Fotografia de Mariana Mathews
ROSABETTY MUÑOZ
Nace en Ancud en 1960. Desde su titulación como Profesora de Castellano ha ejercido labores de docencia en distintos establecimientos educacionales de Chiloé y participado activamente del desarrollo cultu ral del sur de Chile.
Ha publicado Canto de una oveja del Rebaño, Ediciones Ariel, Santiago (1981); En Lugar de Morir, Editorial Cambio (1987); Hijos, Editorial El Kultrún, Valdivia (1991); Baile de Señoritas, El Kultrún (1994); La Santa, historia de su elevación. Lom ediciones (1998); Sombras en el Rosselot, LOM ediciones (2002)y Ratada , LOM ediciones (2005).
Su poesía también ha sido incluida en diversas antologías, entre ellas: Un ángulo del mundo. Muestra Poética, Encuentro Iberoamericano de Poesía, RIL (1993); Veinticinco Años de Poesía Chilena, Calderón, Harris, Calderón, Fondo de Cultura Económica (1996); Antología del Poema Breve en Chile, Floridor Pérez, compilador, Editorial Grijalbo (1998); Escritoras Chilenas, Linda Koski, Editorial Cuarto Propio (1998); Antología de Poetas Chilenas, Eugenia Brito, Dolmen Ediciones (1998); Antología Poética de Mujeres Hispanoamericanas (Siglo XX), Idea Vilariño (compiladora), Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo (2001).
Ha recibido distinciones por su trabajo, algunas de ellas son: Mención de Honor en el Premio Municipal de Poesía de Santiago (1992- 1999); Mención de Honor, Premio Pablo Neruda (1996); Premio Pablo Neruda, por el conjunto de su trabajo (2000); Beca Fundación Andes (2000); Premio Consejo Nacional del Libro por Sombras en El Rosselot, como mejor obra inédita(2002); Obtiene Beca para escritores profesionales del Consejo Nacional del Libro y la lectura (2005) para escribir texto poético “En Nombre de Ninguna”.
Poemas extraídos de la revista chilena LA PATA DE LIEBRE, dirigida por el poeta Aristoteles España: www.lapatadeliebre.cl
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
MUERTOS QUE TRANSITAN
a Jorge Torres
Ciertos muertos se llevan sus objetos preciados
o vuelven
para dejarlos caer
cambiarlos de lugar.
Lloran en los rincones
por el retrato de la amada.
Abren cajones giran llaves encienden luces
Y, sin embargo,
nada les devuelve el ardor.
Les parece carne la página de un libro
sangre, la luz que atraviesa los visillos,
músculo el brazo del sillón.
Sólo ellos, ciegos y terrosos
son puro residuo evanescente
LA FLOR DE LA DICHA
Aquí, a orillas de la mesa
con la ventana entreabierta
y una tetera silbando monocorde,
el instante despliega su andamiaje.
Descanso el rostro sobre el brazo
y me dejo recorrer por esta paz.
Ya antes de todo, ahí
en ese sitio
estaba concentrada la plenitud.
El fuego, la luz, los objetos amados
reunidos en capullo
se abren sin aspavientos.
Es la flor de la dicha
que estalla unos segundos
y perfuma, al extinguirse,
los demás momentos del día.
BASURA
Ahora tenemos aquí
una bolsa negra que contiene un niño.
Sabemos que sufrió.
Que se retorcía.
Que se le pegaba el nailon
en la abertura de la boca.
No alcanzó a reír.
No alcanzó a colgar
de la ternura de un pezón.
De
Rosabetty Muñoz
BAILE DE SEÑORITAS
Valdivia, Chile: El Kultrún, 1994. 60 p.
Pisadas en la arena.
La visión no es clara
pero supone un pueblo hundido
por el peso de la culpa.
El enrarecido aroma
de huesos deshechos
y ojos circulando clandestinos.
Cedemos el territorio amado
dejamos del regocijo
un residuo parecido al cansancio.
Perspectiva.
Donde se fija la mirada
aparece una herida.
La grieta palpitante,
un ojo abierto hacia los otros.
La culpa es un cuervo sobrevolando
la ceguedad.
A veces, apenas, un estremecimiento
del eterno orificio cósmico
situado en el ardor
remitido a sí mismo
estallando continuamente.
De
Rosabetty Muñoz
EN NOMBRE DE NINGUNA
Valdivia: Ediciones Kultrún, 2006
s.p. formato 23,5x24,5 cm
ISBN 978-9567-2917-6-2
Apartar los Zumbidos
Hay que referirse también al incesto.
Ese destierro de ciego
internándose en la oscuridad de la sangre.
Se tantea el origen
entre figuras descabezadas
y restos de géneros empapados.
Hay que hablar del miedo
de la descomposición de la memoria.
Hay que dar cuenta de un niño
en un paisaje borroso.
A su alrededor,
numerosos troncos quemados.
No es tiempo de amarrar la lenguar.
No es tiempo del zumbido necio
de la decepción.
Antonio Miranda e Rosabetty Muñoz en Granada, NIcaragua, durante el Festival Internacional de Poesía de Granada 2014.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
MORTOS QUE TRANSITAN
a Jorge Torres
Certos mortos levam seus objetos favoritos
ou voltam
para deixá-los cair
trocá-los de lugar.
Choram pelos rincões
Pelo retrato da amada.
Abrem gavetas giram chaves acendem luzes
E, no entanto,
nada lhes devolve o ardor.
Acham que é carne a página de um livro
Sangue, a luz que atravessa as cortinas,
músculo o braço do sofá.
Só eles, cegos e terrestres
são puro resíduo evanescente.
A FLOR DA FORTUNA
Aqui, à beira da mesa
com a janela entreaberta
e a chaleira silvando monocórdica,
o instante desdobra seus andaimes.
Recosto o rosto sobre o braço
E me deixo recorrer por esta paz.
Já antes de tudo, aí
neste lugar
estava concentrada a plenitude.
O fogo, a luz, os objetos amados
Reunidos em casulo
se abrem com estardalhaço.
É a flor da dita
que estala uns segundos
e perfuma, ao extinguir-se,
os demais momentos do dia.
LIXO
Agora temos aqui
uma sacola preta que contém uma criança.
Sabemos que sofreu.
Que se mexia.
Que o náilon pregava
na abertura da boca.
Nem chegou a rir.
Nem alcançou a sentir
a ternura de um peito materno.
Perspectiva.
Até onde alcança a mirada
aparece uma ferida.
A fenda pulsante,
um olho aberto para os demais.
A culpa é um corvo sobrevoando
a cegueira.
Às vezes, apenas um estremecimento
do eterno orifício cósmico
situado no ardor
recolhido a si mesmo
estalando continuamente.
De Baile de Señoritas
' Traducción de Antonio Miranda
Pegadas na areia.
A visão não é nítida
mas pressupõe um povo afundado
pelo peso de sua culpa.
O aroma rarefeito
de ossos desfeitos
e olhos circulando clandestinos.
Cedemos o território amado
deixamos do regozijo
um resíduo parecido com o cansaço.
De Baile de Señoritas
Traducción de Antonio Miranda
Afastar os Zumbidos
Deve-se referir também ao incesto.
Esse desterro de cego
internando-se na escuridão do sangue.
Sondar a origem
entre figuras descabeçadas
e restos de gêneros encharcados.
Deve-se falar do medo
da decomposição da memória.
Deve-se dar conta de um menino
na paisagem em penumbra.
Arredor dele,
numerosos troncos queimados.
Não é hora de amarrar a língua.
Não é hora do zumbido néscio
da decepção.
De En Nombre de Ninguna |