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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




DELMIRA AGUSTINI

Montevidéu, 1886 - 1914. Obras: El Libro Blanco (1907), Cantos de la Mañana (1910), Los Cálices Vacíos (1913), El Rosario de Eros (1913), Los Astros del Abismo (1924).

TEXTOS EN ESPAÑOL y/e TEXTOS EM PORTUGUÊS 


EL INTRUSO

Amor, la noche estaba trágica y sollozante
Cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
Luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
Tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
Bebieron en mi copa tus labios de frescura,
Y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
Me encantó tu descaro y adoré tu locura.

Y hoy río si tú ríes y canto si tú cantas;
Y si tú duermes duermo como un perro a tus plantas!
Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera.

Y tiemblo si tu mano toca la cerradura,
Y bendigo la noche sollozante y oscura
Que floreció en mi vida tu boca tempranera!

 

LA ESTATUA 

 

Miradla, así sobre el follaje oscuro        

Recortar la silueta soberana...

¿No parece el retoño prematuro

De una gran raza que será mañana?

 

Así una raza inconmovible, sana,

Tallada a golpes sobre mármol duro,

De las vastas campañas del futuro

Desalojara a la familia humana!

 

Miradla así - de hinojos ! - en augusta

Calma imponer la desnudez que asusta!...

Dios!... Moved ese cuerpo, dadle una alma!

Ved la grandeza que en su forma duerme...

¡Vedlo allá arriba, miserable, inerme,

Mas pobre que un gusano, siempre en calma!

 

 

INEXTINGUIBLES...

 

O tú que duermes tan hondo que no despiertas!

Milagrosas de vivas, milagrosas de muertas,

Y por muertas y vivas eternamente abiertas,

 

Alguna noche en duelo yo encuentro tus pupilas

 

Bajo un trapo de sombra ó una blonda de luna.

Bebo en ellas la Calma como en una laguna.

Por hondas, por calladas, por buenas, por tranquilas

 

Un lecho ó una tumba parece cada uma

 

 

LO INEFABLE

 

Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,

No me mata la Muerte, no me mata el Amor;

Muero de un pensamiento mudo como una herida...

¿No habéis sentido nunca el extraño dolor

 

De un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,

Devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?

¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida

Que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?...

 

Cumbre de los Martirios!... Llevar eternamente,

Desgarradora y árida, la trágica simiente

Clavada en las entrañas como un diente feroz!...

 

Pero arrancarla un día en una flor que abriera

Milagrosa, inviolable!... Ah, más grande no fuera

Tener entre las manos la cabeza de Dios!!

 

 

FIERA DE AMOR

 

Fiera de amor, yo sufro hambre de corazones.

De palomos, de buitres, de corzos ó leones,

No hay manjar que más tiente, no hay más grato sabor,

Había ya estragado mis garras y mi instinto,

Cuando erguida en la casi ultratierra de un plinto,

Me deslumhro una estatua de antiguo emperador.

 

Y crecí de entusiasmo; por el tronco de piedra

Ascendió mi deseo como fulmínea hiedra

Hasta el pecho, nutrido en nieve al parecer; 

Y clamé al imposible corazón... la escultura

Su gloria custodiaba serenísima y pura,

Con la frente en Mañana y la planta en Ayer,

 

Perenne mi deseo, en el tronco de piedra

Ha quedado prendido como sangrienta hiedra;

Y desde entonces muerdo soñando un corazón

De estatua, presa suma para mi garra bella;

No es ni carne ni mármol: una pasta de estrella

Sin sangre, s'in calor y sin palpitación...

 

Con la esencia de una sobrehumana pasión!

 

 

LA SED

 

Tengo sed, sed ardiente! dije a la maga, y ella

Me ofreció de sus néctares. Eso no, me empalaga!  

Luego, una rara fruta, con sus dedos de maga,

Exprimió en una copa clara como una estrella;

Y un brillo de rubíes hubo en la copa bella.

Yo probé. Es dulce, dulce. Hay días que me halaga

Tanta miel, pero hoy me repugna, me estraga!

Vi pasar por los ojos del hada una centella.

Y por un verde valle perfumado y brillante,

Llevóme hasta una clara corriente de diamante.

—Bebe! dijo. Yo ardía, mi pecho era una fragua.

Bebí, bebí, bebí la linfa cristalina…

ίOh frescura! ίOh pureza! °Oh sensación divina!

— Gracias, maga, y bendita la limpidez del agua!

 

 

O INEFABLE

 

Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,

no me mata la Muerte, no me mata el Amor;

muero de un pensamiento mudo como una herida,

¿No hábeis sentido nunca el extraño dolor

 

de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,

devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?

¿Nunca llevasteis dentro una estrella dornida

que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?

 

İCumbre de los Martirios! ... İLlevar eternamente,

desgarradora y árida, la trágica simiente

clavada en las entrãna como un diente feroz!

 

Pero arrancarla un día en una flor que abriera

milagrosa, inviolable... İAh, más grande no fuera

tener entre las manos la cabeza de Dios!

 

 

 

ANTOLOGÍA DE LA POESÍA ORAL-TRAUMÁTICA DE GABRIELA MISTRAL Y DELMIRA AGUSTINI por Fredo Arias de la Canal.  Ciudad de México: Frente de Afirmación Hispanista, 2016.  107 p.     14x 21m5 cm.  Ej. Bibl. Antonio Miranda

 

VIDA

 

A ti vengo en mis horas de sed como a una fuente
límpida, fresca, mansa, colosal…
y las punzantes sierpes de fuego mueren siempre
en la corriente blanda y poderosa.

 

Vengo a ti en mi cansancio, como al umbroso bosque
en cuyos terciopelos profundos la fatiga
se aduerme dulcemente, con música de brisas,
de pájaros y aguas…
y del umbroso bosque salgo siempre radiante
y despierta como un amanecer.

 

Vengo a ti en mis heridas, como al vaso de bálsamos
en que el dolor se embriaga hasta morir de olvido…
Y llevo
selladas mis heridas como las bocas muertas,
y por tus buenas manos vendadas de delicias.

 

Cuando el frío me ciñe doloroso sudario,
lívida vengo a ti,
como al rincón dorado del hogar,
¡como al Hogar universal del Sol!…
Y vuelvo toda en rosas como una primavera,
arropada en tu fuego.

 

A ti vengo en mi orgullo
como a la torre dúctil,
como a la torre única
¡que me izará sobre las cosas todas!
¡Sobre la cumbre misma,
arriscada y creciente,
de mi eterno capricho!

Para mi vida hambrienta
¡eres la presa única!
¡Eres la presa eterna!
El olor de tu sangre,
el color de tu sangre
flamean en los picos ávidos de mis águilas.

 

Vengo a ti en mi deseo
como en mil devorantes abismos, toda abierta
el alma incontenible…
¡Y me lo ofreces todo!…
Los mares misteriosos florecidos en mundos,
los cielos misteriosos florecidos en astros,
¡los astros y los mundos!
…Y las constelaciones de espíritus suspensas
entre mundos y astros…
…Y los sueños que viven más allá de los astros,
más acá de los mundos…

 

¿Cómo dejarte? -¡Vida!-
cómo salir del dulce corazón
hospitalario y pródigo
como una patria fértil?…
Si para mí la tierra,
si para mí el espacio,
¡todos! ¡son los que abarca
el horizonte puro de tus brazos!…
¡Si para mí tu más allá es la Muerte,
sencillamente, prodigiosamente!…

 

(De Cantos de la Mañana)

               

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS


O INTRUSO

Traduzido por Anderson Braga Horta

Amor, naquela noite trágica e soluçante
Cantou tua chave de ouro em minha fechadura;
E logo, a porta aberta sobre a sombra arrepiante,
Te vi como uma mancha de luz e de brancura.

Tudo me iluminaram teus olhos de diamante;
Beberam-me na taça teus lábios de frescura,
Na almofada pousaste-me a cabeça fragrante;
Amei-te o atrevimento e adorei-te a loucura.

E hoje rio se ris e canto se tu cantas;
Se dormes, durmo como um cão a tuas plantas!
Na própria sombra levo a tua recendente

Primavera; e, se a mão tocas na fechadura,
Tremo e bendigo a noite que -soluçante e escura-
Floriu na minha vida tua boca amanhecente.
 

 

-------------------------------------------------------------- 

 

Tradução de Henriqueta Lisboa 

 

 

O INEFÁVEL

 

 Morro de estranho mal. Não, não me mata a vida

a morte não me mata e nem me mata o amor.

Morro de um pensamento mudo como ferida.

Não sentiste jamais aquela estranha dor

 

de um pensamento imenso enraizado à vida

devorando alma e carne e não alcança a dar flor?

Nunca levastes dentro uma estrela dormida

por inteiro a abrasar-vos sem nenhum fulgor?

 

Cúmulo dos martírios! Levar eternamente

desgarradora e seca a trágica semente

como um dente feroz que as entranhas corroeu.

 

Mas arrancá-la em flor que amanhecera um dia

milagrosa e ideal — ah!  maior não seria

do que ter entre as mãos a cabeça de Deus.

 

 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 

                            A SEDE

 

                                     Tradução de Solon Borges dos Reis

 

 

                            Tenho sede, sede ardente, disse à fada

                            E ela me ofereceu seus néctares.

                            — Isso não; isso me enfada.

                            Então, uma fruta, com seus dedos de maga

                            e um brilho de rubis houve no copo dela

                            Eu provei:

                            — É tão doce, é tão doce

                            E há dias em que tanto mel me embriaga,

                            Mas hoje me repugna, hoje me estraga...

                            Pelos olhos da fada passou uma centelha

                            E por um verde vale odoroso e brilhante

                            levou-me a uma corrente clara de diamante

                            — Bebe, disse. Eu ardia, o peito era uma frágua...

Bebi, bebi, bebi, a linfa cristalina...

Ó! frescor! Ó! pureza! Ó! sensação divina!

— Grato, fato, e bendita a limpidez da água.

 

De LÍRICA -poesias selecionadas – edição bilíngüe.

De LÍRICA  -poesias selecionadas – edição bilíngüe.

Desterro, SC: Edições Nephelibata, 2005 

Ver em  www.nephelibata.com

Tradução de Gleiton Lentz*

 

A ESTÁTUA

 

Olha-a,assim, sobre o ramo escuro

Recortar a silhueta imperante...

Não parece o rebento prematuro

De uma grande raça que será adiante?

Assim, firme e sã, urna raça vira,

Talhada a golpes em mármore duro,

E das imensas campanhas do futuro
A família humana desalojará!  

 

Olha-a assim - de joelhos! - em augusta

Calma impor a nudez que assusta!...

Deus!... Move esse corpo, dá-lhe urna alma!

 

Vê a grandeza que dorme em seu aspecto...

Vê-o lá em cima, inerme, abjeto,

Mais pobre que um verme, sempre em calma!

 

 

INEXTINGUÍVEIS...

 

Oh tu que dormes tão fundo que não despertas!

Milagrosas de vivas, milagrosas de mortas,

E por mortas e vivas eternamente abertas,

 

Alguma noite de luto eu encontro tuas pupilas

 

Sob um trapo de sombra ou um tecido de lua.

Bebo nelas a Calma como em uma laguna.

Por fundas, por caladas, por boas, por tranquilas

 

Um leito ou uma tumba parece cada uma.

 

 

O INEFÁVEL

 

Eu morro estranhamente... Não me mata a Vida,

Não me mata a Morte, não me mata o Amor;

Morro de um pensamento mudo como urna ferida...

Não haveis sentido nunca a estranha dor

 

De um pensamento imenso que se arraiga á vida,

Devorando alma e carne, e que não chega a dar flor?

Nunca levastes dentro urna estrela dormida

Que vos abrasava inteiros e não dava um fulgor?...

 

Cume dos Martírios!... Levar eternamente,

Dilaceradora e árida, a trágica semente

Gravada nas entranhas como um dente cruel!.,.

 

Más arrancá-la em urna flor que abrisse um dia

Milagrosa, inviolável!... Ah, maior não seria

Ter entre as mãos a cabeça de Deus!!  

 

 

FERA DE AMOR

 

Fera de amor, eu sofro fome de corações.

De pombos, de abutres, de corços ou leões,

Não há manjar que mais seduza, não há mais grato sabor,

Havia já degenerado minhas garras e meu instinto,

Quando erguida na quase ultraterra de um plinto,

Deslumbrou-me urna estatua de amigo imperador.

 

E cresci de entusiasmo; pelo tronco de pedra

Ascendeu meu desejo como fulmínea hera

Até o peito, nutrido em neve ao parecer;

E clamei ao impossível coração... a escultura

Sua gloria custodiava sereníssima e pura,

Com a fronte em Amanhã e a planta em Ontem.

 

Perene meu desejo, no tronco de pedra

Picara prendido como sangrenta hera;

E desde então mordo sonhando um coração

De estatua, presa suma para minha garra bela;

Não é carne nem mármore: urna pasta de estrela

Sem sangue, sem calor e sem palpitação...

 

Com a essência de urna sobre-humana paixão!

 

VIDA

[ Traducción de ANTONIO MIRANDA ]

         Venho a ti em minhas horas de sede como a uma fonte
         límpida, fresca, mansa, colossal.
         E as pungentes serpentes de fogo morrem sempre
         na corrente branda e poderosa.

         Venho a ti em meu cansaço, com ao bosque sombrio
         em cujo veludo profundo a fadiga
         adormece docemente, com música de brisa,
         de pássaros e águas.
         E do sombrio bosque saio sempre radiante
         e acordada como um amanhecer.

         Venho a ti em minhas feridas, como o vaso de bálsamo
         em que a dor se embriaga até morrer de esquecimento.
         E levo seladas minhas feridas como bocas mortas
         e por mãos bondosas vendadas de delícias.

         Quando o frio me rodeia com um doloroso sudário,
         lívida eu venho a ti, como ao recanto dourado do lar,
         como para o  lar universal do sol!
         E venho toda em rosas como a primavera,
         envolta em teu fogo.,

         Venho a ti em meu orgulho
         como à torre dúctil,
         como à torre única,
         que me içará sobre todas as coisas!
         Sobre a cúpula mesma,
         arriscada e crescente,
         de meu eterno capricho!

         Para a vida faminta
         és a presa eterna!
         és a presa eterna!
         a cor de teu sangue
         flameia nos picos ávidos de minhas águias.

         Venho a ti em meu desejo
         como em devoradores abismos, toda aberta
         e a alma incontida.
         E me ofereces tudo!
         Os mares misteriosos florescidos pelo mundo,
         os céus misteriosos florescidos em astros,
         os astros e os mundos!
         E as constelações de espíritos suspensas
         entre mundos e astros...
         e os sonhos que vivem além dos astros,
         anteriores aos mundos.

         Como deixar-te — Vida —
         como sair do doce coração
         hospitaleiro e pródigo
         como uma pátria fértil?
         Se para mim a terra,
         se para mim o espaço,
         todos! São os que abarcam
         o horizonte puro de teus braços!
         Se para mim tu distante és a morte,
         simplesmente, prodigiosamente!      

       

 

Página ampliada e republicada em fevereiro de 2008; ampliada y republicada en julio de 2017

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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