EDUARDO GÓMEZ
Nació en Miraflores, Boyacá, Colombia, en 1932. Ha sido director de publicaciones de Colcultura, y crítico de teatro en el diario El Tiempo y colaborador de la Radiodifusora Nacional Colombiana. Desde 1976, es profesor de literatura europea en la Universidad de Los Andes, donde dirigió la revista Texto y Contexto. Ha publicado siete libros de poesía: Restauración de la palabra (1969), El continente de los muertos (1975), Movimientos sinfónicos (1980), El viajero innumerable (1985), Historia baladesca de un poeta (1989), Las claves secretas (1998) y Faro de luna y sol (2003). La ciudad delirante, su antología poética reciente, salió por la editorial Trafo, de Alemania.
TORMENTA DE PRIMAVERA
Salgamos al aire libre
en la ciudad de los parques y de los estadios
de las ciclovías donde el tráfico brutal
es reemplazado por el diálogo cordial de deportistas
que sonríen con blancos dientes y se esfuerzan
con músculos bronceados por el sol.
(Hay un canto tácito en el ritmo de las bicicletas
y un contrapunto de piernas y torsos nervudos).
Recojámonos fervientes bajo árboles añosos
en los bosques que mantienen a raya el acero y el cemento
para conversar pausadamente como en tiempos remotos
y bajo cielos abiertos cosechar fugaces besos
rodeados de ciudad y custodiados por las máquinas.
Salgamos al aire libre de las avenidas
que podrían conducir a horizontes de grandeza
(hay un himno potente en los trenes en marcha
que se lanzan repletos de sueños a la espera,
hay una tensión endurecida hacia lo alto
en la soberbia delirante de los rascacielos.
los muertos están lejos, sepultados
y nutren quizás los grandes árboles.
Es muy alto el precio de la plenitud.).
Que la desdicha de millones se amalgame
para las construcciones de la ciudad futura.
Esa ciudad que ya ha comenzado con los coros
que exaltan las búsquedas febriles en los coliseos
en las universidades y en las bibliotecas clandestinas.
Que la fuerza irresistible de quienes escriben con su sangre
haga brotar jardines poblados de niños, fuentes y pájaros
y de los sollozos de las madres puedan nacer flores purpúreas.
Que de la fuerza y la gracia desperdiciada de millones
surja algo como un río de potencia irreductible
que se abra paso hasta el Centro donde todo se entrecruza
y participe en la danza colosal de los océanos del mundo.
REQUIEM SIN LLANTO
Hace un mes comenzó tu muerte
y desde el primer día
los niños juegan en los parques como siempre
y tu habitación fue alquilada
a un obrero grandote y parrandero
y todo parece igual en las calles
aunque tu rostro palidece cada vez más en el recuerdo.
Cuando la oscuridad me rodea en la noche
me concentro angustiado en revivirte
reconstruyo tu rostro cerrando los ojos y crispando los puños
mas solamente flotas al final de un jardín iluminado por la luna
y es en vano porque no pronuncias palabra
y tu imagen tiembla y se borra
como cuando tocamos los paisajes
que el agua quieta refleja.
Las gentes trabajan
conversan
pasan a mi lado
y sus ojos resbalan sobre mí indiferentes.
Pienso que son crueles
pero luego recuerdo que no te conocieron
que no me saben portador de la tremenda noticia
y aunque te hubieran conocido y amado
acaso podrían hacer algo que no fuese su vida?
Nuestro mundo comienza a ser joven
nuestro mundo solamente ama
aquellos muertos que le han dado más vida.
Por eso no escaparás al olvido
por eso es tan difícil retenerte
por eso es tan fácil
llenar el vacío dejado por ti.
Tu vida fue inocente
y tu muerte no estremece.
Es apenas una sonrisa que la niebla va esfumando
un eco melodioso que se pierde en oscuros corredores
a donde ya no podremos seguirle.
EDUARDO GÓMEZ E ANTONIO MIRANDA NO FESTIVAL
INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLIN
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
RÉQUIEN SEM PRANTO
Há um mês teve início tua morte
e desde o primeiro dia
as crianças brincam nos parques como sempre
e teu quarto foi alugado
a um operário enorme e festeiro
e tudo continua igual pelas ruas
embora teu rosto empalidece cada vez
mais na lembrança.
Quando a escuridão me ronda de noite
me concentro angustiado cem relembrar-te
reconstruo teu rosto fechando os olhos e
crispando os punhos
mas apenas flutuas no fundo do jardim
iluminado pela lua
e é em vão porque não pronuncias palavra alguma
e tua imagem treme e se apaga
como quando tocamos as paisagens
que a água quieta reflete.
As pessoas trabalhem
conversam
pensam por mim
e seus olhos resvalam sobre mim indiferentes.
Penso que são cruéis
mas então lembro que não te conheceram
que não percebem que sou o portador da tremenda notícia
e mesmo que tivessem te conhecido e amado
acaso poderiam fazer algo que não fosse sua vida?
Nosso mundo começa a ser jovem
nosso mundo tão somente ama
aqueles mortos que lhe deram mais vida.
Por isso não escaparás do olvido
por isso é tão difícil deter-te
por isso é tão fácil
preencher o vazio deixado por ti.l
Tua vida foi inocente
e tua morte não estremece.
É apenas um sorriso que a névoa vai desfazendo
um eco melodioso que se perde em escuros corredores
aonde já não poderemos seguir.
TORMENTA DE PRIMAVERA
Saiamos ao ar livre
na cidade de parques e de estádios
das ciclovias onde o trânsito infernal
é substituído pelo diálogo cordial dos esportistas
que sorriem com dentes alvos e se esforçam
com músculos tostados de sol.
Recolhamo-nos fervilhantes sob árvores antigas
nos bosques que mantêm à linha o aço e o cimento
para conversar pausadamente como em tempos remotos
e debaixo de céus abertos colher beijos fugazes
cercados pela cidade e custodiado pelas máquinas.
Saiamos ao ar livre das avenidas
que poderiam conduzir aos horizontes de grandeza
(há um hino potente nos trens em marcha
que se lançam repletos de sonhos à espera,
há uma tensão endurecida para o alto
na soberba delirante dos arranha-céus).
Que a desdita de milhões se amalgame
para as construções de cidades misteriosas.
Que a força irresistível dos que escrevem com seu sangue
faça brotar jardins e inesgotáveis labirintos.
Que da força e graça desperdiçada de milhões
surja um rio de potência irredutível
que abra passagem até o Centro onde tudo se entrecruza
e participe da dana dos oceanos do mundo.
Página publicada em julho de 2008
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