RICARDO MIRO
(1883 - 1940)
Escritor panameño, considerado como el gran poeta nacional. En su juventud cursó estudios de pintura en Bogotá, que truncó por razones políticas. Ricardo Miró vivió los tiempos efervescentes de la construcción del canal por los franceses, los de la fundación de la República en 1903 y experimentó muy sensiblemente la presencia sajona en el territorio istmeño.
En 1904 publicó por primera vez sus poemas en la revista literaria El Heraldo del Itsmo, que dirigía Guillermo Andrave. La lírica de Ricardo Miró presenta influencias modernistas y neorrománticas. Cantó a la patria, a su paisaje, a la herencia hispana y al amor. Sus poemarios más representativos son Preludios, 1908; Los segundos preludios, 1916; La leyenda del Pacífico, 1925; Caminos silenciosos, 1929. Escribió cuentos y dos novelas: Las Noches de Babel y Flor de María. Fue también fundador y director de revistas literarias; la más importante de ellas fue Nuevos Ritos. a través de cual señaló las líneas de un proceso de renovación que luego marcaría los rumbos de la poesía panameña.
Ricardo Miró desempeñó cargos diplomáticos en Londres, Marsella y Barcelona, donde escribió en 1909 su emblemático poema "Patria". Fue director de los Archivos Nacionales y Secretario Perpetuo de la Academia Panameña de la Lengua. Murió en la ciudad de Panamá el 2 de marzo de 1940. El premio nacional de literatura fue bautizado en su honor, el Premio Ricardo Miró, y se otorga anualmente en los géneros poesía, cuento, novela y ensayo.
Fonte: www.biografiasyvidas.com
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
PATRIA
¡Oh Patria tan pequeña, tendida sobre un istmo
donde es el mar más verde y es más vibrante el sol,
en mí resuena toda tu música, lo mismo
que el mar en la pequeña celda del caracol!
Revuelvo la mirada y a veces siento espanto
cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar...
¡Quizá nunca supiera que te quería tanto
si el Hado no dispone que atravesara el mar!...
La Patria es el recuerdo... Pedazos de la vida
envueltos en jirones de amor o de dolor;
la palma rumorosa, la música sabida,
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.
La Patria son los viejos senderos retorcidos
que el pie, desde la infancia, sin tregua recorrió,
en donde son los árboles antiguos conocidos
que al paso nos conversan de un tiempo que pasó.
En vez de estas soberbias torres con áurea flecha
en donde un sol cansado se viene a desmayar,
dejadme el viejo tronco donde escribí una fecha,
donde he robado un beso, donde aprendí a soñar.
¡Oh mis vetustas torres queridas y lejanas:
yo siento las nostalgias de vuestro repicar!
He visto muchas torres, oí muchas campanas,
pero ninguna supo, ¡torres mías lejanas!,
cantar como vosotras, cantar y sollozar.
La Patria es el recuerdo... Pedazos de la vida
envueltos en jirones de amor o de dolor;
la palma rumorosa, la música sabida,
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.
¡Oh Patria tan pequeña que cabes toda entera
debajo de la sombra de nuestro pabellón:
quizás fuiste tan chica para que yo pudiera
llevarte toda entera dentro del corazón!
TUS OJOS
¿El lago?... ¡Nunca!... El lago no pudiera
competir con tus ojos soñadores.
Tus ojos tienen sombras y fulgores:
Son dos lagos al tiempo que una hoguera.
¿El mar?... ¡Tampoco!... El mar tiene ribera
que se llena de pájaros y flores,
y en tus divinos ojos turbadores
se fatiga volando la Quimera…
¿El cielo?... acaso el cielo, por ser cielo,
se atreviera un momento, envanecido,
a asomarse a tus ojos con recelo;
y, ante tus ojos diáfanos y bellos,
vería el mismo cielo, sorprendido,
que falta cielo para verse en ellos.
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Solon Borges do Reis
PÁTRIA
(fragmentos do poema)
Ó! Pátria, sobre um istmo, pequena assim
onde é o mar mais verde e mais vibrante o sol,
Pátria, ressoa a tua música inteira em mim
como o mar na rósea concha do caracol.
Revolvo o olhar e, às vezes, sinto, Pátria, espanto
se não vejo o caminho para regressar.
Não saberia nunca que te quero
se o Fado não mandasse que eu cruzasse o mar.
Ó! Pátria, és tão pequena, cabes inteirinha
sob a sombra do nosso amado pavilhão;
quem sabe és tão pequena que assim, sendo minha,
possa eu levar-te toda no meu coração!
TEUS OLHOS
O lago?... Nunca o lago poderia
competir com teus olhos sonhadores...
Além de sonhos, eles têm fulgores,
são lagos, mas do fogo têm magia.
O mar? ... Tão pouco! Tem também ribeira
que de pássaros se enche e de flores,
e em teu divinos olhos sonhadores
voando cansa-se a ilusão fagueira.
O véu?... Acaso por ser céu, um dia,
Ousaria, um momento, envaidecido,
Refletir-se em teus olhos? que honraria!
Ante teus olhos diáfanos, incréu,
o próprio céu veria surpreendido
que para ver-se neles, falta céu!
Página publicada em novembro de 2007
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