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ANA BARAÑANO
Ana M. Barañano Caldentey. Uruguaya. Historiadora de profesión con Maestría en Estudios Latinoamericanos con especialidad en Historia. Trabajó 16 años como profesora de Preparatoria en el Plantel 8 de la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, (Universidad Nacional Autónoma de México); entre medio, fue profesora también tres años, de la Facultad de Filosofía y Letras de dicha Universidad, impartiendo materias sobre Historia de la Educación, General y en América Latina, para las carreras de Pedagogía y Estudios Latinoamericanos. Estuvo dedicada también los últimos doce años a investigación educativo. Nacida en Uruguay, de muy pequeña viajó con sufamilia a Chile donde vivió 8 años, un año en Perú, 29 en México. Volvió con sus hijos con la intención de radicarse en Montevideo.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
RAPSODIAS. Selección de poesia contemporânea. Montevideo:Bianchi editores, 2006. 164 p. Ex, bibl. Antonio Miranda
Amor y Odio
Amar es lo sublime,
odiar su contraparte
y ambos sentimientos
de la dual alma humana.
Se ama lo prohibido
y se odia la impotencia
y el deseo se vuelve capricho,
capricho de vivir la inconsciencia.
La inconsciente locura de lo intenso,
intenso como el sabor de tus besos
mas, volátil como lo no permanente,
efímero el amor se desvanece
entre los brazos abiertos del deseo.
La inspiración de los poetas
Es la inspiración de los poetas
como agua cristalina de pureza,
que a veces se colma de rosas
y a veces de piedras.
De las rosas fragantes del amor de vida
y de las piedras errantes de las montañas
que la vida cotidiana levanta.
Es quizás la inspiración de los poetas
lo menos parecido a la gracia celestial
y lo más parecido a la nostalgia terrena.
Aquella que recrea lo intenso,
lo crudo y lo dulce de la vida,
aquella que llena con ansia amorosa
los vacíos del alma
que heredan los deseos reprimidos.
Es la inspiración poética
lo más sublime del trazo escrito,
aquel que se unta en las aguas
que bajan del cuerpo al alma,
a veces con tintes de dolor profundo
y a veces con tintes de ilusión e amor.
Pero es la inspiración de los poetas
como agua cristalina de pureza,
pues es pura la verdad del alma
encarnada en la divina pluma
del que escribe lo indecible
para el alma del mortal.
¿Quién soy?
Soy una ráfaga de luz del oriente lejano,
venida quizás de una constelación en crisis;
en un tiempo sin tiempo, para anidar en la tierra.
A bañar de luz solar
lo apagado por el frío;
a aprender de los caminos
cual más sinuoso,
cual más ligero,
y a sentir la fría noche del invierno
en un mundo de oscuro sin sentido.
A embriagarme de los cláridos sonidos
de las aves al chocar contra la brisa,
a vivir a todas luces la sonrisa
de los niños en el claro de la hierba
y a soñar con esa cálida huella
del amor entre humanos encarnado.
¿Quién soy yo?...
sino el reflejo de una ráfaga de estrellas
ensombrecida por el aire de la tierra,
que echó raíces desde un cuerpo sigilos
que camina por el borde una cuerda,
esperando no caer por imprudencia
o por oler en el aire la inconsciencia.
Deteniendo los instantes en la lengua
para no contrariar a la existencia,
que aunque no traiga siempre complacencias
es la única montura de las almas que galopan
entre luces y tinieblas,
para alcanzar la pureza de lo impuro
en el mundo terrenal de la materia.
Deseo
El deseo de un amor reprimido
los llevó a caminar en la nostalgia;
la nostalgia se volvió un día pesadumbre
y a ella siguió la obsesión que quiso llenar vacíos.
La obsesión creó fantasías
para no derramarse en locura.
Las fantasías revivieron en el alma
los recuerdos del amor pasado.
Y la historia empezó de nuevo
aunque dentro de un corazón partido.
Las fantasías retornaron el deseo,
y un encuentro hizo del deseo fuego,
fuego de amor de nuevo encendido
que revivió en el silencio de un rincón clandestino,
en instantes intensos de caricias
y besos sin freno compartidos,
por quienes un día por azares del destino
dejaron los deseos del corazón en el camino.
Y anduvieron la senda del olvido ficticio,
que al amor frustrado convirtió en fantasma,
de eterna nostalgia y deseos reprimidos.
Y así en el corazón de los amantes
comenzó la historia otra vez incesante
de la fantasía de lo no vivido.
Para plasmaren encuentros furtivos
que los años trajeron por caprichos del destino,
el intenso deseo de amor reprimido,
en sublimes uniones en instantes vividos,
que a pesar de lo intenso de sus circunstancias
no dejaron nunca el círculo de lo efímero.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
AMOR E ÓDIO
Amar é o sublime,
odiar é seu contrário
e ambos sentimentos
da dual alma humana.
Amamos o prohibido
e odiamos a impotência
e o desejo transforma-se em capricho,
capricho de viver a inconsciência.
A inconsciente locura de lo intenso,
intenso como o sabor de teus beijos
mas, volátil como o não permanente,
efêmero o amor se desvanece
entre os braços abertos do desejo.
A inspiración dos poetas
É a inspiração dos poetas
como água cristalina de pureza,
que às vezes se enche de rosas
e às vezes de pedras.
Das rosas fragantes do amor de vida
e das pedras errantes das montañas
que a vida quotidiana levanta.
É talvez a inspiración dos poetas
o menos parecido com a graça celestial
e o mais parecido com a nostalgia terrena.
Aquella que recreia o intenso,
o cru e o doce da vida,
aquea que preenche com ânsia amorosa
os vazios da alma
que herdam os desejos reprimidos.
É a inspiração poética
o más sublime do traço escrito,
aquele que se unta nas águas
que descem do corpo à alma,
às vezes em tons de dor profunda
e às vezes com os tons de ilusão e de amor.
Mas é a inspiração dos poetas
como água cristalina de pureza,
pois é pura a verdade da alma
encarnada na divina pluma
do que escreve o indizível
para a alma de um mortal.
Quem sou?
Sou uma ráfaga de luz do oriente distante,
vinda talvez de uma constelação em crise;
em um tempo sem tempo, para aninhar na tierra.
A banhar de luz solar
o apagado pelo frio;
a aprender dos caminhos
tanto mais sinuoso,
tanto mais ligeiro,
e a sentir a fria nocite de inverno
em um mundo escuro sem sentido.
A embriagar-me com os limpidos sons
das aves quando chocam com a brisa,
a viver com todas luzes o sorriso
dos menins na claridade da erva
e a sonhar com esse cálido rastro
do amor entre humanos encarnado.
Quem sou eu?...
senão o reflexo de uma ráfaga de estrelas
sombreada pelo ar da terra,
que plantou raízes desde um corpo sigilos
que caminha pela ponta de uma corda,
esperando não cair pela imprudência
ou pelo odor do ar da inconsciência.
Detido em instantes na língua
para não contrariar a existência,
que embora não traga sempre complacências
é a única sela das almas que galopam
pelas luzes e trevas,
para alcançar a pureza do impuro
no mundo terrenal da matéria.
Desejo
O desejo de um amor reprimido
levou-os a caminhar na saudade;
a saudade tornou-se um dia pesadelo
e a ela seguiu à obsessão que queria encher vazios.
A obsessão criou fantasias
para não derramar-se em loucura.
As fantasias reviveram na almaas lembranças do amor superado.
E a história começou outra vez
mas dentro de um coração partido.
As fantasias retomaram o desejo,
e um encontro fez do desejo fogo,
fogo de amor de novo aceso
que reviveu no silêncio de um lugar clandestino,
em instantes intensos de carícias
e beijos sem freio compartilhados,
por quem um dia por azares do destino
deixaram os anseios do coração pelo caminho.
E percorreram o caminho do olvido fictício,
que o amor frustrado converteu em fantasma,
de eterna nostalgia e desejos reprimidos.
E assim no coração dos amantes
começou a história outra vez incessante
da fantasia do ainda não vivido.
Para transporem encontros furtivos
que os anos trouxeram por capricho do destino,
o intenso desejo de amor reprimido,
em sublimes uniões em instantes vividos,
que a pesar da intensidade dessas circunstâncias
não deixaram nunca o círculo do efêmero.
Página publicada em agosto de 2020
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