LUCY CRISTINA CHAU
Panamá (1971). Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2009-2010 en la categoría Cuento, Premio Ricardo Miró 2008 en la sección Poesía y Premio Nacional de Poesía Joven Gustavo Batista Cedeño en el 2006. Es egresada de la Universidad de Panamá como Licenciada en Humanidades con especialización en el idioma inglés y tiene un Post-grado en Docencia Superior por la Universidad de las Américas. Desde 1993 pertenece al Colectivo de Escritores José Martí, y desde el 2010 co-organiza el Festival Internacional de Poesía Ars Amandi, Panamá. Es además intérprete oficial autorizada (inglés-español) y cantó como solista y coros en el disco Vida de Perros de la agrupación panameña Trópico de Cáncer. Fue la creadora y conductora de la iniciativa artística El Cuento de los Martes, en el año 2003 y actualmente continúa El Cuento de los Martes Virtual en formato de blog.
Entre sus publicaciones individuales está el poemario Mujeres o diosas de la Colección Casa de Poesía en Costa Rica, el libro de cuentos De la puerta hacia adentro, de la Universidad Tecnológica de Panamá, el poemario La Casa Rota de la Editorial Mariano Arosemena del Instituto Nacional de Cultura de Panamá, el poema IndiGentes, de edición independiente; y el poemario La Virgen de la Cueva, de la Editorial Mariano Arosemena. Extraído de https://sites.google.com/site/lucycristinachau/datos-generales
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
CHAU, Lucy Cristina. La casa rota. Panamá: Editorial Mariano Arosemena, 2009. 75 p. 13x21 cm. (Colección Ricardo Miró. Premio Poesía 2008) Instituto Nacional de Cultura, Dirección Nacional de las Artes, Departamento de Letras. ISBN 978-9962-659-36-6
La compra
Hay un objeto,
muere en la mitad de una tienda.
Lo salvo y me salvo.
El Cordero no es sangre de escaparate.
Por treinta monedas llevo mi perdón,
por quince reales
me saco a Dios de encima.
Él vuela hasta mi casa
sin tocar el piso,
sale de la bolsa
y otra vez
los indios aceptamos a Cristo.
Estos edificios
En estos edificios largos
donde también al sol
se le niega la entrada,
en estos edificios secos
con olor a jazmin
en los que el perro viaja en ascensor
y la doméstica llora en la escalera,
en estos edificios frios
llenos de dioses y tremendas hembras,
aquí, junto a nosotros en belleza,
también ocurren cosas incorrectas.
Vi caer en bolsas negras
las miserias,
escuché del piso diecisiete,
cinco tiros con tres sorbos de vodka
y volaron sin fecha mil palomas muertas.
Aquí está prohibido molestar
con lo que digo ser feliz,
aquí se cobran multas por soñar,
se paga un precio caro por vivir.
En estos edificios airosos
con el odio incrustado en las murallas
son más las risas que se callan
que los murmullos de amor del plazo fijo.
En estos edificios desmembrados
de vida individual contemporánea,
de mínima expresión en el saludo,
de pristina mirada indiferente,
en estos edificios de inconscientes
aquí se mata a palos la esperanza.
Punto ebullición
A cien grados
ya no me quedan dudas
de la magia.
Entre el sol y yo,
aunque hay cuentas pendientes,
fusilamos bacterias
desplumamos gallinas
horneamos pastelitos
y encendemos la luz
donde antes habitaba la sombra.
Danos a terceros
Detonar una bomba,
señalar un culpable,
mutilar una idea;
todos causan daños a terceros.
¿ Acaso fuimos advertidos?
De nada sirve ahora señalar el pecado,
es imposible amar sin provocar.
Alguien termina herido en el espejo,
sin palacios, héroes, credos,
todos, daños a terceros.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
A compra
Há um objeto,
morre na metade de uma loja.
Salvao-o e me salvo:
El Cordero não é sangue de vitrina.
Por trinta moedas levo meu perdão,
por quinze reais
tiro Deus de cima.
Ele voa até a minha casa
sem tocar no chão,
sai da bolsa
e outra vez
nós índios aceitamos a Cristo.
Estes edifícios
Nestes longos edificios
onde também ao sol
também lhes negamos la entrada,
nestes edificios secos
com cheiro de jazmim
em que o cão viaja de elevador
e a empregada chora na escada,
nestes edificios frios
repletos de deuses e tremendas fêmeas,
aquí, junto da gente em beleza,
também ocorrem coisas incorretas.
Vi cair em bolsas negras
as misérias,
escutei do andar dezessete,
cinco tiros com três sorvos de vodka
e voaram sem data mil pombas mortas.
Aquí está proibido incomodar
com o que digo ser feliz,
aquí se cobram multas por sonhar,
se paga um preço caro por viver.
Nestes edificios airosos
com o ódio incrustado nas muralhas
são mais os risos sque se calam
que os murmurios de amor de prazo fixo.
Nestes edificios desmembrados
de vida individual contemporânea,
de mínima expressão na saudação,
de prístina mirada indiferente,
nestes edificios de insconscientes
aquí se mata a pauladas a esperança.
Ponto de ebulição
A cem graus
já não me restam dúvidas
da magia.
Entre o sol e eu,
embora haja contas pendentes,
fusilamos bacterias
depenamos galinhas
assamos pastéis
e acendemos a luz
onde antes habitava a sombra.
Danos a terceiros
Detonar uma bomba,
apontar um culpado,
mutilar uma ideia,
todos causam danos a terceiros.
Por acaso fomoa advertidos?
De nada serve agora apontar o pecado,
é impossível amar sem provocar.
Alguém termina ferido no espelho:
sem palácios, herois, credos,
todos, danos a terceiros.
Página publicada em junho de 2016.
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