POESÍA NICARAGUENSE
Coordinación: Milagros Terán
Foto: http://poetassigloveintiuno.blogspot.com.br/
JAZMINA CABALLERO
Poeta, periodista y filóloga. Nació en León, Nicaragua en 1977. Ha publicado en suplementos culturales y revistas literarias del país y de España.
Ha participado en el I Festival Internacional de Poesía de Granada 2005; XIII Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, Oaxaca, México, 2005; Recitales de poesía en Berlín, Alemania, 2006. En recitales de Poesía en Elche, Alicante, Orihuela Irán, San Sebastián, Granada, Ogijares y Cádiz, España 2008. Fue becada por la Fundación Rafael Alberti de Puerto Santa María, Cádiz, para asistir a su congreso titulado "Poesía Ultima 2008" (España 2008). En el V Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada, España 2008.
Es miembro de ANIDE. Su primer poemario, Epicrisis, fue publicado en el 2007.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
Te fuiste y del mundo se ocupó la podredumbre
La carroña desnudó las almas,
nos volvimos humanamente posibles.
La maldad hace los corazones puros.
Era menester del odio solo ser, desesperando,
las infamias se amontonaban
como un cerebro agrada a los gusanos,
nos volvimos suficientes,
las iglesias batallaban su última mentira.
Todo
en víspera del día que te habías marchado:
toda carne se arrastraba,
todo lo inservible del mundo se hizo
necesario,
vivir de la basura fue un privilegio.
Fuimos exactos en las hipocresías, vivir
bastaba,
añadiendo pulcritud.
Solo bastaba oscurecer las memorias
y despertar siendo un harapo con ojos.
Te fuiste y asesiné a todos.
La risa volvió,
ser morboso fue más fácil,
el frío arrojó su última patraña y asumí: no estabas.
Me volví sucia, obscena,
gozaba de la pereza y el sacrilegio.
Te fuiste y se volvió todo una enfermedad.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Foste embora e do mundo se encarregou a podridão
A carniça despiu as almas,
tornamo-nos humanamente possíveis.
A maldade torna puros os corações.
Era mister do ódio apenas ser, desesperando,
as infâmias amontoavam-se
como um cérebro agrada os vermes,
tornamo-nos suficientes,
as igrejas batalhavam sua última mentira.
Tudo
na véspera do dia em que foste embora:
toda carne se arrastava,
todo o inservível do mundo resultou necessário,
viver do lixo era um privilégio.
Fomos exatos nas hipocrisias, viver bastava,
adicionando pulcritude.
Bastava apenas escurecer as memórias
e despertar sendo um farrapo com olhos.
Foste embora e assassinei a todos.
O riso voltou
ser mórbido foi mais fácil,
o frio lançou sua última balela e
assumi: não estavas.
Tornei-me imunda, obscena,
gozava da preguiça e sacrilégio.
Foste embora e tudo virou uma enfermidade.
Página publicada em dezembro de 2014
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