Foto: Jorge Giraldo Ramíez
JAIME JARAMILLO PANESSO
Entre los personajes de Medellín, hay pocos tan versátiles como Jaime Jaramillo Panesso. Abogado y académico, político hace 40 años y fundador de organismos no gubernamentales hace 25, melómano profesional y poeta aficionado, periodista de toda la vida y cronista de ciudad, hombre público y buen amigo. Se le conoce como columnista, tanguero, activista, escritor, bohemio en otros tiempos, hombre de carácter y mesurado.
Textos extraídos do livro “Antipoemas del malevo” divulgados na revista EL TÚNEL”, março de 2014.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
Recomendaciones
Cuida tu boíso y el celular,
cuida tu cadena de oro
y el dije de la Virgen del Kilo.
Cuida mejor todavía
la puntería y el pulso
de tu mano derecha.
Cuida el motor y el acelerador,
las gafas oscuras,
la chapa con el nombre nuevo.
Cuida el chaleco protector.
Y no olvides nunca,
pero nunca
llevar municiones de repuesto
y una bala lista
en el cargador.
El herido
En la policlínica
yo soy el que ordeno, señor.
Dijo el médico residente.
En el barrio mando yo,
dijo el hombre que acompaña
al herido moribundo.
Y como yo traje a este man
que se le va la maldita vida,
usted, señor doctor,
se pone las pilas o se muere.
Dígale a sus enfermeras
que consigan una pieza
y le pongan los cuidados,
el oxígeno, los vendajes
y la inyección que necesite.
Muévase doctor.
Así señaló
con la punta de una pistola,
mientras el hombre moría
por tantas balas en el cuerpo
recibidas, alojadas.
E! médico de urgencia
llevó al herido en una camilla
hasta el quirófano
seguido por una pistola
y un malevo que la portaba.
Pero ni la pistola
ni los médicos lo pudieron salvar.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Recomendações
Cuida teu bolso e o celular,
cuida teu cordão de ouro,
e o ditado de Virgem do Quilo.
Cuida melhor ainda
a pontaria e o pulso
de tua mão direita.
Cuida o motor e o acelerador,
os óculos escuros,
a placa com o nome novo.
Cuida do colete protetor.
E não esqueça nunca,
nunca mesmo
de levar munição de reposto
e uma bala pronta
no carregador.
O ferido
Na policlínica
eu sou o que ordena, senhor.
Disse o médico residente.
No bairro mando eu,
disse o homem que acompanha
o ferido moribundo.
E como eu trouxe este man
cuja vida vai-se maldita,
você, senhor doutor,
ponha as pilhas ou morre.
Diga às suas enfermeiras
que consigam um lugar
e lhe ponham seus cuidados,
o oxigênio, as bandagens
e a injeção que necessite.
Mova-se doutor.
Assim assinalou
com a ponta de uma pistola,
enquanto o homem morria
por tantas balas no corpo
recebidas, alojadas.
O médico de urgência
levou o ferido numa maca
até a sala de cirurgia
seguido por uma pistola
e um malevo* que a portava.
Mas, nem a pistola
nem os médicos puderam salvá-lo.
Malevo: malfeitor, delinquente.
Página publicada em dezembro de 2014.
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