CÉSAR ÁNGELES
César Ángeles L. (1961- ). Poeta peruano.
Hizo la licenciatura en Literatura y Lingüística en la Universidad Católica del Perú (1990).
Trabaja en docencia y periodismo desde mediados de los 80.
Ha publicado en La Última Cena (Lima, 1987): selección de poesía peruana actual, y dos libros individuales de poesía: El Sol a Rayas (Lima, 1989) y A Rojo (Barcelona-Lima, 1996).
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
ANGELES, César. El sol a rayas. Lima, Perú: the-position EDITORES, 1989. 45 p. 10x20,5 cm. Tiragem: 500 exs. Edição artesanal, ilustrada. Col. A.M.
LA NIÑA DE LA FOGATA AZUL
Una criatura
tomó mi mano y condujo
mi cuerpo
de noche
hacia una arboleda qué resplandecía
como cuchara de metal bajo el sol
congelado
de miedo
volteé a ver a los míos
pero sólo arena y piedras no (me) sonrieron
a propósito
un canguro amodorrado dormitaba
sobre una antigua y enorme roca
La criatura me abandonó
al inicio de la arboleda extraña
luego de besarme tiernamente una mejilla
Entonces mi temor disminuyó un tanto
Obviamente
andando entre árboles qué
sino sombra puede expectarse
Sin embargo allí no sombra sino luz
había
y un leve viento fresco
bebió el sudor que aún cubría mi cuerpo
Así
poco a poco un pequeño sueño
empezó a posesionarse de todos mis sentidos
No opuse mayor resistencia
Aún sentía el beso de la bella criaturaen mi rostro
Finalmente dormido
soñé con ios míos uno a uno
y fui dejando de sentirme extranjero entre tos árboles
iluminados
ASCENCIÓN
Pero tú
no supiste de
tenerme
o tal vez no qui
siste
Irrupción
Erupción Erección
Desvencijados lugares
Oscuridad casi total excepto como ojos de gato
Hulla
Estuve brincando entre las grutas
Hoscos estuvieron los animales
del mar
cuando elocéano
decidió marcharse
Humor
Hurón
No basta
saber la hora
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
A MENINA DA FOGUEIRA AZUL
Uma criatura
tomou minha mão e conduziu
meu corpo
de noite
para uma alameda de árvores que irradiava
como colher de metal ao sol
congelado
de medo
viver para ver os meus
mas apenas areia e pedras não (me) sorriram
A criatura me deixou
à entrada de uma alameda estranha
depois de beijar-me na face
Foi quando meu medo diminuiu um tanto
Obviamente
entre árvores o que
além de sombra pode esperar-se
No entanto ali não sombra mas luz
havia
e um leve vento fresco
bebeu o suor que ainda cobria meu corpo
Assim
pouco a pouco um breve sonho
começou a tomar posse de meus sentidos
Não ofereci resistência alguma
Ainda sentia o beijo da bela criatura em meu rosto
Dormindo finalmente
sonhei com os meus um a um
e fu deixando de sentir-me estrangeiro
entre árvores
iluminadas.
ASCENSÃO
Mas tu
não soubeste
possuir-me
ou talvez não qui
seste
Irrupção
Erupção Ereção
Estropiados lugares
Escuridão quase total exceto como olhos de gato
Hulha
Estive brincando pelas grutas
Hostis estiveram os animais
do mar
quando o oceano
decidiu murchar
Humor
Bicho-do-mato
Não basta
saber a hora
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