FERNANDO LINERO
Fernando Linero Montes (Santa Marta – Colombia, 1957).
Poeta y músico. Estudió Filosofía y Letras y dirección musical en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Consejo editorial de la revista Ulrika. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Sonata del sonámbulo (1980), La risa del saxo (1985), Guijarros (1990), Aparte de amor (1993), Palabras para el hombre (1998), Lecciones de fagot (2004), Experto en tachaduras (2010), Cuaderno de insectos y otros poemas (2011), My Harmonica sounds (antología bilingûe, 2011), La risa del saxo y otros poemas (2014, antología de la Colección de La Universidad Externado de Colombia), y Acaso por el canto (2016) antología publicada en la Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo con motivo de su homenaje por el XXIV Festival Internacional de Poesía de Bogotà.
TEXTOS EN ESPANOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS
ANTOLOGIA POÉTICA BRASIL – COLÔMBIA (PARA CONOCERNOS MEJOR). Organizadores Aguinaldo José Gonçalves, Juan Manuel Roca. São Paulo: Editora UNESP – Universidade Estadual de São Paulo; Medellin, Asociación de Editoriales Universitárais de Colombia – Aseuc – Universidad de Antioquia, 1996. ISBN 85-7139-132-7 Ex. bibl. Antonio Miranda
ENTRE LAS PIEDRAS DE LA TIERRA
Nada sé de los cielos
que sostengo con mis torpes palabras.
Plantada en tierra está mi savia
cantando sin espera de nada.
Anhelos que subieron conmigo desde el mar
resplandecientes como campos de avena
los ha vencido el tiempo y la desidia.
A veces una imagen distante
se aviene con dificultad
a las laderas de mi canto:
mi madre tras el limonero
tendendo ropas en los muros del verano
amontonando tristezas en su brazo libre.
A veces un sueño,
el que me encuentra con mis muertos
acurrucados al sol
vagamente atentos a un zumbido de insectos.
A veces una risa ya perdida
que en mis oquedades se demora
y con dificultad escala las faldas de mi canto
por donde va volando la saudade.
Nada sé de los cielos
que sostienen a mis torpes palabras.
Entre las piedras de la tierra está mi hoguera.
CREENCIA
Se necesita de una alta creencia
para seguir por el camino de las horas
con un sol negro que se abate implacable.
¿Cómo llenar algo hasta los bordes
cuando al arbitrio de las moscas
la muerte ebria danza
y el frío expulsa las brasas del hogar
y desaparecen los hechizos
las altas hierbas colmadas de inocencia?
Se necesita de una alta creencia
para llenar algo hasta los bordes.
Acaso el zumbido de un insecto
en el escaso vuelo de lo cotidiano.
LA VENTANA
Por un ángulo de la ventana
vemos la inclinación de sus hombros
cruzar las doradas orillas del día.
Con las golondrinas de Marzo parte el amigo.
No existe ley alguna que pueda unificar
el sueño de los hombres
desamparadamente atados al riesgo de la vida,
como aquel que en un campo de trigo
se dispara un tiro en el pecho.
Ahora la ventana respira tristeza de astromelias.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
ENTRE AS PEDRAS DA TERRA
Nada sei de céus
que sustento com minhas rudes palavras.
Plantada na terra está minha seiva
cantando sem esperar por nada.
Anseios que subiram comigo desde o mar
resplandecentes como campos de aveia
vencido o tempo e a desídia.
Às vezes uma imagem distante
aproxima-se com dificuldade
até as ladeiras de meu canto:
minha mãe detrás do limoeiro
estendendo roupas nos muros do verão
acumulando tristezas em seu braço livre.
Às vezes um sonho,
que me encontra com meus mortos
expostos ao sol
vagamente atentos a um zumbido de insetos.
Às vezes um sorriso já perdido
que em minhas cavidades demora
e com dificuldade escala às faldas de meu canto
por onde vai voando a saudade.
Nada sei de céus
que sustentam as minhas rudes palavras.
Pelas pedras da terra está minha fogueira.
CRENÇA
Se necessita uma elevada crença
para seguir pelo caminho das horas
com um sol negro que se abate implacável.
Como preencher algo até as orlas
quando ao arbítrio das moscas
a morte ébria dança
e o frio extingue as brasas do lar
e desaparecem os feitiços
das altas ervas lotadas de inocência?
Se necessita de uma elevada crença
para encher algo até as orlas.
Talvez o zumbido de um inseto
no escasso voo do quotidiano.
A JANELA
Por um ângulo da janela
vemos a inclinação de seus ombros
cruzar as douradas margens do dia.
Com as andorinhas de Março parte o amigo.
Não existe lei alguma que consiga unificar
o sonho dos homens
desamparadamente atados ao risco da vida,
como aquele que em um campo de trigo
dispara um tiro em seu peito.
Agora a janela respira tristeza de astromelias.
Página publicada em agosto de 2020
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