Unión LIBRE
Editorial La Draga y el Dragón
Colección El Pulpo de la distancia
Curandero y fotografías
Enrique Hernández-D’Jesús
No. 27
11 de setiembre de 2011
VEREDICTO 2011
III PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA
VÍCTOR VALERA MORA
He tomado el camino ancho como un cabello
y tal vez dé con mis huesos y mis sueños
en el fondo del abismo
Esta cita del poema “El camino” de Víctor Valera Mora, cuyo estilo contestatario se expresó en poemas festivos, eróticos e irreverentes, ha estado presente en las deliberaciones del jurado del III Premio Internacional de Poesía que lleva su nombre.
Después de examinar con rigor y apasionamiento los 109 poemarios participantes, de 17 países de la comunidad hispanoparlante, entre los cuales destacamos el alto valor poético de más de treinta obras, hemos llegado a la conclusión de que los siguientes títulos merecen integrar el listado de los finalistas:
“Estas calles de abril / Saga del inmigrante” del mexicano Margarito Cuéllar, por la hondura metafórica arraigada en lo popular;
“La geometría del agua” del colombiano Fernando Denis, en deslumbrante fluir de su imaginería;
“Las nadas y las noches” de la venezolana María Auxiliadora Álvarez, desde sus feroces asociaciones creativas hacia una serenidad interior;
“bajo continuo” del argentino Marcos Silber, textura tierna en diálogo fraterno con el mundo y el ser;
“Los cuatro horizontes del cielo y otros poemas” del venezolano Gustavo Pereira, composiciones verbales de cultura, de conceptos y compromiso social;
“cuando ya el paisaje es otro” de la argentino-cubana Basilia Papastamatíu, en rebelión existencial ante la inclemencia de los elementos y la aventura de la vida;
“Obra cierta” del ecuatoriano Humberto Vinueza, por la constelación del instinto y el festejo de la palabra.
No fue fácil, pero sí regocijante para los jurados, llegar a una determinación final, que se logró por unanimidad, al consagrar como ganador del concurso al poeta venezolano Gustavo Pereira, con el volumen ya mencionado.
Se trata de una obra de madurez, de una gran riqueza lingüística, un espíritu unitario, un poeta de prodigiosas epifanías como la invención poética de los somaris –un género inspirado e iluminador en el campo de la poesía universal– que trasciende lo meramente estético con una actitud humanista, sabiduría profunda, tintes irónicos y erotismo.
SOMARI
Los mayas conocieron las estrellas
Los incas el camino del mar
Yo conozco tu cuerpo y he venido del desierto
Sé que hay una calle allí por la que me iré y me perderé.
Queremos reafirmar que el panorama presentado expresa la vitalidad y diversidad de la actual poesía latinoamericana.
Caracas, 13 de Julio de 2011
Judit Gerendas Kiss - Tobías Burghardt - Jotamario Arbeláez
Para esta edición de Unión Libre tomamos textos del libro
Los cuatro horizontes del cielo y otros poemas
Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora (III Edición) 2011
Publicado por el Gobierno Bolivariano de Anzoátegui
Fondo Editorial Eduardo Sifontes
Colección dirigida por: Tarek William Saab
Enrique Hernández-D’Jesús
Gustavo PEREIRA
Compañero del ALMA
ANDANTE EN RE MAYOR PARA RESTITUIR TU CUERPO
Restituyo tu cuerpo en mis desastres
en los poderes del recién batido con las sombras
Allí donde acaso se anudó
Restituyo tu cuerpo en los olores de azafrán de las bahías
perdidas en el laberinto de callejones y alcoholes de un puerto sin
sentido
Restituyo tu cuerpo en las desenvolturas de lo que no tiene regreso
Restituyo tu cuerpo en el remontarse de los reflectores
bajo las noches de encierro y sobresalto
cuando la policía rastreaba dulcemente nuestra huella y la duda
no nos poseía
Restituyo tu cuerpo en la orfandad cada día mayor de la ración de
hastío
que a cada quien reparte el triste
Restituyo tu cuerpo en el misterio
Restituyo tu cuerpo en la torpeza de mis emociones en el sistema
de
salidas de mi alma
Restituyo tu cuerpo junto a los mismos libros entre la mesa y la
ceniza
En el engaño de toda certeza y en la certeza de toda certeza
Y en el trance invariable de nuestros epílogos
Y en el pan de jamón de un diciembre inconcluso
Y en el cofre de las aspirinas
y en las baldosas frías del baño
donde dejabas la augusta razón
y ciertas canciones entrañables.
DOS QUE SE ENCUENTRAN EN LA CALLE
Dos que se encuentran en la calle dos que no saben
mentir dos que apenas
se han encontrado
Dos que al verse comprenden que están amarrados uno al otro sobre el mundo
o más allá
Dos que llevan colgadas en los ojos las ramas
de los sueños dos que al fin se han hallado
Dos que no tienen más voluntad que desgastarse sin tregua como
dos nubes.
PARA DESNUDAR A UNA MUJER
Para desnudar a una mujer no hace falta penumbra
ni pericia ni astucia
De nada valen erudición destreza brusquedad
Ni siquiera sabiduría
Para amanecer a su lado
poco importa el arrojo el valor
la treta o la artimaña
De nada sirven apostura o tenacidad
No hay método ni sapiencia ni sistema que puedan vencer su
resolución
o su mesura
Para desnudar a una mujer toda presunción es inútil
toda voracidad resulta amarga
todo discernimiento se vuelve melancólica
penuria
Para desnudar a una mujer basta el instante
en que el ciego misterio la envuelva y la estremezca
y restaure en su pecho la incordura
y sepulte su cuerpo en nuestros brazos.
LA SOLA MENCIÓN DE TU NOMBRE SALVA
EL DÍA
La sola mención de tu nombre salva el día
La sola savia de tu olor
recupera la cuerda que me yergue
y el calor de tu cuerpo resucita el paisaje
y lo hace humano.
RETRATO DE LA HERMOSA
Tú
mi batalla perdida
Mi caléndula de agua
Mi páramo trocado en mediodía
Mi mantel mi camisa mi almohada
Mi ennochecida mi alumbrada cuesta
Mi suela mi tacón mis alpargatas
Mi envoltura de sándalo mi alcohol
Mi risco mi farol mi estratagema
Mi fémur sin certeza ni cordura
Tú
mi alada borrachera
mi sinsentido.
CARTA DE AMOR A LA AMANTE FURIOSA
Imagina que en el sol ocurra una hecatombe. Durante los 16 minutos que su señal tarda en llegar a la tierra nada en ésta podrá ser influenciado por ella, como tampoco ningún suceso terrestre podrá hacerlo en el sol. Esos 16 minutos no son ni precedentes ni sucesivos de la hecatombe. Ellos han vuelto añicos el tiempo y el espacio.
Tal pasa con nosotros
Por mí (o por ti) pasaron hecatombes que jamás podrán herirnos
porque no sabemos si existieron
y si existieron nada podrá importarnos
porque nos amamos en esos 16 minutos
en el espacio-tiempo.
SOMARI DE 1905
En 1905 cuando Einstein
publicaba su artículo sobre la electrodinámica de los cuerpos
en movimiento
ni tú ni yo pensábamos en nada
Todo nuestro universo era la nada
O más bien
algo más que la nada
porque ya nuestros cuerpos se buscaban.
SOMARI
Eres
aire cálido como abrazo
Eres
chispa de fuego
lado de mi cuerpo
Eres
humor de mañana
soleada
blanca
suave...
EL AMOR ES ROSADA COLINA
El amor es rosada colina donde dos se vencen
y la impostura de los hombres cede
Pero esa llama basta para cubrir al mundo
y anida como la eternidad
Sustancia humana desplegada
contra nadie.
NINGUNA METÁFORA PODRÁ
Ninguna metáfora podrá jamás hacerse poro de su vientre
beso
ni fruta o carne
Ninguna podrá recorrer su espalda ni asirla en vilo ni trasponer el espacio
donde mora la yerma resonancia que acaso la habitó
ni rescatar su cabeza perdida ni hacerse antigua prescripción
invocada cuando no había otro destino
Ninguna metáfora incuerda podrá suplantar en el lecho la enredadera
de sus piernas ni en el baño el ruido de la gota en compás
de remota certidumbre
Como si fueran pocas las palabras
aún el silencio pesa
y los papeles y el planeta siguen a la deriva
y los poemas de amor padecen la rancia fulguración del cigarro
encendido y abandonado a la intemperie
sobre el muro
donde dos se dijeron hasta siempre
Ninguna metáfora dirá jamás cómo eran las palpitaciones de su fiebre
ni cuánto primitivo deshonor desgarró su corazón
Ninguna aliviará la congoja
Ninguna finalmente estará allí cuando las hojas amontonadas en el
jardín se abatan
y recobren su condición de ángeles tristes.
SOBRE SALVAJES
Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chiriké Yelakú, que significa Saliva de las Estrellas; a las lágrimas Enú Parupué, que quiere decir Guarapo de los Ojos; y al corazón Yewán Enapué: Semilla de vientre. Los Waraos del Delta del Orinoco dicen Mejokoji (El Sol del Pecho) para nombrar al alma. Para decir amigo dicen Ma Jokaraisa: Mi otro Corazón. Y para decir olvidar dicen Emonikitane, que quiere decir perdonar
Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra dicen madre
Para decir madre dicen ternura
Para decir ternura dicen entrega
Tienen tal confusión de sentimientos
que con toda razón
las buenas gentes que somos
les llamamos Salvajes
LA VIDA
Leve parpadeo en la tiniebla, mortal al fin, y no, por ventura, insoportablemente eterno fastidio metafísico como ha de ser para los inmortales.
EL AMOR
Un torniquete que une al espejismo con la realidad, todo envuelto en miel de incandescencia mientras dura. Aparte de ello, lo único verdaderamente importante en este mundo.
LA POESÍA
Un caballo luminoso (así nombro un libro inédito de anotaciones dispares) o un pez en uniforme de gala escoltado por cosmógrafos, pero también la conciencia en estado de gracia. Puede ser un hada ataviada de imprevistas máscaras y aparecida de repente, un aliento oculto que avergüenza a la razón lógica, un inesperado estremecimiento parecido al fulgor, pero también una fuerza moral, hija pródiga de la razón sensible, o una patada en el trasero a la poderosa canalla que nos apesadumbra.
Página publicada em setembro de 2011
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