DOLORES VEINTEMILLA
(1829-1857)
Dolores Veintemilla de Galindo, privilegiada con notables talentos artísticos, pues cultivaba la música y manejaba con habilidad el pincel, es la poetisa sin par en nuestro Parnaso, la Sapho americana.
No obstante su hermosura, realzada por tan singulares talentos y dones naturales, su corta vida fue desgraciada pues falleció trágicamente en Cuenca, abandonada de su esposo, a quien reprochó en su inmortal poesía «Quejas», eco profundo de la agonía moral que la impulsó a quitarse la vida, en la noche fatal del 23 de mayo de 1857, a los 26 años, dejando como por casualidad un manojo de poesías inmarcesibles, las que recogió y publicó el conocido literato Celiano Monge (Producciones literarias. Quito, 1908
(Esta breve biografia aparece en diferentes sítios, siendo difícil definir su autoria...)
TEXTO EM ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
¡QUEJAS!
¡Y amarle pude!... Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma...
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho,
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos;
él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí, el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de abril.
Vivía de su vida aprisionada;
era el centro de mi alma el amor suyo,
era mi aspiración, era mi orgullo...
¿por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere;
sus caricias son frías como el hielo.
Es mentira su fe, finge desvelo...
Mas no me engañará con su ficción...
¡Y amarle pude delirante, loca!
¡No! mi altivez no sufre su maltrato;
y si a olvidar no alcanzas al ingrato
¡te arrancaré del pecho, corazón!
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Solon Borges dos Reis
QUEIXAS
E amá-lo pude! Ao sol da existência
mal se entreabria sonhadora a alma...
Perdeu meu pobre coração a calma
desde o fatal instante em que o achei.
Cantaram-me no ouvido suas palavras
como música suave e deliciosa;
Subiu-me ao rosto o rubor da rosa;
Como a folha na árvore, vacilei.
No sonho sua imagem me acenava,
envolvendo-me sempre e apaixonada;
Mil vezes surpreendeste, mãe amada,
nesta boca um suspiro abrasador;
Quem o arrancava de meu peito? — ele...
ele, a fascinação dos meus sentidos,
o ideal dos meus sonhos mais queridos,
o meu primeiro e ardoroso amor.
Sem ele, para mim, o campo amigo
invés de flores me doava abrolhos;
Sem ele, eram sombrios para meus olhos
do sol os raios que nos traz abril.
Vivia de sua vida apaixonada;
Seu amor era o centro de minha alma;
A minha aspiração e o meu orgulho...
Por que tão logo me esquecia o vil?
Seu amor já não tenho, e é de outra.
E as carícias tão frias como o gelo;
Mentira é sua fé, finge desvelo...
Mas não me enganará sua ficção.
E amá-lo pude, delirante, louca!
Para a altivez poupar ao seu mau trato,
e se não podes esquecer o ingrato,
te arrancarei do peito, coração!
Página publicada em fevereiro de 2008 / Poesia equatoriana |