EDUARDO CHIRINOS
Eduardo Chirinos (Lima, Perú, 1960 – Missoula, EE.UU, 2016). Residía en los Estados Unidos desde 1993, ejerciendo la docencia. Los últimos quince años en la Universidad de Montana.
(Extraído de http://www.crearensalamanca.com/eduardo-chirinos-en-salamanca-un-minimo-recuerdo-fotografias-poemas-prosas-y-manuscritos/)
Eduardo Chirinos e Alfredo Pérez Alencart, en la Casa de las Conchas
(Foto de Luis Monzón, 16 de abril de 2006)
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
ESTAS PALABRAS
Te regalo estas palabras.
El mar dijo en ellas lo que tenía que decir,
duplicado el cielo y el sol
siempre tan lejos de los árboles.
Te regalo
los árboles, con sus ardillas y sus hojas
que conversan en silencio.
Te regalo el silencio. Los vastísimos
silencios que recorre la luna. Te regalo
la luna, los cinemas, los espejos, los
acuarios te regalo
los cuartos del amor. Los oscuros
cuartos del amor donde se olvidan
y renacen las palabras. Te regalo
estas palabras.
(De No tengo ruiseñores en el dedo, 2006)
DERROTA DEL OTOÑO
Aquí no es bienvenido el otoño.
Nadie lo espera
a la orilla de ningún río melancólico
que esconda en su cauce los secretos del mundo.
El otoño reina en otras latitudes
Allá lejos, donde los ciclos se cumplen, allá lejos
donde envejecen y renuevan las metáforas.
(El sol se hunde en un verdoso charco
donde flota, solitaria, una hoja de laurel).
Pero esta tarde no ha llovido. Las hojas
se aferran a sus ramas,
heroicamente luchan contra el viento
y en la noche celebran la derrota del otoño.
No saben que las hojas que caen son las escritas
y el árbol un seco y callado poema sin estrías.
(De Derrota del otoño)
DE LA PERDICIÓN POR LA POESÍA
Tantas veces me he llenado la mano de ti, y tú
fuiste como sueños poblándose, fantasmas
danzando frenéticos y ebrios en la página
hasta hacerme reír,
hasta hacerme reír,
porque nunca pude llorar en tu figura.
Porque además de un sueño
fuiste también una figura: tus ojos
para siempre borrándome, tu lengua
fugaz como ramalazo de lo eterno, tu voz
tan débil tan débil golpeando esta página
hasta rasgarla. Hasta salir de mí.
Ah, si tan sólo escuchara tu voz.
Pero nunca me dirigiste la palabra
y lo que hubiera sido un gran amor
fue sólo un beso furtivo, un abrazo en penumbra,
un silencioso dolor del cual nunca fui culpable.
No te he perdido porque nunca te tuve.
Detrás de cada palabra te oigo sollozar.
(De Amores y Desamores)
NO TENGO RUISEÑORES EN EL DEDO
Deja el aire su aliento. Brilla
bajo una luz más pura. La lengua
se condena a la voz
y así nos sobrevive: húmeda y silente
con sonidos de pájaros aullando, como barco
perdido en un mar de palabras. No
sé qué cantar. Soy los otros. Espero
que los otros sean yo. Como los árboles.
No sé qué cantar.
No tengo ruiseñores en el dedo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
ESTAS PALAVRAS
Eu te ofereço estas palavras.
O mar disse nelas o que tinha que dizer,
duplicado o céu e o sol
sempre tão distante das árvores.
Te ofereço
as árvores, com seus esquilos e suas folha
que conversam em silêncio.
Eu te ofereço o silêncio. Os amplíssimos
silêncios que percorre a lua. Eu te ofereço
a lua, os cinemas, os espelhos, os
aquário te ofereço
os aposentos do amor. Os escuros
aposentos do amor onde esquecemos
e onde renascem as palavras. Te ofereço
estas palavras.
(De No tengo ruiseñores en el dedo, 2006)
DERROTA DO OUTONO
Aqui não é bem-vindo o outono.
Ninguém o espera
à margem de nenhum rio melancólico
que esconda em seu leito os segredos do mundo.
O outono reina em outras latitudes
onde envelhecem e renovam-se as metáforas.
(O sol afunda numa poça verdejante
onde flutua, solitária, uma folha de laurel).
Mas nesta tarde não choveu. As folhas
aferra-se aos seus ramos,
lutam heroicamente contra o vento
e à noite celebram a derrota do outono.
Não sabem que as folhas que caem são as escritas
e a árvore um seco e calado poema sem estrias.
(De Derrota del otoño)
DA PERDIÇÃO PELA POESIA
Tantas vez tomei você em minhas mãos, e tu
foste como sonhos povoando-se, fantasmas
dançando frenéticos e ébrios na página
até provocar-me riso,
até provocar-me riso,
porque nunca pude chorar em tua figura.
Porque além de um sonho
foste também uma figura: teus olhos
para sempre apagando-me, tua língua
fugaz como surto do eterno, tua voz
tão débil tão débil golpeando esta página
até rasga-la. Até sair de mim.
Ah, se apenas escutasse tua voz.
Mas nunca me dirigiste a palavra
e o que teria sido um grande amor
foi apenas um beijo furtivo, um abraço na penumbra,
uma dor silenciosa da qual nunca fui culpado.
Não eu te perdi porque nunca eu a tive.
Detrás de cada palavra te ouço a soluçar.
(De Amores y Desamores)
NÃO TENHO ROUXINÓIS NO DEDO
Deixa o ar o seu alento. Brilha
sob uma luz mais pura. A língua
condenada à voz
e assim sobrevive a nós: úmida e silente
com sons de pássaros ululando, com barco
perdino no mar de palavras. Não
sei o que cantar. Sou outros. Espero
que os outros sejam eu. Como as árvores.
Não sei o que cantar.
Não tenho rouxinós no dedo.
Página publicada em abril de 2016.
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