SIN SEÑAL DE VIDA
¿Para qué dar señales de vida?
Apenas podría enviarte con el mozo
un mensaje en una servilleta.
Aunque no estés aquí.
Aunque estés a años sombra de distancia
te amo de repente
a las tres de la tarde,
la hora en que los locos
sueñan con ser espantapájaros vestidos de marineros
espantando nubes en los trigales.
No sé si recordarte
es un acto de desesperación o elegancia
en un mundo donde al fin
el único sacramento ha llegado a ser el suicidio.
Tal vez habría que cambiar la palanca del cruce
para que se descarrilen los trenes.
Hacer el amorS
en el único Hotel del pueblo
para oír rechinar los molinos de agua
e interrumpir la siesta del teniente de carabineros
y del oficial del Registro Civil.
Si caigo preso por ebriedad o toque de queda
hazme serías de sol con tu espejo de mano
frente al cual te empolvas
como mis compañeras de tiempo de Liceo.
Y no te entretengas
en enseñarle palabras feas a los choroyes.
Enséñales sólo a decir Papá o Centro de Madres.
Acuérdate que estamos en un tiempo donde se habla en voz baja,
y sorber la sopa un día de Banquete de Gala
significa soñar en voz alta.
Qué hermoso es el tiempo de la austeridad.
Las esposas cantan felices
mientras zurcen el terno
único del marido cesante.
Ya nunca más correrá sangre por las calles.
Los roedores están comiendo nuestro queso
en nombre de un futuro
donde todas las cacerolas
estarán rebosantes de sopa,
y los camiones vacilarán bajo el peso del alba.
Aprende a portarte bien
en un país donde la delación será una virtud.
Aprende a viajar en globo
y lanza por la borda todo tu lastre:
Los discos de Joan Baez, Bob Dylan, los Quilapayún,
aprende de memoria los Quincheros y el 7º de Línea.
Olvida las enseñanzas del Nido de Chocolate, Garfield o el Grupo Arica,
quema la autobiografía de Trotsky o la de Freud
o los 20 Poemas de Amor en edición firmada y numerada por el autor.
Acuérdate que no me gustan las artesanías
ni dormir en una carpa en la playa.
Y nunca te hubiese querido más
que a los suplementos deportivos de los lunes.
Y no sigas pensando en los atardeceres en los bosques.
En mi provincia prohibieron hasta el paso de los gitanos.
Y ahora
voy a pedir otro jarrito de chicha con naranja
y tú
mejor enciérrate en un convento.
Estoy leyendo El Grito de Guerra del Ejército de Salvación.
Dicen que la sífilis de nuevo será incurable
y que nuestros hijos pueden soñar en ser economistas o dictadores.
SEM SINAIS DE VIDA
Para que dar sinais de vida?
Podia tão somente enviar-te com o mensageiro
um aviso num guardanapo.
Mesmo que não estejas aqui.
Ainda que estejas a anos-sombra de distância
te amo de repente
às três da tarde,
na hora em que os loucos
sonham com ser espantalhos vestidos de marinheiro
espantando nuvens nos trigais.
Não sei se recordar-te
é um ato de desespero ou elegância
em um mundo onde o fim
é o único sacramento que chegou a ser o suicídio.
Talvez devêssemos mudar a alavanca do cruzamento
para que os trens descarrilem.
Fazer o amor
no único hotel da cidade
para ouvir ranger os moinhos d’água
e interromper a sesta do tenente de carabineiros
e do oficial do Registro Civil.
Se vou preso por embriaguez ou toque de queda
hazme serías o sol com teu espelho portátil
diante do qual te empoas
como minhas colegas do tempo de Liceu.
E não te distraias
ensinando palavras feias aos periquitos.
Ensine apenas a dizer Papai ou Centro das Mães.
Lembra-te de que vivemos um tempo onde se fala em voz baixa,
e sorver a sopa em dia de Banquete de Gala
significa sonhar em voz alta.
Que belo é o tempo da austeridade!
As esposas cantam felizes
enquanto cerzem o terno
único do marido cessante.
Nunca mais correrá sangue pelas ruas.
Os roedores estão comendo nosso queijo
em nome de um futuro
onde todas as panelas
estarão transbordantes de sopa,
e os caminhões vacilarão sob peso da aurora.
Aprenda a comportar-te bem
num país onde a delação será uma virtude.
Aprenda a viajar em globo
e lance pela beirada todo teu lastro:
os discos de Joan Baez, Bob Dylan, Los Quilapayún,
aprenda de memória Los Quincheros e o 7º de Linha.
Esqueça os ensinamentos do Ninho de Chocolate, Garfield ou do Grupo Arica,
queime a auto-biografia de Trotsky ou a de Freud
ou os 20 Poemas de Amor em edição assinada e numerada pelo autor.
Lembra-te que não me agradam os artesenatos
nem dormir numa barraca na praia.
E nunca deverias querer
mais que os suplementos esportivos das segundas-feiras.
E não sigas pensando nos entardeceres nos bosques.
Em minha província proibiram até a passagem dos ciganos.
E agora
vou pedir um copo de chicha* com laranja
e tu
melhor recolhe-te a um convento.
Estou lendo O Grito de Guerra do Exército da Salvação
Dizem que a sífilis de novo será incurável
e que nossos filhos podem sonhar com ser economistas ou ditadores.
* chicha: bebida alcoólica feita de uva.
CUENTO SOBRE UNA RAMA DE MIRTO
Había una vez una muchacha
que amaba dormir en el lecho de un río.
Y sin temor paseaba por el bosque
porque llevaba en la mano
una jaula con un grillo guardián.
Para esperarla yo me convertía
en la casa de madera de sus antepasados
alzada a orillas de un brumoso lago.
Las puertas y las ventanas siempre estaban abiertas
pero sólo nos visitaba su primo el Porquerizo
que nos traía de regalo
perezosos gatos
que a veces abrían sus ojos
para que viéramos pasar por sus pupilas
cortejos de bodas campesinas.
El sacerdote había muerto
y todo ramo de mirto se marchitaba.
Teníamos tres hijas
descalzas y silenciosas como la belladona.
Todas las mañanas recogían helechos
y nos hablaron sólo para decirnos
que un jinete las llevaría
a ciudades cuyos nombres nunca conoceríamos.
Pero nos revelaron el conjuro
con el cual las abejas
sabrían que éramos sus amos
y el molino
nos daría trigo
sin permiso del viento.
Nosotros esperamos a nuestros hijos
crueles y fascinantes
como halcones en el puño del cazador.
CONTO DE UM RAMO DE MIRTA
Era uma vez uma donzela
que adorava dormir no leito de um rio.
E sem medo passeava pelo bosque
porque levava na mão
uma jaula com um grilo guardião.
Para espera-la eu me convertia
em casa de madeira de seus antepassados
levantada às margens de um brumoso lago.
As portas e as janelas sempre estavam abertas
mas apenas o primo Porqueiro nos visitada
que nos trazia de presente
gatos preguiçosos
que às vezes abriam seus olhos
para que víssemos passar por suas pupilas
cortejos de bodas caipiras.
O sacerdote havia morrido
e todo ramo de mirta murchava.
Tínhamos três filhas
descalças e silenciosas como a beladona.
Recolhiam ervas
e nos falaram para dizer
que um ginete as levaria
a cidades cujos nomes nunca conheceríamos.
Mas nos revelaram o conjuro
com o qual as abelhas
saberiam que éramos seus amos
e o moinho
nos daria trio
sem permissão do vento.
Nós esperamos nossos filhos
cruéis e fascinantes
como falcões na mão do caçador.
PEQUEÑA CONFESION
Sí, es cierto, gasté mis codos en todos los mesones.
Me amaron las doncellas y preferí a las putas.
Tal vez nunca debiera haber dejado
El país de techos de zinc y cercos de madera.
En medio del camino de la vida
Vago por las afueras del pueblo
Y ni siquiera aquí se oyen las carretas
Cuya música he amado desde niño.
Desperté con ganas de hacer un testamento
-ese deseo que le viene a todo el mundo-
pero preferí mirar una pistola
la única amiga que no nos abandona.
Todo lo que se diga de mí es verdadero
Y la verdad es que no me importa mucho.
Me importa soñar con caminos de barro
Y gastar mis codos en todos los mesones.
"Es mejor morir de vino que de tedio"
Sin pensar que pueda haber nuevas cosechas.
Da lo mismo que las amadas vayan de mano en mano
Cuando se gastan los codos en los mesones.
Tal vez nunca debí salir del pueblo
Donde cualquiera puede ser mi amigo.
Donde crecen mis iniciales grabadas
En el árbol de la tumba de mi hermana.
El aire de la mañana es siempre nuevo
Y lo saludo como un viejo conocido,
Pero aunque sea un boxeador golpeado
Voy a dar mis últimas peleas.
Y con el orgullo de siempre
Digo que las amadas pueden ir de mano en mano
Pues siempre fue mío el primer vino que ofrecieron
Y yo gasto mis codos en todos los mesones.
Como de costumbre volveré a la ciudad
Escuchando un perdido rechinar de carretas
Y soñaré techos de zinc y cercos de madera
Mientras gasto mis codos en todos los mesones.
PEQUENA CONFISSÃO
Sim, é certo, gastei meus cotovelos nas barras dos bares.
As donzelas me amaram mas preferia as putas.
Talvez nunca devia ter deixado
o país de tetos de zinco* e cercas de pau.
No meio do caminho da vida
Vago pelos arredores do povoado
E nem sequer que se ouvem as carretas
cuja música amo desde pequeno.
Despertei com vontade de fazer um testamento
— desejo que lhe ocorre a todo mundo —
mas preferi olhar uma pistola
a única amiga que não nos abandona.
Tudo que se diga de mim é verdadeiro
E a verdade é que não me importa muito.
Me importar sonhar com caminhos de barro
E gastar meus cotovelos nas barras dos bares.
“É melhor morrer de vinho que de tédio”.
Sem pensar que possa haver novas colheitas.
Tanto faz que as amadas rolem de mão em mão
Quando se gastam os cotovelos nas barras dos bares.
Não devia jamais sair do povoado
Onde qualquer um pode ser meu amigo.
Onde crescem as iniciais gravadas
Na árvore do túmulo de minha irmã.
A aragem da manhão é sempre nova
E a saúdo com a uma velha conhecida,
Porque mesmo sendo um boxeador abatido
Vou dar minhas ultimas patadas.
E com o orgulho de sempre
Digo que as amadas podem rolar de mão em mão
Pois sempre é meu o primeiro vinho que oferecem
E gasto meus cotovelos nas barras do bares.
Como sempre voltarei para a cidade
Escutando um perdido ranger de carretas
E sonharei com tetos de zinc e cercas de pau
Enquanto gasto meus cotovelos nas barras dos bares.
*corresponderia aos nossos tetos de telhas de amianto. N.A.
BAJO UN VIEJO TECHO
Esta noche duermo bajo un viejo techo,
los ratones corren sobre él, como hace mucho tiempo,
y el niño que hay en mí renace en mi sueño,
aspira de nuevo el olor de los muebles de roble,
y mira lleno de miedo hacia la ventana,
pues sabe que ninguna estrella resucita.
Esa noche oí caer las nueces desde el nogal,
escuché los consejos del reloj de péndulo,
supe que el viento vuelca una copa del cielo,
que las sombras se extienden
y la tierra las bebe sin amarlas,
pero el árbol de mi sueño sólo daba hojas verdes
que maduraban en la mañana con el canto del gallo.
Esta noche duermo bajo un viejo techo,
los ratones corren sobre él, como hace mucho tiempo,
pero sé que no hay mañanas y no hay cantos de gallos,
abro los ojos, para no ver reseco el árbol de mis sueños,
y bajo él, la muerte que me tiende la mano.
SOB UM VELHO TETO
Esta noite durmo sob um velho teto,
os ratos correm sobre ele, como fazem há tanto tempo,
e o menino que há em mim renasce em meu sonho,
aspira de novo o cheiro dos móveis de carvalho,
e olha cheio de medo para a janela,
pois sabe que nenhuma estrela ressuscita.
Esta noite ouvi o cair das nozes da nogueira,
escutei os conselhos do relógio de pêndulo,
soube eu o vento revira o firmamento,
que as sombras se esgarçam
e a terra as sorve sem amá-las,
mas a árvore de meu sonho só dava horas verdes
que amadureciam na manhã com o canto do galo.
Esta noite durmo sob um velho teto,
os ratos correm sobre ele, como fazem há tanto tempo,
mas sei que não há manhãs e não há cantos de galos,
abro os olhos, para não ver queimo a árvore de meus sonhos,
e debaixo dela, a morte que estende a mão.
TRADUÇÕES DE
SOLON BORGES DOS REIS
ALEGRIA
Os trilhos cintilam,
mas ninguém pensa em viajar.
Da sidrería vem olor
a maçãs recém moídas.
Sabemos que nunca estaremos sós
enquanto tivermos um punhado de terra fresca.
A chuva miúda é uma ovelha compassiva
lambendo as feridas
feitas pelo vento de inverno no povoado.
O sangue das maçãs
ilumina a sidería.
Desaparece a lanterna vermelha
do último carro do trem,
mas os vagabundos dormem à sombra das tílias,
e a nós nos basta olhar em nossas mãos.
É bom beber um copo de cerveja
para prolongar a tarde.
Recordar a tristeza
adormecida como velha doméstica
em um canto da casa.
Contar aos amigos desaparecidos
que lá fora chove em voz baixa,
e ter nas mãos
um punhado de terra fresca.
CONTO DA TARDE
É tarde.
O trem da noite já passou.
As horas são madeixas rolando
do colo de tua mãe adormecida.
Tenho estado imóvel enquanto falavas.
As palavras não são nada
junto à folha que ressuscita ao passar frente3 ao teu rosto,
junto ao barco de papel
que me ensinas a fazer.
Não tenho olhado senão teu reflexo no tanque,
mas a noite nova o apaga com sua mão de criança.
É tarde.
Em tua casa o jantar esfria,
as madeixas rolam
do colo de tua mãe adormecida.
Voltemos ao povoado.
As rãs repetem inutilmente sua mensagem.
Ajudo-te a saltar um charco, mostro um vagabundo
acendendo fogo no galpão abandonado.
Estrelas irreais aparecem e fazem extinguir-se
os medrosos sorrisos dos telhados avermelhados.
Nada deve existir,
nada senão nossos imóveis reflexos
que o tanque ainda retém,
e essas folhas
às vezes ressuscitadas ao passar frente ao teu rosto.
IDADE DE OURO
Um dia ou outro
todos seremos felizes.
Eu estarei livre
de minha sombra e meu nome;
que ser irão como cães sem dono;
aquele que teve temor
escutará junto aos seus
os passos de sua mãe,
o rosto da amada será sempre jovem
ao reflexo da luz antiga na janela,
e o pai achará na dispensa a lanterna
para procurar no pátio
a navalha extraviada.
Não saberemos se a caixa de música
toca durante horas ou um minuto;
tu acharás, sem surpresa, o atlas
sobre o qual sonhaste com estranhos países,
terás em tuas mãos
um peixe vindo do rio de tua terra,
e Ela levantará suas pálpebras
e será de novo pura e grave
como as pedras lavadas pela chuva.
Todos nos reuniremos
sob o olhar solene e aborrecido
de pessoas que nunca existiram,
e nos cumprimentaremos apenas sorrindo,
pois ainda acreditaremos estar vivos.
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