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JOSÉ RAMÓN MERCADO
nació en Ovejas, Sucre, Colombia, el 19 de marzo de 1937. Poeta, narrador, dramaturgo y profesor universitario. Se graduó en Ciencias Sociales y Económicas en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1963. También realizó estudios de Lingüística y Literatura en la Universidad de Cartagena. Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: El cielo que me tienes prometido, 1983; Agua del tiempo muerto, 1996; Árbol de levas, 1996; La noche del nocaut, 1996; Los días de la ciudad, 2004; y Agua erótica, 2005. Como cuentista, ha publicado, entre otros: Las mismas historias, 1974, Premio Nacional de Cuento José Eustasio Rivera; y Perros de presa, 1978, Premio Concurso Nacional Universidad Surcolombia, Neiva.
En el prólogo a su libro Los días de la ciudad el crítico José Manuel Vergara expresa: « Uno siente los pasos del poeta rondando por los sitios más inesperados de la ciudad, mostrándola tal cual es con sus pincelazos de luz y sombra, dejando al descubierto una realidad que no se aprecia a simple vista por la vida atolondrada que discurre por sus calles, avenidas, plazas, tabernas y murallas» y más adelante, afirma: «Este poeta ha escuchado solitario el paso del tiempo que todo lo corroe, desgasta y vuelve tristes a la ciudad y a los seres que la habitan, mientras la tarde languidece con su color a muerto, más allá de las murallas y del postrer canto de los pájaros. Mercado es un poeta minucioso. Le gusta desmenuzar la realidad hasta tocar fondo, compadeciéndose unas veces de su soledad; otras veces, mirando la agonía impotente de los demás, pero siempre lamentándose de que la ciudad se haya convertido en una cloaca que respira muerte por los cuatro costados»
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
MERCADO, José Ramón. No solo poemas. Bogotá: Ediciones Punto Rojo, 1970. 80 p. 12x17 cm.
CAL VIVA DE RECUERDOS
Ángeles malos o buenos que no sé
te arrojaron de mi alma.
Rafael Alberti
Sobre los hilos del alambre
del patio
suspendido del viento
—verde y fresco —
las rápitas del hijo
cuelgan
como un sueño muy tierno
Y el aire tiene
un hálito de su piel
y su aliento puro
¿e olor a limoncillo
aletea en mi mano
como una paloma
Y el recuerdo en las cosas
y el silencio
poblado de pájaros
y la muerte
en la herida del amigo
(no me explico por qué
nunca sabremos nada)
giran en las aspas del recuerdo
Y me quedo encalado
(en cierta zona del sueño)
como una pared blanca
besando al hijo
que duerme en las rodillas
SINFONÍA FINAL DEL OLVIDO
Tú me encontraras
hijo del padre
aunque viaje
a través de las ciudades
y los hombres
a través de los libros
y todos los silencios
a través de los pezones
y los besos
y las bayonetas
y los uniformes.
La imagen de tu rostro
existirá en mi olvido.
Solo la muerte es definitiva.
CANCIÓN PARA INICIAR EL VERANO
Gotea el verano
(la música del viento)
Y los pájaros rompen la brisa
y se hunden mis raíces en la tierra
Gotea el verano
(una desolación total)
y los cuerpos jadean tumbados
(frente al mar)
Gotea el verano
(un raudal de vientos arruinados)
y los pájaros emigran
contra el viento
Gotea el verano
(un sol de silencio)
y van cayendo los pájaros
sobre el gris del mar
Y los vientos
y el yodo
y la desolación
y la música del viento
giran en los laberintos de la luz
Los pájaros emigran
y se hunden mis raíces frente al mar
ESPEJO
Los niños
miran su rostro
en el espejo
del charco
y tiembla la imagen
turbia del futuro
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
CAL VIVO DE RECORDAÇÃO
Ángeles malos o buenos que no sé
te arrojaron de mi alma.
Rafael Alberti
Sobre os fios de arame
do pátio
suspenso do vento
— verde e fresco —
as roupinhas do filho
dependuradas
como um sonho muito meigo
E o ar tem
um hálito de sua pele
e seu alento puro
esvoaça em minha mão
como uma pomba
E a recordação nas coisas
e o silêncio
povoado de pássaros
e a morte
na ferida do amigo
(não me explico porquê
nunca saberemos nada)
giram nas aspas da lembrança
E eu fico caiado
(em uma zona de sonho)
como uma parede branca
beijando o filho
que dorme de joelhos
SINFONIA FINAL DO OLVIDO
Goteja o verão
(a música do vento)
E os pássaros rompem a brisa
e afundam minhas raízes na terra
Goteja o verão
(uma desolação total)
e os corpos latejam tombados
(frente ao mar)
Goteja o verão
(um sol de silêncio)
e vão caindo os pássaros
sobre o cinza do mar
E os ventos
e o iodo
e a desolação
e a música do vento
giram nos labirintos da luz
Os pássaros emigram
e se fundem minhas raízes frente ao mar
ESPELHO
Os meninos
olham seu rosto
no espelho
e treme a imagem
turva do futuro
Página publicada em dezembro de 2014
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