PABLO RAMÍREZ

Antonio R. Ramírez Guerrero nació en El Bucare, Mundo Nuevo, estado Anzoátegui, Venezuela.
Poeta, dramaturgo. Promotor cultural.
Obra poética: De todo paraíso, de todo infierno  (2001)

TEXTOS EN ESPAÑOL  -  TEXTOS EM PORTUGUÊS

FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA VENEZUELA 2004.  Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores Latinoamericana C, A.,  2005.  
435 p.   15 x 23 cm. Patrocinado por Ministerio de la Cultura, Presidencia del CONAC, D.G.S. de Literatura.   ISBN  780-03-1211-1   Ex. bibl. Antonio Miranda

R U T I N A

La simple rutina de quitar
las migas de pan de la mesa,
el polvo de la baldosa,
la suciedad de la cocina
esa que se adhiere
si se deja pasar el tiempo
se acumula y crece.

Preparar la comida del perro,
recoger la camisa del suelo,
también los sapatos.
Los papeles acumulados: una cita,
el periódico, uma simple nota com un hasta luego,
no es difícil.

Pero, dígame usted:  ¿acaso no es un drama?

 

        Luego de quitar el hollín del corazón,
las palabras amargas, el dolor,
ese que se adhiere
si se deja pasar el tiempo
se acumula y crece,
mirarse al espejo, imaginar que las arrugas
que asoman bajo los ojos desaparecen;
peinarse el poco pelo,
recortar las uñas, limpiarlas un poco,
limpiar los sapatos, ponerse la camisa fresca
y tomar la calle como Dulce
y amargo desayuno.

 

ME VOY SEMBRANDO

Las gotas otra vez sobre el techo.
La casa se estremece.
El viento anda con su violenta armónica
en los techos de los árboles.
Puñales de luz penetran por toda rendija,
estruindo salvaje.
Juraría que ninguna mata de café, ningún bucare,
ninguna guama, ningún cedro, estará ahora de pie.
Los perros chocan contra las puertas
(si psudieron entrar)
Horan, corren, ladran,
hundem sus dientes en la noche
hasta la saciedade.
Hoy, con las primeras horas que cuelgan
viene y va la noticia:
En la quebradita, aquel jornalero
escupió la muerte del Homero,
de quien se decía se convertia em tigre palenque.
Una sola descarga fue suficiente;
no volvería a patearlo.
Llueve, me voy sembrando,
quedando
con cada gota en la tierra.

 TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda

        R O T I N A

A simples rotina de tirar
as migalhas de pão da mesa,
o pó do ladrilho,
a sujeira da cozinha
essa que se adere
se deixamos passar o tempo
se acumula e cresce.

Prepara a comida do cão,
recolher a camisa do chão,
também os sapatos.
Os papéis acumulados: uma data,
o jornal, uma simples nota com um até logo,
não é difícil.

Mas, diga-me você: por acaso não é um drama?

Depois de tirar a fuligem do coração,
as palavras amargas, a dor,
essa que se adere
se deixamos passar o tempo
se acumula e cresce,
mirar-se no espelho, imaginar que as rugas
que surgem sob os olhos desaparecem;
pentear-se o pouco cabelo,
cortar as unhas, limpá-la um pouco,
limpar os sapatos, vestir a camisa fresca
e tomar a rua como um doce
e amargo café da manhã.

 

 

VOU-ME SEMEANDO

Os pingos outra vez sobre o teto.
A casa estremece.
O vento anda com sua violenta harmônica
nas copas das árvores.
Punhais de luz penetram por toda fresta,
estrondo selvagem.
Juraria que nenhuma roça de café, nenhum destroço,
nenhuma erva guama, nenhum cedro, estará agora
em pé
Os cães se chocam contra as portas
(se conseguiram entrar)
choram, correm, ladram,
afundam seus dentes na noite
até a saciedade.
Hoje, nas primeiras horas que surgem
vem e vai a notícia:
na ladeira, aquele jornaleiro
cuspiu a morte sobre Homero,
de quem se dizia em convertia em tigre de Palenque.
Uma única descarga foi suficiente;
não voltaria a pateá-lo.
Chove, vou semeando,
ficando
com cada gota na terra.

 

 

 

Página publicada em fevereiro de 2020