RAFAEL DEL CASTILLO MATAMOROS
Nació en Tunja, Colombia, en 1962. Escritor y editor. Licenciado en Español y Literatura por la Universidad Pedagógica Nacional. Adelantó estudios de Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. Fundador y director de la revista de poesía Ulrika y de los Cuadernos Literarios de dicha publicación. Fundador y coordinador del Encuentro Internacional de Escritores: Presencia Viva de la Poesía que se realiza todos los años, desde 1992, en Bogotá y otras ciudades colombianas.
A partir de 1988 dicta talleres de poesía (tanto virtuales como presénciales) para la Casa de Poesía Silva, entidad donde también ha impartido cursos de actualización sobre la lírica colombiana e iberoamericana contemporáneas para educadores.
Libros de poesía publicados: Canción Desnuda (Fundación Simón y Lola Guberek, 1985), El ojo del silencio (Cuadernos de Poesía Ulrika, 1985), Entre la oscuridad y la palabra (Cooperativa Editorial Magisterio, 1991), Animal de Baldío (Cooperativa Editorial Magisterio, 1999), Animal de Baldío (Antología, www.literaturadigital.com , 2000). Del Castillo ha publicado también las antologías de poesía latinoamericana recogidas bajo el nombre de Presencia viva de la poesía (Vols. 1, 2 y 3), Rostros de la palabra – Poesía colombiana (Cooperativa Editorial Magisterio, 1990, 1995, 1999), Colombia, antología poética (Editorial Tierra Firme - Cooperativa Editorial Magisterio, 1998). Coordinador general de la antología de poesía en CD rom que bajo el título de Poesía Colombiana publicó la Casa Silva en el 2.000. Actualmente prepara, también en CD rom, una antología de la poesía iberoamericana contemporánea y otra de narradores colombianos.
Fuente de la biografia: www.literaturaecuatoriana.com
“Su sensibilidad, su solidaridad, sus medias palabras, quisieran compartir el mundo, como un brindis o una simple caminata”. Guillermo Alberto Arévalo
Poemas extraídos de la obra Antología Poética Brasil – Colômbia (para conocernos mejor), organizada por Aguinaldo José Gonçalves (Brasil) e Juan Manuel Roca (Colombia). São Paulo: Editora UNESP; Medellín: Asociación de Editoriales Universitárias de Colombia – Sseuc- Universidad de Antioquia, 1996.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
LOS SILENCIOS
Pero la poesía no
sólo el doloroso caer de la lluvia
un poco de alcohol,
el verbo inerme
Sombras, silencio, miedo,
Tiempo para um poco de alcohol...
Pero de la poesía nada
el verbo especta
y de la poesía nada
nada hoy
que llovizna tan cruel y el hombre tiembla...
Hay quienes acuden pese al mal tiempo a su trabajo,
se va a las prostitutas hacer señas a los transeuntes silenciosos,
alguien enciende um cigarrillo contra el viento:
fuego particular que a nadie da calor
qua a ninguno ilumina...
RECREO
Para Laura y Gabriel del Castillo
El olor de los libros de los niños
de los libros que se guardan en un pupitre
entre cáscaras de naranja y lápices quebrados
há vuelo a mi
y he revoloteado sobre mi mesa de trabajo
como un avión de papel que planease en el aula
en la infância
como uma travesura...
CANCIÓN
Todos los días se parte
Todos los días se deja atrás un muelle
Una casa desde cuya puerta se te dice
Adiós
Y acaso se te quiera unos instantes.
Todas las noches alguien te recuerda
Y baja por la escalera de su corazón
Hasta la hoguera que encendió
Contigo.
Poemas del libro inédito (en 1995...) La palabra encendida.
EL CADÁVER
II
Yo muero dolorosamente en cada despedida
pero ella necesita tocar con sus dos manos cuanto existe
y hace maletas
y emprende largos viajes
de los que regresa cargada de rumores
de voces extranjeras
y nostalgias
que va colgando en todas las paredes
que guarda entre sus libros y
sus cofres
III
Pienso
que tal vez
sin darme cuenta
estoy preso en uno de los cofres de la casa
que soy algo más de lo que guarda como recuerdo de sus viajes
algo que saca de cuando en cuando de su encierro
algo que mira
que acaricia como a un gato
algo que un día se perderá entre tantas cajas
entre tantos papeles
entre tantos objetos que el olvido va adoptando
entre tanto cadáver.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
OS SILÊNCIOS
Mas a poesia não
apenas o doloroso cair da chuva
um pouco de bebida alcoólica,
o verbo inerme
Sombras, silêncio, medo,
Tempo para um pouco de bebida alcoólica...
mas de poesia nada
o verbo especta
ma de poesia nada
nada hoje
que chuvisco tão cruel e o homem treme...
Tem quem acuda apesar do mau temo em seu trabalho,
vêm-se as prostitutas fazer sinais para os transeuntes silenciosos,
alguém acende um cigarro contra o vento:
fogo privado que não aquece ninguém
que a ninguém ilumina...
RECREIO
Para Laura e Gabriel del Castillo
O cheiro dos livros das crianças
dos livros que guardamos na carteira
entre cascas de laranja e lápizes quebrados
um vôo a mim
que esvoaça sobre a mesa do escritório
como um avião de papel que plainasse na sala de aula
na infância
como uma travessura...
CANCÃO
Todos os dias partimos
Todos os dias deixamos para trás o cais
Uma casa de cuja porta te dizemos
Adeus
E acaso se te queira um instante.
Todas as noites alguém te recorda
E desce pela escada de seu coração
Até a fogueira que acendeu
Contigo.
O CADÁVER
II
Eu morro dolorosamente em cada despedida
mas ela precisa tocar com as duas mão quanto existe
y faz as malas
e sai em longas viagens
das quais regressa carregada de rumores
de vozes estrangeiras
e saudades
que vai dependurando pelas paredes
que guarda entre os livros e
nos cofres
III
Penso
que talvez
sem perceber
estou preso num dos cofres da casa
que sou algo mais do que guarda como lembrança das viagens
algo que retira de vez em quando de seu retiro
algo que mira
que acaricia como a um gato
algo que um dia vai se perder entre tantas caixas
entre tantos papéis
entre tantos objetos que o esquecimento traga
entre tanto cadáveres.
Página publicada em fevereiro de 2008. |