ROSARIO MURILLO
                                                                                 
                                                                                Rosario  Murillo Zambrana (Managua, 22 de junio de 1951) es profesora, escritora,  activista y política nicaragüense. Desde el 10 de enero de 2017 es vicepresidenta  de Nicaragua.
                                                                                 
                                                                                En  1969 se integró en el movimiento guerrillero Frente Sandinista de Liberación  Nacional. Fue cofundadora en los años 1970 del grupo cultural Gradas de  oposición a la dictadura somocista. Se marchó al exilio en 1977 involucrada en  el trabajo político y organizativo del FSLN. Regresó al país con el triunfo de  la Revolución Popular Sandinista en 1979. 
                                                                                 
                                                                                Conoció  al actual Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra durante su exilio en  Costa Rica y desde entonces es su pareja. Su matrimonio eclesiástico se celebró  en 2005. Desde 2007 es primera dama de Nicaragua. Durante toda su trayectoria  no ha dejado de implicarse en el activismo y la política convirtiéndose en una  de las figuras más importantes y emblemáticas de Nicaragua. Fue diputada de la  Asamblea Nacional de 1984 a 1990.
                                                                                 
                                                                                También  es coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía. Fuente:  wikipedia    
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                TEXTOS EN ESPAÑOL    - TEXTOS EM PORTUGUÊS
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                         AGUAS MANSAS
                                                                                 
                                                                                         Es  assunto de intrepidez, o muerte
                                                                                  de  saber contar estrelas
                                                                                  mientras  la mano busca, y persigue
                                                                                  atolondrada  en su afán
                                                                                  cangrejos,  caracoles, algas oscuras
                                                                                  tesoros  de la profundidad
                                                                                  esparcidos  sobre arenas leves
                                                                                  que  hieren los ojos blancos
                                                                                         
                                                                                         Turbios, húmedo, pero fijos
                                                                                  los  recuerdos.
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                         YO LA MUJER DE BARRO
                                                                                 
                                                                                                   Se estremecieron las  espessuras y las sombras.
                                                                                 
                                                                                         Yo la mujer de barro
                                                                                  hecha  y guardada por los siglos y siglos
                                                                                  surgida  del mismo tempo
                                                                                  con  una costilla de más, me dice Adán
                                                                                  yo  la mujer de barro
                                                                                  con  un grito de triunfo me persigno
                                                                                  por  la señal de mis piernas
                                                                                  por  la santa cruz de mis caderas
                                                                                  con  el clamor de mi ombligo que se ahueca
                                                                                  y  exclama araña tus ojos
                                                                                  Soy  la furia del tempo sin cabeza
                                                                                  como  una cara sin rostro
                                                                                  o  un final de amores sin espejos
                                                                                  Viva  vivo y he vivido en el barro
                                                                                  a  través de los ríos y las estaciones
                                                                                  y  las capas geológicas y erupciones
                                                                                  y  los sinfines de culturas que no acaban
                                                                                  y  las que apenas principian
                                                                                  en  medio de todo el ruido
                                                                                  yo,  mujer, cargo la fúria de amamantarte y amarte
                                                                                  hombre  de barro, mi esclavo y mi seños
                                                                                  yo  tu señora ytu esclava
                                                                                  mujer  arcaica o clássica o moderna
                                                                                  siempre  orgullosa de hoguera temblando
                                                                                  en  el centro de Veneus mi temblor
                                                                                  Mujer  de barro yo, descabezada
                                                                                  guardo  y dibujo fertilidade de luceros
                                                                                  descabelllada,  quebrada y recocida
                                                                                  de  mi amor inicial sembré los frutos
                                                                                  sigo  sembrando y pariendo
                                                                                  y  recogiendo y pariendo
                                                                                  y  recogiendo y regando
                                                                                  en  este comal de servicios
                                                                                  aquí  volteada a la izquierda
                                                                                  con  la piel siempre inmensa
                                                                                  submergida  en el canto de barro, carne y caminos
                                                                                  solo  me assusto de las cosas que lo entendo
                                                                                  como  a cibernética
                                                                                  o  el átomo envuelto
                                                                                  o  mis hijos con la rodilla en el suelo
                                                                                  solo  y de nada me assusto
                                                                                  me  persigno.
                                                                                  
                                                                                  
                                                                                
                                                                                VEA Y LEA OTROS POETAS Y POEMAS DE  NICARAGUA EN NUESTRO
                                                                                Portal de Poesía Iberoamericana:  http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/nicaragua/nicaragua.html 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                TEXTO EM PORTUGUÊS
                                                                                Traadução de Antonio Miranda
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                         ÁGUAS MANSAS
                                                                                 
                                                                                
                                                                                  É assunto de intrepidez
                                                                                    de  saber contar estrelas
                                                                                    enquanto  a mão busca, e persegue
                                                                                   atordoado  em seu afã
                                                                                    caranguejos,  caracóis, algas escuras
                                                                                    tesouros  da profundidade
                                                                                    espalhados  sobre areias leves
                                                                                    que  ferem os olhos brancos
                                                                                           
                                                                                  Turvos,  úmidos, mas firmes
                                                                                    as  lembranças
                                                                                   
                                                                                
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                         EU  A MULHER DE BARRO
                                                                                 
                                                                                                            Estremecidas as espessuras e as sombras.
                                                                                
                                                                                 
                                                                                
                                                                                  Eu, a mulher de barro
                                                                                    feita  e guardada por séculos e séculos
                                                                                    surgida  do mesmo tempo
                                                                                    com  uma costela a mais, me diz Adão
                                                                                    e  uma semente de murici para Eva
                                                                                    eu,  a mulher de barro
                                                                                    com  um grito de triunfo me persigno
                                                                                    pelo  sinal de minhas pernas
                                                                                    pela  santa cruz de minhas ancas
                                                                                    com  o clamor de meu umbigo que se afunda
                                                                                    e  exclama arranha teus olhos
                                                                                    Sou  a fúria do tempo sem cabeça
                                                                                    como  uma cara sem rosto
                                                                                    ou  um fim de amores sem espelhos
                                                                                    Vivo  vivo e vivi no barro
                                                                                    através  de rios e das estações
                                                                                    e  das estações geológicas e erupções
                                                                                    e  os sem-fim de culturas que não acabam
                                                                                    e  as que apenas principiam
                                                                                    em  meio de todo ruído
                                                                                    eu,  mulher, carrego a fúria de amamentar-te e amar-te
                                                                                    homem  de barro, meu escrevo e meu senhor
                                                                                  eu  tua senhora e tua escrava
                                                                                    mulher  arcaica ou clássica ou moderna
                                                                                    sempre  orgulhosa da fogueira tremendo
                                                                                    no  centro de Vênus meu tremor
                                                                                    Mulher  de barro eu, descabeçada
                                                                                    guardo  e desenho fertilidade de astros
                                                                                    descabelada,  quebrada  e recozida
                                                                                    de  meu amor inicial semeei os frutos
                                                                                   sigo  semeando e parindo
                                                                                    e  recolhendo e regando
                                                                                    nesta  frigideira de serviços
                                                                                    aqui  virada para a esquerda
                                                                                    com  a pele sempre imensa
                                                                                    metida  no canto de barro, carne e caminhos
                                                                                    apenas  me assusto com as coisas que entendo
                                                                                    como  a cibernética
                                                                                    ou  o átomo envolvido
                                                                                    ou  meus filhos com os joelhos no chão
                                                                                    apena  e de nada me assusto
                                                                                    me  persigno.
                                                                                    
                                                                                    
                                                                                    Página  publicada em março de 2017