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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

JULIO RAUL MENDILAHARSU

(1887-1924)

 

Hijo del Doctor Domingo Mendilaharsu, quien llegó a ser Ministro de Estado, y de María Antonia Netto, hija del Gral. Antônio de Souza Netto (uno de los jefes de la Revolução farroupilha en Rio Grande do Sul), Julio Raúl Mendilaharsu nació en Montevideo el 4 de diciembre de 1887.

Su vocación por la poesía fue temprana. Fundó y dirigió la revista literaria Tabaré en 1914, en la que colaboraron escritores americanos consagrados del Novecientos y algunos jóvenes emergentes. En esa época publica poesía y colabora en otras revistas uruguayas: Tierra Charrúa, Boletín de Teseo, Pegaso, entre otras. Durante la Primera Guerra Mundial expresó su pública adhesión a Francia en actos civiles y en tres de sus libros de poemas (Franjas Tricolores, Ante la Victoria y Altar de Bronce). Generoso amigo de poetas – como Juan Parra del Riego, a quien protegió y quien exaltó su memoria–, Julio Raúl Mendilaharsu murió prematuramente, en Montevideo, el 30 de noviembre de 1923.

 

Según las indicaciones dejadas por el poeta, su viuda preparó una Selección de poesías, que se publicó en 1926. Pocas antologías generales recogen su obra, y muchos de sus poemas se encuentran inéditos preservados en este acervo.

 

TEXTO EN ESPAÑOL   -   TEXTO EM PORTUGUÊS

 

         HEBREOS

         Hebreos, hermanos,
hermanos lejanos,
yo os envío, a través del Atlántico,
un mensaje efusivo y romántico,
a vosotros, hermanos de las almas inquietas,
de las almas volcánicas,
de las almas messiânicas,
— estro para poetas,
verbo para profetas

envío este mensaje efusivo y romântico
con un ritmo sonoro de cântico.

         Yo conosco vuestra historia,
— con beleza sin igual en la leyenda —
yo conozcco vuestra gloria,
vuestro amor, vuestro dolor,
y si queremos ser grandes, ¡ que lo porvernir extienda,
en los caminos penosos, vuestro empeño redentor!

         Hermanos que habéis buscado la conquista del mistério,
la posesión de la verdade;
Hermanos que habéis vivido en celda de cautiverio,
y en campos de libertad,
vuestra es la alta conquista
— más alta que la conquista solar de Jerusalém —
la que la grey humana vibre en un ansia altruísta
frente a las biblias del Arte y los talmudes del Bien.

Oh, los tempos pastorales
con égidas patriarcales!
Bajo los cielos de Oriente,
en las noches estrelladas,

interrogadoramente
vibraban vuestras miradas.
     
interrogadoramente
vibraban vuestras miradas.
Con sed de divino sí,      
hambrientos de eternidade,
hallásteis la potestade
de Moisés y el Sinai.

         Y luego, continuamente,
con afán de perfección
en vuestros lares de Oriente
sangró vuestro corazón
por algo que era imposible,
una dicha inasequible,
en una Sión ideal...

         Y ahora, hermanos, ahora,
ahora en la tierra
— aunque exista el horror de la guerra —
aparece una aurora
cuya claridade
es presentimiento
del advenimiento
de la paz, la justicia, la bondade, la igualdad.

         Vosotros fuisteis los sembradores.
Vosotros fuesteis iniciadores
del gran avance hacia esa luz,
con Jeremías, con Malaquías,   
con Isaías y con Elías
y el Juan Bautista y el Nazareno muerto en la cruz.

         Dentro de “ghetos” os confinaron,
os perseguieron, os dipersaron
mas vuestro anhelo, siempre en pie,
— sobre el martirio de las hogueras —
lanzó a los tempos santas quimeras
que hoy representan la nueva fe.

         ¡Oh, Hermanos! ¡Oh, maestros em salmos y admoniciones!
¡Dueños del idioma candente para expressar emociones!
Tras los cielos milenarios,        
con servidumbre en Egipto, sumisión en Babilonia,
con destrucciones del templo, con tenebrosos Calvarios, 
con la inquisión de España y la prisión de Polonia,
os levantais poderosos,
pujantes y fervorosos
con humanismo profundo,
que abre la venidera
y consoladora era
para los parias del mundo.       

        

 

TEXTO EM PORTUGUÊS

Tradução de Antonio Miranda

 

         HEBREUS

 

         Hebreus, irmãos,
irmãos distantes,
eu vos envio, através do Atlântico,
este recado efusivo e romântico,
a vocês, irmãos de almas inquietas,
de almas vulcânicas,
de almas messiânicas
— inspiração para poetas —
envio este recado efusivo e romântico
com seu ritmo sonoro de cântico.

         Eu conheço vossa história,
— com beleza sem igual na lenda —
eu conheço vossa glória,
vosso amor, vossa dor,
e se queremos ser grandes, que o porvir estenda,
os caminhos penosos, vosso empenho redentor!

         Irmãos que haveis buscado a conquista do mistério,
a posse da verdade;
irmãos que haveis vivido em celas de cativeiro,
e em campos de liberdade,
vossa é alta a conquista
— mais alta que a conquista solar de Jerusalém —
a de que rebanho humano hoje vibre numa ânsia altruísta
diante das bíblias da Arte e os talmudes do Bem.

         Ó tempos pastorais
com égides patriarcais!
Sob o céu do Oriente,
nas noites estreladas,
interrogantemente
vibravam vossas miradas.
Com a sede do divino sim,
famintos de eternidade,
achateis a potestade
de Moisés e o Sinai.

         E depois, continuamente,
com o afã da perfeição
em vossos lares do Oriente
sangrou vosso coração
por algo que era impossível,
um ventura inexequível,
numa Sion ideal...

         E agora, irmãos, agora,
agora na terra
— embora exista o horror da guerra—
aparece uma aurora
cuja claridade
o pressentimento
da exaltação
da paz, justiça, bondade, igualdade.

         Vós fostes os semeadores.
Vós fostes iniciadores
o grande avanço para a luz,
com Jeremias, com Malaquias,
com Isaias e com Elias
e o João Batista e o Nazareno morto na cruz.

         Dentro de guetos os confinaram,
os perseguiram, os dispersaram
mas vosso anseio, sempre em pé,
— sobre o martírio das fogueiras —
lançou aos tempos santas quimeras
que hoje representam a nova fé.

         Ó, irmão, ó, mestre em salmos e admoestações!
Donos de idioma candente para expressar emoções!
Traz os céus milenares,
com servidão no Egito, submissão na Babilônia,
com destruições do templo, com tenebrosos Calvários,
com a inquisição da Espanha e a prisão na Polônia,
os levantes poderosos,
pujantes e fervorosos
com humanismo profundo,
que abre a vindoura
e consoladora era
para os párias do mundo.

 

Página publicada em março de 2019

        


 

 

 

 
 
 
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