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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 






JOSÉ ACOSTA

 

(Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 1964).

 

Escritor y agrónomo, reportero del rotativo neoyorquino EL DIARIO/ LA PRENSA . Con su primer libro Territorios extraños , ganó el Premio Nacional de Poesía de su país en 1993.

Con su poemario En el secreto llamado , obtuvo la primera mención de honor del Concurso Internacional “ La Porte des Poétes”, en París, Francia, en 1994.

Ese mismo año le fue otorgado el Voto de Reconocimiento del Ayuntamiento de Santiago y el Premio al Comunicador del Año, Renglón Poesía, de la Unión de Comunicadores Católicos, en la República Dominicana. En 1998 gana la Mención de Poesía de la Bienal Latinoamericana de Literatura "José Rafael Pocaterra", en Valencia, Venezuela. Con Destrucciones obtuvo el Premio Internacional de Poesía "Odón Betanzos Palacios" de Nueva York, en 1998. En el 2000, a su libro de cuentos El efecto dominó se le otorgó el Premio Nacional Universidad Central del Este.

En el 2001 ganó el premio único de cuentos, en el Concurso Internacional de Cuentos de Pecx, una organización colombiana de Nueva York.

En el 2003 ganó la Mención de Honor del Premio Internacional de Poesía Revista Hybrido, de Nueva York.

En el 2004, su poemario El evangelio según la Muerte obtuvo el Premio Internacional de Poesía "Nicolás Guillén", de México.

Ese mismo año, otro poemario suyo quedó finalista del Premio Internacional de Poesía "Miguel de Cervantes", de Armilla, en España.

En 1999, el gobierno dominicano reunió su obra poética en la Colección Fin de Siglo.


TEXTO EN ESPAÑOL y/e TEXTO EM PORTUGUÊS

 

Enciendo un fósforo 

 

Enciendo un fósforo y nace mi mano.

Sobre el fondo una moneda flota o quizá

la redondez luminosa del ojo de un gato.

Hago ascender mi mirada arañando las tinieblas

y se hace libre allá, a lo lejos, en la cima

de todos los quejidos.

Es que estás a mi lado y aún no lo sabía

es que viajan en mí todos los pueblos

y ahora, precisamente, llaman a mi puerta.

Enciendo un fósforo y nace

tu cuerpo tejido con la noche.

Todo está tan cerca a veces, a un frágil dolor

de distancia

pero en verdad tememos horriblemente

saberlo.


Acendo um fósforo

 

Trad. de Antonio Miranda

 

Acendo um fósforo e nasce minha mão.

Sobre o fundo uma moeda flutua ou talvez

a redondez luminosa do olho de um gato.

Faço ascender minha mirada arranhando a escuridão

e se torna livre lá, lá longe, por cima

de todos os gemidos.

É que estás ao meu lado e ainda não sabia

que viajam em mim todos os povos

e agora, precisamente, chamam à minha porta.

Acendo um fósforo e nasce

teu cuerpo tecido com a noite.

Tudo está tão perto, às vezes, a uma frágil dor

de distância

mas em verdade tememos horrivelmente

sabê-lo.

 

 

 

 

 

 

 




 

Y de repente

 

   (Aún hay un árbol en mi niñez

  que siempre quise trepar)

 

Y de repente encontrar en mi memoria

el misterio de una puerta

que una vez no quise abrir.

Trasponerla y descubrir del otro lado

el otro destino que nunca tomé.

Verme, entonces, bajo la lluvia

de una ciudad desconocida

ignorando el amor de este perro

que silencioso sigue tras de mí.

Y sentir en mi inconsciente que esta calle

me conoce, y que, tras otra puerta que ahora

me detiene frente a sí, pueden estar

los objetos amados de otra casa mía

o el espanto de hallar de nuevo

la realidad del lugar donde siempre

he permanecido.

 

E de repente

 

Trad. de Antonio Miranda

 

 

   (Ainda existe uma árvore em minha infância

  que sempre quis subir)

 

E de repente encontrar em minha memória

o mistério de uma porta

que uma vez não quiz abrir.

Transpô-la e descobrir do outro lado

o outro destino que nunca tomei.

Ver-me, então, sob a chuva

de uma cidade desconhecida

ignorando o amor deste cão

que silencioso segue atrás de mim.

E sentir no meu inconsciente que esta rua

me conhece, y que, detrás de outra porta que agora

me detém frente a si, podem estar

os objetos amados de outra casa minha

ou o espanto de achar de novo

a realidade do lugar onde sempre

permaneci.

 

De "Territorios Extraños", Premio Nacional de Poesía 1993, República Dominicana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





Antes de la luz

 

M e atormenta sobremanera esta casa tan oscura

y más, el que no esté en mi destino encenderle

una lámpara.

He intentado arrojarle luciérnagas a sus espejos,

guiar el alba hasta sus ventanas,

atarla a otro horizonte fuera de la noche.

 

Pero todo es trunco, vano...

Rotos mis dedos buscan a tientas

algún rincón favorable para el fuego

alguna puerta posible para el día

o esa luz

de la que está hecha la tiniebla.

 

Temo que esta casa ya no exista

cuando se ilumine en el mundo

la existencia.


Antes da luz

 

Trad. de Antonio Miranda

 

 

M e atormenta sobremaneira esta casa tão escura

e mais: que não esteja em meu destino acender-lhe

uma lâmpada.

Eu tentei lançar vagalumes aos seus espelhos,

guiar a aurora às suas janelas,

atá-la a outro horizonte fora da noite.

 

Mas tudo é truncado, em vão...

Rotos meus dedos buscam às cegas

algum canto favorável para o fogo

alguma porta possível para o dia

ou essa luz

de que estão feitas as trevas.

 

Temo que esta casa já não exista

quando se ilumine no mundo

a existência.

 

De "Destrucciones", Premio Internacional de Poesía "Odón Betanzos Palacios" de Nueva York, 1998.

 

 

 

 

 

 

 

 

 





III

 

 

H ay tanta paz en regresar de la cocina,

volver a la cama donde la carne se pudre

para llenarla con nuestro misterio.

Atravesar el pasillo como si fuera la vida,

sentir el resplandor de todo lo que huye

y se convierte en paredes.

Apartar las cortinas y hallar lo que fue en los rincones:

las pequeñas maldades, la llovizna,

y eso informe que jamás entenderemos.

Un tumulto de pensamientos esperando su turno

a la sombra de la desesperación

cuando ya es demasiado tarde.

Y una voz ausente golpeando la luz,

penetrando en las palabras,

tratando de ser nuestra.

Hay tanta paz en el trayecto, desde el olor del café

hasta el armario, desde los pasos

que ya no parecen nuestros.


III

 

Trad. de Antonio Miranda

 

 

H á tanta paz em regressar da cozinha,

voltar pra cama onde a carne apodrece

para completá-la com nosso mistério.

Atravessar o corredor como se fosse a vida,

sentir o esplendor de tudo o que foge

e se converte em paredes.

Afastar as cortinas e achar o que ficou pelos cantos:

as pequenas maldades, o chuvisco,

e esse relatório que jamais entenderemos.

Um tumulto de pensamentos esperando seu turno

à sombra do desespero

quando já é tarde demais.

E uma voz ausente golpeando a luz,

penetrando nas palavras,

tentando ser nossa.

Há tanta paz no trajeto, desde o aroma do café

até o armário, desde os passos

que já não parecem ser nossos.

 

De "Catequesis del Íncubo", accésit premio Casa de Teatro, 2001.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2

   Tal vez tú no recuerdes que eres el que soy, que del otro lado fui tú mismo pero ahora vago por las calles perdido sin saber dónde estás. Ven a este parque a encontrarte contigo como antes de nacer. La oscuridad me devora y temo no hallarte jamás.

 

 

8

   Quizás, oh Dios, Tú sólo hablas con las cosas muertas. Que he de esperar hasta morir para charlar contigo. Quizás las piedras de mi jardín te entiendan. Tal vez el río corre tu voz sobre la tierra, y solo esté yo con esta rosa, en silencio, esperando...

Perdóname si no logré el rostro que deseé que vieras. Perdóname por querer ser eso que dejé en aquel niño. Es que me siento perdido, de este lado del cielo. 

 

 

2

Trad. de Antonio Miranda

 

   Talvez tu não recordas que és o que eu sou, que do outro modo fui tu mesmo mas agora vago pelas ruas perdido sem saber onnde estás. Vem a este parque te encontrar contigo como antes de nascer. A obscuridade me devora e temo não encontrar-te jamais.

 

 

8

   Talvez, oh Deus, Tú só falas com as coisas mortas. Que devo esperar até morir para falar contigo. Quiça as pedras de meu jardim te entendam. Talvez o rio leva tu voz sobre a tierra, e só eu esteja com esta rosa, em silêncio, esperando...

 

Perdoa-me se não logrei o rosto que desejei que visses. Perdoa-me por querer ser isso que deixei naquele menino.É que me sinto perdido, deste lado do céu

.

 

De "De este lado del cielo", Mención de Honor Bienal Latinoamericana de Literatura, 1996-98, Valencia, Venezuela.

 

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