FERNANDO DENIS
(José Luis González Sanjuán). Poeta y traductor colombiano. Su obra poética es reunida en el libro El vino rojo de las sílabas (2007).
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
PUEDE EL ARTE SER INVISIBLE?
“Aquello que te mostro la noche en su crrepúsculo”.
Tristán e Isolda
Ya los sagrados mitos que conspiran
en el sueño del mundo te anuncian.
El tiempo invulnerable lego su clepsidra
a las estrellas,
y esse oro brillará toda la noche para urdir
otra y otra calle
cuya duración es mi miedo y mi esperanza,
mientras las horas cambian como el mar
y crece el verso que deberá acompañarte hasta el fin.
Los dos tallaremos en el instante,
en los colores del instante,
la forma que evocará nuestro destino
bajo el álgebra de Dios;
y será más virtuosa la soledad
cuando diga tu nombre,
y soñará el tiempo que ya te há visto,
que eres igual a este abrazo inmenso.
Tú, con el mar ardiendo en los ojos, me dirás:
“Vine a mostrarte los colores de las cosas que sueñas”.
A punto de perderme en el incesante crepúsculo te diré:
“El color de perderme tus ojos después de Haber leído Tristán e Isolda”.
LA CASA EN LA ARENA
¿Por qué no vienes ahora y miras
entre las acácias y los estanques
esta casa de oro viejo y de música
que levante con un verso de Virgilio?
¿Por qué no tocas con tus lluvias,
con la sal de tus mares, con tus colores
traídos de regiones extrañas
la casa del sentido y del lenguaje?
¿Por qué no la decoras com tus palabras?
mira la nube roja sobre la verdeante conífera
que arroja zafiros em el lago.
He habitado la soledad y la fiebre
en hermosos lugares
y en los espejos.
Entra en esta casa habitada por signos,
por sueños que han atrapado la densidad del mundo
y por niños que se esconden en tu mano.
Extraído de la revista LUNA DE LOCOS,
- Revista de Poesía. Año 10, n. 18. Pereira, Colombia, 2008.
Dirección de Giovanny Gómez.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
PODE A ARTE SER INVISÍVEL?
“Aquilo que te mostrou a note em seu crepúsculo.”
Tristão e Isolda
Já os sagrados mitos que conspiram
no sonho do mundo te anunciam.
O tempo invulnerável legou sua clepsidra
às estrelas,
e esse ouro brilhará toda a noite para urdir
outra e outra rua
cuja duração é meu medo e minha esperança,
enquanto as horas mudam como o mar
e cresce o verso que deverá acompanhar-te até o fim.
Nós dois talharemos no instante,
nas cores do instante,
a forma que evocará nosso destino
sob a álgebra de Deus;
e será mais virtuosa a solidão
quando diga teu nome,
e sonhará o tempo que já te viu,
que és igual a este abraço imenso.
Tu, com o mar ardendo nos olhos, me dirás:
“Vim mostrar-te as cores das coisas que sonhas”.
A ponto de perder-me no incessante crepúsculo direi:
“A cor de teus olhos depois de haver lido Tristão e Isolda”.
A CASA NA AREIA
Por que não vens agora e olhas
entre as acácias e os reservatórios
esta casa de ouro velho e de música
que construí com um verso de Virgílio?
Por eu não tocas com tuas chuvas,
com o sal de teus mares, com tuas cores
trazidas de regiões estranhas
a casa do sentido e da linguagem?
Por que não a decoras com tuas palavras?
Olha a nuvem rubra sobre a verdejante conífera
Que lança safiras no lago.
Eu habitei a solidão e a febre
em lugares formosos
e nos espelhos.
Entra nesta casa habitada por signos,
por sonhos que fisgaram a densidade do mundo
e por crianças que se esconderam em tua mão.
Página publicada em julho de 2008
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