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PAURA RODRIGUEZ LEYTÓN]
Paura Rodríguez Leytón (1973), poeta y periodista boliviana. Há publicado los libros de poesia Del Árbol y la arcilla azul azul (Salta, Argentina, 1989); Ritos de viaje (La Paz, 2002; Caracas, 2007, ed. digital); y Pez de Piedra (La Paz, 2007).
Con Ritos de viaje obtuvo el Premio Municipal de Poesía convocado por la Alcaldía de la ciudad de Sucre. Su poema Te atribuyo el torrente de mi sangre mereció el segundo Premio Internacional "César Vallejo" de la Casadel Poeta Peruano en Londres (2006).
Poemas suyos han sido publicados en revistas y antologías bolivianas y extranjeras. En ensayo es autora de Mistura para el bello sexo (Sucre, 2004) sobre la mujer en el periodismo boliviano del siglo XIX. Reside en la ciudad de Santa Cruz desde 2007.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
RODRIGUEZ LEYTÓN, Paura. Como monedas viejas sobre la tierra. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia: Grupo Editorial La Hoguera, 2012. 56 p. 15x21 cm. ISBN 978-99974-65-03-2 Col. Bibl. Antonio Miranda
2
Juntos vamos limpiándonos el polvo.
Juntos lamiendo la oscuridad,
remachando el silencio
con augurios cotidianos.
Juntas,
las formas
de nuestros pies
transitan
el delirio del olvido.
Y me refiero a la noche
como a un riguroso paseo por tu cuerpo,
como a un mapa inextricable de voces sobrecogidas,
como a una bocanada de humo sediento,
como a un caudal de horas sin fondo.
Reordenar la vida:
¿será como tender un mantel sobre la mesa?
Entonces,
quizá,
no sea tan difícil morir.
4
Absoluta revive su ilusión de tierra,
viene a verdades de contaminado patio de visitas.
Mejor no acudir al cansancio,
al irreal viento,
a la penumbra desdichada:
lacio recio volcán:
vómito de sueño acaecido por augurios.
Mejor no reavivar la llama,
mejor no estar así arrimada por lo que no sé.
6
Cruje como madera seca el alma.
Se arruga como un pañuelo.
Pinta su rostro de otro rostro.
Miente el alma.
Finge una voz inexistente.
Revienta como un volcán.
Huye.
18
El camino podría ser una mentira,
aunque este sueño baldío
te ofrezca sombras para reposar.
Expones tu cuerpo a la caprichosa herrumbre
diseñada para instalarse aquí,
en tus manos temerosas.
No basta la quietud,
ni la luz de un insecto
puede horadar tus muros,
te adormeces buscando la verdade,
los versos caen
como monedas viejas
sobre la tierra.
INSTANTE CLARO
antología poética
Silencio
Pienso en el silencio
que pudo estar entre mis manos
se fue a la arena
al rocío y al crepúsculo.
Se quedó en la mirada
de aquél que calla
y
dejó
sus huellas
en los que un día
fueron gaviotas
que caminaban sobre el agua
y dejaban
caer
la prisa
con tanta prisa
que hoy
me duele el silencio.
Eres tú
Llovían tus anhelos
desde
torrentes
lejanos.
Sé que
tienes miedo
del tiempo que pasa
y no deja ser –siempre– el silencio
tu guía.
Sé que estás tejiendo
tu imagen con piedras
y tratas
de huir
de un muro de palabras
que encierran un mismo secreto.
Distancia
Conversarías tal vez
con el humo confundido entre la niebla
después de ser fuego.
Tal vez
con otro poema,
con otra palabra.
No sé por qué presiento que tú eres distancia
y siendo distancia
eres camino
en ese tren eres el único vagón que viaja sin rumbo.
Vagón
yo te vi pisando las gotas de otoño,
sentí junto al verso el verdor de sus palabras.
Pero tú sigues caminando con tu piel harapos,
dejando traspasar tu rostro con ese polvo
que se dice tiempo.
RITOS DE VIAJE
(2002)
Del agua
No sé cuál será mi estado natural
tal vez
el barro.
Ahora,
cuando estamos en el mismo tren
la misma olvidada camisa
será camisa papel
camisa de nada.
¿Qué puede haber tras las paredes?
¿Tras los rostros indecisos
de las sombras
de la tarde
cargada de nombres?
Que todo sea
como las olas lo sembraron.
No sé si soy yo.
Palpo mis pies rozando el empedrado.
Tuvimos que callar
contar hasta el fin
volver.
Materia mía
no estás en mí
sino en el aire
óvalo de vida
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RITOS DE VIAJE
(2002)
razón sin epitafio
baile de sombras que escriben sombras.
Busco algo de mí
para hilvanar esta tierra,
digo y desdigo mi muerte,
cada momento sospecho mi silencio.
El andar de mi piel
lleva todavía los restos de algún latido,
de alguna hoja muerta.
La sangre quiere añadirse a las horas
al tiempo horadado por rumores
de sombras maquilladas.
La sangre guarda en su lecho
un poco de flores.
Y una voz
repite nuestras voces en un eco remoto
que no habla
pero afirma el secreto de los días.
No esperaré mi voz
no confundiré mi espacio con las nubes
por ahora,
las palabras llegaron al punto de partida.
Del tiempo
Lo que pasa
es que no sabemos para qué andamos
pisando hojas
murmurando ojos
gritando gritos callados.
La última transparencia de las velas
ha dejado una huella en tu sombra
tal vez,
sería mejor ser un papel blanco
inconcluso.
Hay más espacio
para unir las flores,
las lomas, el incienso
y todavía
no estamos listos
para bailar
la ronda de las piedras.
Las velas contarán el incendio del agua
que nosotros no entendemos.
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20
¿Cuál es el fuego?
No importa,
a esta hora de los borrones
el humo baila camuflado entre palabras
entre cantos que no atrapo.
Dormí con unos versos en los labios
la noche, los tranvías
el rincón de la almohada
olvidaron las sílabas.
No pediré flores
miraré los muros gastados,
el verde dibujado.
PEZ DE PIEDRA
(2007)
Pez de piedra uno
Sé que estos huesos
serán ajenos de pronto
y me son ajenos ya,
ahora, cuando estoy más lejos de mi voz.
Para hablarnos,
para escarbar nuestras llanuras,
para rogar nuestras lluvias,
para dejar de ser un momento:
se quedará mi almohada
ligada para siempre
a tus pálpitos.
Los pasos se hacen cotidianos
de tanto ser verdes en pequeños recuerdos.
Cuando nombro,
hay un olvido que fluye.
Cuando escribo,
transito sin nombre
por un recuerdo sin vestidura
que cubre mi tiempo.
Estos pequeños sucesos
cada día suscriben en tu alma
profundas
hendiduras.
Una luz lejana invade los retratos de mis muertos,
me acongoja el paladar,
me florece la triste sílaba que no alumbra mi cabello,
me digo a mí misma estas cosas
que no son siempre las mismas,
y son casi siempre el agua.
Cosas,
con las que voy a caminar por alguna calle reciente en
mi memoria.
No hay tristeza ni alegría:
hay un estar extraño que hace conmigo
lo que las migas de pan
cuando estoy lejos de casa.
Son los dones que quiebras las horas:
solitarias a veces,
solitarias nunca.
COMO MONEDAS VIEJAS
SOBRE LA TIERRA
(2011)
2
Juntos vamos limpiándonos el polvo.
Juntos lamiendo la oscuridad,
remachando el silencio
con augurios cotidianos.
Juntas,
las formas
de nuestros pies
transitan
el delirio del olvido.
Y me refiero a la noche
como a un riguroso paseo por tu cuerpo,
como un mapa inextricable de voces sobrecogidas,
como a una bocanada de humo sediento,
como a un caudal de horas sin fondo.
Reordenar la vida:
¿será como tender un mantel sobre la mesa?
Entonces,
quizá,
no sea tan difícil morir.
3
Heme aquí vacilante,
titilando como una lámpara a querosene.
Heme aquí dispersa,
arrimada a las brasas y al carbón
que te pintan de verde.
Así,
mis huesos formarán un montoncito de cenizas.
Así,
una voz se procreará indefinidamente.
Heme aquí transparentada
por una luz cenicienta,
lamiendo los dedos para contar las horas.
Así,
te esperaré con una flor bajo el brazo,
despetalando los juegos
que todavía persisten al principio del túnel.
Así,
con los ojos de una mosca miraré todos tus ojos.
PEQUEÑAS MUDANZAS (2017)
La nostalgia es vivir sin recordar
de qué palabra fuimos inventados.
Giovanni Quessep
1
Destejer
equivoca
el curso del tiempo,
enturbia el agua.
Un nombre pretérito
moldea el contorno de tu rostro.
La epidermis de los días
no se resquebraja fácilmente.
Al final,
transaremos con lo desconocido
como ilusos viajeros
piaremos
si es que el hambre nos deja un hueco en la memoria.
Nuestra frente será dichosa.
¡Ya
trina
el cielo!
2
Pequeñas mudanzas
¿Será la desmemoria perpetua
la que nos lleva de la mano,
tanteando los abismos?
Morar este pequeño espacio
es ser un amasijo de almas.
Cavar y cubrir
el hueco
con la misma sed
nos hace brillar con aura de animal herido.
Las breves muertes de cada día
marcan la distancia entre nosotros y nosotros.
¿Cómo cavar mudamente la atmósfera?
¿Cómo desandar estas pequeñas mudanzas?
Esta cueva
insondable
será la amnesia,
el engaño de habitar recuerdos
de remoto origen.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
2
Juntos vamos limpando-nos o pó.
Juntos lambendo a escuridão, martelando o silêncio
com augúrios quotidianos.
Juntas,
as formas
de nosso pés
transitam
o delírio do esquecimento.
E me refiro à noite
como um rigoroso passeio por teu corpo,
como um mapa inextricável de vozes sobressaltadas,
como uma baforada de fumo sedento,
com um caudal de horas sem fundo.
Reorganizar a vida:
será como estender uma toalha sobre mesa?
Então,
talvez,
não seja tão difícil morrer.
4
Absoluta revive sua ilusão terrestre,
vem às verdades de contaminado pátio de visitas,
melhor não socorrer o cansaço,
ao vento irreal,
à penumbra desgraçada:
murcho robusto vulcão:
vômito de sonho sucedido por augúrios.
Melhor não reavivar a chama,
melhor não estar assim encostado pelo que não sei.
6
Range como madeira seca a alma.
Enruga-se como um lenço.
Pinta seu rosto como outro rosto.
Mente a alma.
Finge uma voz inexistente.
Rebenta como um vulcão.
Foge.
18
O caminho poderia ser uma mentira,
embora este sonho baldio
te ofereça sombras para o repouso.
Expões tu corpo à ferrugem caprichosa
desenhada para instalar-se aqui,
em tuas mãos temerosas.
Não basta a quietude,
nem a luz de um inseto
pode perfurar teus muros,
adormeces buscando a verdade,
os versos caem
como moedas velhas
sobre a terra.
INSTANTE CLARO
antología poética
Silêncio
Penso no silêncio
que pode estar em mis mãos
foi para a areia
ao orvalho e ao crepúsculo.
Ficou na mirada
daquele que se cala
e
que deixou
suas pegadas
no que um dia
foram gaivotas
que caminham sobre a água
e deixavam
cair
depressa
com tanta pressa
que hoje
me dói o silêncio.
És tú
Choviam teus anseios
desde
torrentes
distantes.
Sei que
tens medo
do tempo que passa
se não deixa ser –sempre– o silêncio
teu guia.
Sei que estás tecendo
tua imagem com pedras
e tratas
de fugir
de um muro de palavras
que guardam um mesmo segredo.
Distância
Conversarias talvez
com o vapor confundido na névoa
depois de ser fogo.
Talvez
com outro poema,
com outra palavra.
Não sei por que pressinto que teu és distância
e sendo distância
és caminho
nesse trem és o único vagão que viaja sem rumo.
Vagão
eu te vi pisando as gotas do outono,
senti com o verso o verdor de suas palavras.
Mas tu segues caminhando com tua pele farrapos,
deixando transpassar teu rosto com esse pó
que se diz tempo.
RITOS DE VIAJE
(2002)
De água
Não sei qual será meu estado natural
talvez
o barro.
Agora,
quando estamos no mesmo trem
a mesma camisa esquecida
será camisa papel
camisa de nada.
Que pode haver detrás das paredes?
Detrás de rostos indecisos
das sombras
da tarde
carregada de nomes?
Que tudo seja
como as ondas lo semearam.
Não sei se sou eu.
Apalpo meus pés roçando o empedrado.
Tevemos que calar
contar até o fim
voltar.
Matéria minha
não estás em mim
mas no ar
óvalo de vida
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razão sem epitáfio
baile de sombras que descrevem sombras.
Busco algo de mim
para regar esta terra,
digo e desdigo minha morte,
a cada momento suspeito meu silêncio.
O andar de minha pele
Leva ainda os restos de algum pulsar,
de alguma folha morta.
O sangue quer aderir às horas
ao tempo perfurado por rumores
de sombras maquilhadas.
O sangre guarda em seu leito
um pouco de flores.
E uma voz
repete nossas vozes num eco remoto
que não fala
mas afirma o segredo dos dias.
Não esperarei a minha voz
não confundirei meu espaço com as nuvens
por enquanto,
as palavras chegaram ao ponto de partida.
Do tempo
O que passa
é que não sabemos para que andamos
pisando folhas
murmurando olhos
gritando gritos calados.
A última transparência das velas
deixou uma pegada em tua en tua sombra,
seria melhor ser um papel branco
inconcluso.
Há mais espaço
para unir as flores,
as colinas, o incenso
e ainda
não estamos prontos
para bailar
a ronda das pedras.
As velas contarão o incêndio da água
que nós não entendemos.
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Qual é o fogo?
Não importa,
a esta hora dos borrões
a névoa baila camuflada entre palavras
entre cantos que não agarro.
Dormi com uns versos nos lábios
à noite, os bondes
o lugar da almofada
esqueceram as sílabas.
Não pedirei flores
Olharei os muros gastos,
o verde desenhado.
PEZ DE PIEDRA
(2007)
Peixe de pedra
Sei que estes ossos
serão estranhos de repente
e me são alheios já,
agora, quando estou mais distante de minha voz.
Para falar-nos,
para escavar nossas planícies,
para rogar por nossas chuvas,
para deixar de ser um momento:
ficará minha almofada
ligada para sempre
aos teus palpites.
Os passos se tornam quotidianos
de tanto ser verdes em breves lembranças.
Quando nomeio,
Há um olvido que flui.
Quando escrevo,
transito sem nome
por uma lembrança sem veste
que cubra meu tempo.
Estes pequenos acontecimentos
cada dia subscrevem em tua alma
profundas
fendas.
Uma luz distante invade os retratos de meus mortos,
me aflige o paladar,
me floresce a triste sílaba que não ilumina me cabelo,
digo a mim mesma estas coisas
que não são sempre as mesmas,
e são quase sempre a água.
Coisas,
com as que vou caminhar por alguma rua recente em
minha memória.
Não ha tristeza nem alegria:
ha um estar estranho que faz comigo
o que as migalhas de pão
quando estou longe de casa.
São os dons com que quebras as horas:
solitárias às vezes,
solitárias nunca.
COMO MONEDAS VIEJAS
SOBRE LA TIERRA
(2011)
2
Juntos vamos limpando-nos o pó.
Juntos lambendo a escuridão,
curvando o silêncio
com augúrios quotidianos.
Juntas,
as formas
de nossos pés
transitam
o delírio do olvido.
E me refiro à noite
como a um rigoroso passeio por teu corpo,
como um mapa inextricável de vozes espantadas,
como uma bocada de fumo sedento,
como a um caudal de horas sem fundo.
Reordenar a vida:
será como estender uma toalha sobre a mesa?
Então,
talvez,
não seja tão difícil morrer.
3
Eis-me aqui vacilante,
piscando como uma lâmpada a querosene.
Eis-me aqui dispersa,
arrimada nas brasas e ao carvão
que te pintam de verde.
Asim,
meus ossos formarão um montículo de cinzas.
Assim,
uma voz vai me procriar indefinidamente.
Eis-me aqui transparecida
por uma luz cinzenta,
lambendo os dedos para contar as horas.
Assim,
te esperarei com uma flor debaixo braço,
despetalando os jogos
que ainda persistem no início do túnel.
Assim,
com os olhos de uma mosca mirarei os teus olhos.
PEQUEÑAS MUDANZAS
(2017)
La nostalgia es vivir sin recordar
de qué palabra fuimos inventados.
Giovanni Quessep
1
Destecer
equivoca
o curso do tempo,
turva a água.
Um nome pretérito
modela o contorno de teu rostro.
a epiderme dos dias
não se racha facilmente.
Afinal,
transaremos com o desconhecido
como iludidos viajantes
piaremos
se é que a fome nos deixa um oco na memória.
Nossa frente será ditosa.
Já
trina
o céu!
2
Pequenas mudanças
Será a desmemória perpétua
a que nos leva pela mão,
tateando os abismos?
Morar neste pequeno espaço
é ser um punhado de almas.
Cavar e cobrir
o oco
com a mesma sede
nos faz brilhar com aura de animal ferido.
As breves mortes de cada dia
Marcam a distância entre nós e nós outros.
Como cavar mudamente a atmosfera?
Como desandar estas pequenas mudanças?
Esta cova
insondável
será a amnesia,
o engano de habitar lembranças
de uma remota origem.
Página publicada em março de 2014; ampliada em agosto de 2020
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