FERNANDO HERNÁNDEZ VÉLEZ
Poeta colombiano, traductor y sociólogo, nació en Pereira, en 1955. Egresado de la Universidad de Nueva York. En la actualidad pertenece al Comité Editorial de la revista Puesto de Combate.
Premio de Poesía Nacional 2014 recebido no Festival realizado na cidade de Riosucio, Colômbia.
.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
ANGELUS
“No digas tu verdad ni al más amado,
No demuestres temor ni almas temido,
No creas jamás que te hayan querido,
Por mas besos que te hayan dado.”
Almafuerte
Soy un ángel.
He bebido de la copa del Santo Grial,
me he sentado junto al trono de la Virgen María,
he robado del plato de un niño;
como padrino de la boda, dormí con la novia,
he vendido mis órganos vitales por adelantado.
He visto en el horizonte,
en las mañanas de domingo con cielos nublados,
los cuatro jinetes disfrazados de rosas amarillas,
(no hablarían conmigo).
Yo hundí mi puñal de marfil
en el pecho de Julio César, no estuvo mal.
En esta foto en blanco y negro
soy el que se encuentra a la derecha,
el que está sosteniendo la Biblia, el sombrero,
las lagartijas, el cerebro en el frasco.
Soy el que se está riendo con desprecio a tus espaldas,
listo a atacar con mi preciado puñal.
VISITACIONES
Anoche visite
hombres desnudos en estado de reposo
que hablaban sigilosamente sobre
el color saludable de tus amigos.
Vi mujeres exquisitamente vestidas
cosiendo ropas de hojalata para niños por nacer;
parejas frágiles haciendo el amor
dentro de ataúdes de metal;
divinidades vestidas de ejecutivos
que revisaron mi cuerpo minucionsamente con lupas,
en busca de las manchas que nos deja la muerte
al asestar su golpe,
Anoche llegué tarde a casa
cansado de conversar sobre lugares donde ir
cuando uno pierde el control de su alma.
Fue una noche para ir en busca de la inmortalidad,
formas de sobrevivir a estos tiempos de mezquindad,
fue uma noche para visitar casas funerárias,
anfiteatros, clínicas para los que están desahuciadamente sin hogar.
EL BOSQUE PETRIFICADO
Descubrí hace tiempo
que soy un hombre
hecho de constelaciones y contradicciones,
habitado por árboles de ojos amarillos
y plantas que al crecer interrumpen mi delirio.
Por las tardes me despierto atemorizado
contemplando la interminable lucha de mis sueños;
en los anocheceres,
derrotado por el latir del tiempo
y por el estridente ruido de mis huesos,
me pregunto dónde habrán ido a parar
mis fieles guerreros y mis dientes.
Y tarde en la noche,
cuando sufro de calambres y tormentas,
me levanto de repente de mi cama
con deseos de batirme a muerte
con la muerte.
OSIRIS
Siento que me muero por pedazos:
ahora una costilla, luego um ligamento,
anteriormente el Iris de mis ojos.
Siento que me sepulto por etapas:
ayer mis años de infância,
el mês pasado mi primer beso y mucho antes
mi último sueño roto;
esta mañana mi fe en todo.
Estoy en el umbral del último dolor
y nada ni nadie me devuelve,
no hay regreso. Me siento desmembradamente ilógico.
Me da miedo de que me entierren solo;
a ver si pueden hablar con mi mejor amigo,
con mi amante predilecta,
con la prostituta de zapatos de cuero rojo
que el domingo pasado me dijo: “no te preocupes
Alejandrito, yo te extrañaré enterito”.
EL NOMBRE DE LAS COSAS
¿Qué esta encerrado en el nombre de un hombre?
Una forma de llamarlo;
“que vanga fulano de tal,
que te quiere ver Isabel.”
El nombre de tu nombre es diferente a mi nombre.
Con el nombre se evita el tocar a un hombre
en el hombro para que nos atienda
y no se asombre.
El nombre que le ponen al hombre
es una forma de atormentarlo:
“que te quiero Rosenann.”
“que me haces falta Juan.”
“que te vayas Fernando.”
Con tu nombre o sin él
siempre te estaré esperando.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ANGELUS
“Não digas tua verdade nem ao mais amado,
Não demonstres temor nem ao mais temido,
Não creias jamais que foste querido
Por mais beijos de amor que te tenham dado”.
Alamafuerte
Sou um anjo.
Bebi do vaso do santo Graal,
sentei junto ao trono da Virgem Maria,
roubei do prato de comida de um menino;
como padrinho de boda, dormi com a noiva;
vendi meus órgão vitais por antecipação.
Eu vi no horizonte,
Nas manhãs de domingo de céus nublados
os quatro ginetes disfarçados de rosas amarelas,
(não falariam comigo).
Enterrei meu punhal de marfim
no peito de Júlio César, nada mal.
Nesta foto em branco e preto
Sou o que se vê à direita,
o que está segurando a Bíblia, o chapéu,
as lagartixas, o cérebro no frasco.
Sou o que esta rindo com desprezo atrás de ti
Pronto para atacar com um apreciado punhal.
O BOSQUE PETRIFICADO
Percebi já faz tempo
que sou um homem
feito de constelações e contradições,
habitado de árvores de olhos amarelos,
e plantas que ao crescer interrompem o delírio.
Pelas tardes desperto assustado
contemplando a interminável luta de meus sonhos;
dos amorteceres,
derrotado pelo pulsar do tempo
me pergunto onde foram parar
meus fiéis guerreiros e meus dentes…
E tarde pela noite
Quando sofre de câimbras e tormentas,
me levanto de repente da cama
com desejo de brigar até morrer
com a morte.
VISITAÇÕES
Ontem à noite visitei
homens despidos em estado de repouso
que falavam sigilosamente
da cor saudável de seus amigos.
Vi mulheres delicadamente vestidos
cosendo roupas de lata para crianças por nascer;
casais frágeis fazer amor
dentro de ataúdes de metal;
divindades vestidas como executivos que revistaram
como lupas meu corpo minuciosamente
em busca das manchas que a morte nos deixa ao encetar seu golpe.
Ontem à noite cheguei tarde à casa
cansado de conversar sobre lugares por visitar
que se perde o controle da própria alma.
Foi uma noite para ir em busca de imortalidade,
formas de sobreviver a estes tempos de mesquinharia,
foi uma noite para visitar as funerárias,
anfiteatros, clínicas para os que estão desconsoladamente sem lar.
OSÍRIS
Sinto que morro aos pedaços:
agora uma costela, em seguida um ligamento,
antes a íris de meus olhos.
Sinto que me sepulto por etapas:
ontem meus anos de infância,
no mês passado meu primeiro beijo e muito antes
meu último sonho roto;
nesta manhã minha fé em tudo.
Estou no umbral da última dor
e nada nem ninguém me devolve,
não tem regresso. Sinto-me desmembradamente ilógico.
Tenho medo de que me enterrem sozinho;
vamos ver se podem falar com meu melhor amigo.
com minha amante predileta,
com a prostituta de sapatos de couro vermelho
que no domingo passado me disse: “não te preocupes
Alejandrito, vou sentir falta de ti inteirinho.”
O NOME DAS COISAS
Que encerra o nome de um homem?
Uma forma de chamá-lo;
“que venha fulano de tal,
Que Isabel deseja te ver.”
O nome de teu nome é diferente do meu nome.
Com o nome se evita o tocar no ombro
de um homem para que nos atenda
e não se assuste.
O nome que dão a um homem
é uma forma de atormentá-lo:
“eu te quero, Roseann.”
“tu me fazes falta, Juan.”
“vai embora, Fernando!”
Com teu nome ou sem ele
sempre estarei te esperando.
Página publicada em julho de 2008
|