JAVIER ROMERO
Javier Romero Hernández nacio en La Chorrera, Panama, el 2 de septiembre de 1983. Es musico y estudia Medicina en la Universidad de Panama.
Con el poemario Delirio de la sangre, obtiene el premio "Demetrio Herrera Sevillano" 2002,
organizado por la Direccion de Cultura, Vicerrectoria de Extension, Universidad de Panama. Ha publicado: Delirio de la sangre (Editorial Portobelo/ Panama, 2003).
TEXTO EN ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
ÚLTIMA PALABRA
"No será necesario que llamemos con todas nuestras lágrimas."
Olga Orozco
Recuerdas cuando te agradaba
salir a carninar
a las doce medianoche.
La penumbra conjuraba
su procesión de aparecidos
y la calle que emanaba de tus ojos
desbordaba corno una presencia incandescente
el camino estrecho de la sangre.
Esperabas encontrarme
descifrando carcajadas solitárias,
persiguiendo a invisibles alacranes
a través de los cristales del insomnio.
Y algunas veces,
te confieso,
percibía tu perfume
en medio del sereno asombro de los parques,
que se mueren subrepticiamente
en la ruina transitoria del desvelo.
Seguí tu rastro
todos esos anos,
porque me llamabas
como cuando alguien llama
desde las entrañas de una lágrima;
porque te sentías solo
y colocaste los martillos de tu pecho
en mi almohada
para que todos escucharan
el lenguaje de tu ausencia.
Y ahora
que regresas de buscarte
expulsado del cansancio de los astros;
ahora que te acercas
— como quien detiene el paso
justo antes de caer del precipicio:
No es imprescindible que me mires a la cara.
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ÚLTIMA PALAVRA
"No será necesario que llamemos con todas nuestras lágrimas."
Olga Orozco
Recordas quando te agradava
sair a caminhar
às doze meia-noite.
A penumbra conjurava
uma procissão de aparecidos
e a rua que emanava de teus olhos
desbordava como a presença incandescente
o caminho estreito do sangue.
Esperavas encontrar-me
decifrando gargalhadas solitárias,
perseguindo invisíveis escorpiões
através dos cristais da insônia.
E algumas vezes,
eu te digo,
sentia teu perfume
em meio ao sereno assombro dos parques,
que morrem sub-repticiamente
na ruína transitória do desvelo.
Segui teu rastro
todos esses anos,
porque me chamavas
côo quando alguém chama
desde as entranhas de uma lágrima;
porque te achavas só
e colocaste os martelos de teu peito
em minha almofada
para que todos escutassem
a linguagem de tua ausência.
E agora
que regressas de buscar-te
expulso do cansaço dos astros;
agora que te aproximas
— como quem se detém
logo antes de cair no precipício:
Não é imprescindível que me olhes face a face.
(De POEMAS PARA ENCONTRAR A UM SER HUMANO. Mención de Honor Concurso de Poesía Gustavo Batista Cedeño 2004. Panamà : Instituto Nacioanal de Cultura, 2005.)
Textos gentilmente cedidos pela Embaixada do Panamá em Brasília.
Página publicada em janeiro de 2010
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