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ERICK RAMOS SOLANO
(Lima, 1982). Egresado de Literatura de la Universidad Mayor de San Marcos, obtuvo entre otros premios, en el 2003, el segundo en la Bienal de Poesía "César Moro" que organiza el Centro de Estudiantes de Literatura, y en el 2006, el tercero en poesía de los Juegos Florales Nacionales organizado por la Universidad Nacional Agraria, con el poemario "Celestización", que saldrá pronto bajo el sello de Lustra Editores. Ha obtenido además una mención honrosa en el primer certamen de ensayo y reportaje organizado por la Defensoría del Pueblo (Perú) sobre Derechos Humanos. Ha publicado, también, poemas y ensayos sobre poesía peruana (César Vallejo, Hildebrando Pérez) en revistas nacionales de literatura como Casa de Citas y Tinta Expresa, y en revistas virtuales internacionales como Tonos Digital, de la Universidad de Murcia (España). Actualmente elabora su tesis sobre el testimonio en la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR-Perú).
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
TRÁNSITO DE FUEGO – TRÂNSITO DE FOTO – Selección de jóvenes poetas latinoamericanos. Seleção de jovens poetas latinoamericanos. Selección y compilación . Seleção e compilação Raquel Molina. Traducción al portugués. Tradução ao português, Gladys Mendia. Caracas: Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, 2009. 288 p. 15 x 22,5 cm. Ex. bibl. Antonio Miranda
Contra el río y la piedra
Los muros son de árbol
de chacra
y de casa guardada con el pobre en su pobreza
como la luz en su apacible lobo
De pronto
Tomo tu dedo y lo hundo para que llueva
y veo la lluvia venir dentro de ti
como un hondo balde tirado hacia abajo
Sobre el puente estoy yo
Y debajo también
andando con los brazos cruzados como si no importara
El casco oscuro de las casas aplastadas a la noche
como si el pulso mismo de la piedra
metido en el pájaro silencioso que arde flojamente
viniera a caminar conmigo
Y de pronto se fuera.
Hualalachi
Esta noche los zancudos no me visitan
ni las moscas que hartas de ser nada entran aquí a ser algo
gordas y verdes como un foco
que meten su luz entre mis cejas
Estoy solo frente al duro muro que el viento arrima
al final del goce de este minutero
Y su amado horno
dando de patadas al portón de la lluvia que se abre tercamente
De tanto y tanto que
con el hombro
espero llover cascarones de algo y no un eterno cajón
que sirve de alma a tu alma
Me doy cuenta entonces de que el aguacero
es el lavado de la tierra que tira agua a su muerte
cuando la hoja de tu oreja es el reposo de mi nombre
y el aire sostiene el beso de la noche como una montura
Pero yo sé que las cosas se han de quebrar igual
así el día no vuelva
ni su toldo gris de oxígeno tostado
sino la luz solitaria de lo que queda
cuando irremediablemente se abren los ojos.
Cajamarca
Aquí estuve antes
soldado y muerto
como un hombre
Pero no fue que tuve miedo
ni imaginé al caballo y al caballero
un solo glande
Sino que sentí venir tanta ira
en el hueco caliente de la bala
y juzgué a mi mujer en el suelo
carne de perros gigantes
Yo estuve aquí y no tuve miedo
Hoy la plaza sola en su sombra saca un pecho enterrado en la
pileta
y veo ahí mi vieja honda
deletrearse en trance como una hostia o una liendre
Ah pobre Señor atado de manos como un delincuente
¡Quién te defendiera con la lengua!
¡Quién recogiera el libro y lo abriera y repitiera de
paporreta un [milagro!
Esta plaza tiene mi muerte
A qué hora ahí sabré decirla con los ojos cruzados
con la garganta mirándome de frente
el oro entre ceja y ceja.
( De Peor ciego)
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Gladys Mendia
Contra o rio e a pedra
Os muros são de árvore
de cáscara
e de casa guardada com o pobre em sua pobreza
como a luz em seu agradável lobo
De repente
Tomo teu dedo e o afundo para que chova
e vejo a chuva vir dentro de ti
como um fundo balde atirado para abaixo
Sobre a ponte estou eu
E embaixo também
estando com os braços cruzados como se não importasse
O capacete escuro das casas aplastadas à noite
como se o pulso mesmo da pedra
metido no pássaro silencioso que arde frouxamente
viesse a caminhar comigo
E de repente se fosse.
Hualalachi
Esta noite os mosquitos não me visitam
nem as moscas que fartas de ser nada entram aqui a ser algo
gordas e verdes como um foco,
que metem sua luz entre minhas sobrancelhas
Estou sozinho em frente ao duro muro que o vento arrima
ao final do goze deste ponteiro
E seu amado forno
dando chutes ao portão da chuva que se abre teimosamente
De tanto e tanto que
com o ombro
espero chover cascas de algo e não um eterno caixote
que serve de alma a tua alma
Me dou conta então de que o aguaceiro
é a lavagem da terra que atira água a sua morte
quando a folha de tua orelha é o repouso de meu nome
e o ar sustenta o beijo da noite como um arreio
Mas eu sei que as coisas se têm de avariar igual
assim no dia não volte
nem seu toldo cinza de oxigênio torrado
senão a luz solitária do que fica
quando irremediavelmente se abrem os olhos.
Cajamarca
Aqui estive antes
soldado e morrido
como um homem
Mas não foi que tive medo
nem imaginei ao cavalo e ao cavaleiro
um sozinho glande
Senão que senti vir tanta ira
no oco quente da bala
e julguei a minha mulher no chão
carne de cães gigantes
Eu estive aqui e não tive medo
Hoje a praça sozinha em sua sombra saca um peito enterrado na pia
e vejo aí minha velha atiradeira
deletrear-se em trance como uma hóstia ou uma lêndea
Ah coitado Senhor atado de mãos como um delinquente
Quem te defendesse com a língua!
Quem recolhesse o livro e o abrisse e repetisse de
paporreta* um milagre!
Esta praça tem minha morte
A que hora aí saberei a dizer com os olhos cruzados
com a garganta me olhando de frente
o ouro entre sobrancelha e sobrancelha.
(de Pior cego)
*paporreta: voz coloquial do Perú. Coisa que se aprende de cor mas sem entender.
Página publicada em agosto de 2019
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