.

 

Y son las tardes lo que me queda
después de vender la mañana
y que me la compren barato.

 

Las mañanas son

para quien no las trabaja.

 

                    De Las sumas y los restos (2013)

 

Bueyes

 

Si supieras del dolor en mi cuello

no dudarías de que los yugos invisibles

también pesan, y que cada día

del trabajo a casa voy trazando surcos

en los que no habrá de crecer cosecha.

 

De Alfabeto de cicatrices (2010)

 

 

 

Hijo mío

 

Que soy libre, me dicen.

Pero si quisiera tener otro hijo

tendría que llevarlo al banco de la esquina

porque suya es mi casa.

Mi niño llamaría padre al director

y madre a la cajera

aprendería a andar con una silla de oficinista
dormiría en un cajón del archivador
y yo sólo sería un pariente lejano
que le sonreiría desde mi puesto en la cola.
Me pasaría de vez en cuando con la excusa
[de ampliar la hipoteca

sólo para ver que tal me lo crían

cómo le afecta el aire acondicionado

si sabe poner un fax

y si el director le regala un juego de sartenes

por su cumpleaños.

 

 De La alambrada de mi boca (2007)

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda

 

 

As horas da manhã são um tempo justo

 

As horas do café e o pão
a levedura e os quartos ventilados.|
As horas da luz fofa
e os fantasmas férteis.
As do carteiro e as flores
a fome sã
e o rumor das máquinas de lavar roupa.
As horas das mulheres
na fila da peixaria.

As lentas manhãs do passeio
no passo lento ao sol.

Entretanto as horas da tarde
se precipitam rápidas como escoamento.
Tudo já como digestão e ocaso.
Sombras que não recordam
como levantar-se do chão.

 

E são as tardes o que me resta
depois de vender a manhã
e que compram barato.

 

As manhãs são
para quem as trabalha.

 

 

Bois

 

Se soubesses da dor em meu pescoço

não duvidarias de que o jugo invisível
também pesa, e que a cada dia
do trabalho para casa vou trazendo fendas
onde não haverá de crescer a colheita.

 

 

Filho meu

 

Que sou livre, me dizem.
Mas se quizesse ter outro filho
teria que levá-lo ao banco da esquina
porque sua já é a minha casa.
Meu menino chamaria de pai ao director
e mãe à caixeira
aprendería a andar com uma cadeira de escritório

dormiría numa gaveta do arquivista
e eu seria apenas um Parente distante
que sorria para ele de meu lugar na fila.
Seguiria de vez em quando com a desculpa
[de ampliar a hipoteca
apenas para ver que tal acreditariam
como o ar condicionado o afeta
se sabe enviar um fax
e se o diretor o presentei com um jogo de frigideiras
em seu aniversario.


Página publicada em abril de 2017


 

 



 
 
 
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