Fuente: www.periodismo.uchile.cl
PEDRO LASTRA
Nasceu en Chile, en 1932, en Quilota y desde 1972 vive en Nueva York. Poeta e professor Emérito de la State University of New York at Stony Brook. Algunas de sus publicaciones poéticas son Y éramos inmortales (1969, 1974), Cuaderno de la doble vIda (1984), Travel Notes (1991, 1993) y cuatro diferentes ediciones de Notícias del extranjero (1979, 1982, 1992, 1999).
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LOS ESCUCHAS
Antonio de Zuñiga acostumbrava
explicar su gramática ante don Juan de Zuñiga,
mestre de Alcántara,
según se ve un claro grabado de la época.
Dichoso aquel grabado
de los hombres que escuchan junto a don Juan de Zuñiga
esa lección de amor por la lengua que hablaban,
porque ellos no verían
alzarse con gran ruido la torre de Babel
sombría,
abrumadora,
sus galerías y desfiladeros
donde se multiplican
ecos más crueles,
voces fantasmales.
VOLCANES
Silenciosas figuras,
tan distantes,
en lugares de encuentro
del misterio y la tierra
NADIE
No pensaba en la muerte Ulises
cuando dijo
que su nombre era Nadie.
Ulises,
diestro en ardides y en sabidurías
no pensaba en la muerte,
no quería sentir el desorden del mar
ni el engañoso
ir y venir del viento de las islas.
Ulises dijo Nadie
y conjuró en el nombre
toda la desolación y toda guerra
porque alguien lo esperaba
en la región que es uno y es todos los lugares
ayer y todavía.
Extraídos de la revista LUNA DE LOCOS, n. 17, año 9, Pereira, Colombia, 2007, dirigida por Giovanny Gómez.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
OS ESCUTAS
Antonio de Nóbrega costumava
explicar sua gramática para Juan de Zuñiga,
mestre de Alcântara,
conforme se nota numa clara gravura de época.
Afortunada aquela gravura
dos homens que escutam junto a dom Juan de Zuñiga
Essa lição de amor pela língua que falavam,
porque eles não veriam
elevar-se, com grande ruido, a torre de Babel
sombria,
abrumadora,
suas galerias e desfiladeiros
onde se multiplicam
os ecos mais cruéis,
vozes fantasmas.
VULCÕES
Figuras silenciosas,
tão distantes,
em lugares de encontro
do mistério e da terra.
NINGUÉM
Não pensava na morte, Ulisses,
quando disse
que seu nome era Ninguém.
Ulisses,
mestre em ardis e em sabedorias
não pensava na morte,
não queria sentir a desordem do mar
nem o enganador
ir e vir do benito das ilhas.
Ulisses disse Ninguém
e conjurou no nome
toda a desolação e toda guerra
porque alguém o esperava
na região que é um e todos os lugares
ontem e ainda.
Página publicada em agosto 2007
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