ALEJANDRA SEQUIERA
Poeta nacida en Managua, Nicaragua (1982). . Ha publicado el libro de poesía Quien me espera no existe (Centro Nicaragüense de Escritores, 2006). Mención de honor en el IV Concurso Nacional de Poesía "Mariana Sansón" 2006. Su obra ha sido incluida en diversas antologías centroamericanas y de México, así como en revistas literarias de Chile, México, Estados Unidos, Cuba (Casa de las Américas) y Centroamérica. En Nicaragua, aparece en El Hilo Azul, revista dirigida por el escritor nicaragüense Sergio Ramírez y Soma, publicación en línea realizada por escritores jóvenes. También ha sido incluida en suplementos literarios de su país y en blogs literarios.
Ha participado desde el 2006 en el Festival Internacional de Poesía de Granada y otros encuentros de la región centroamericana, México y Cuba. Ha organizado lecturas con mujeres privadas de libertad y personas con discapacidad auditiva. Colabora con artistas performáticos y de las artes visuales. Es miembro del PEN-Nicaragua.
Fuente: http://festivalturnodeldisidente.blogspot.com.br/
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
LOS DÍAS
Los días no se suicidan, Alejandra,
tampoco puedo decir que nos dejan voluntariamente.
Solo envejecen como todo lo hace. Se pudren en la decrepitd
del tiempo.
Los días no se suicidan, Alejandra, lo aseguro,
solo lapidan al tiempo por tener que resignarse a la muerte.
NO PASAJEROS
La estación donde espero
siempre está vacía.
En ningún tempo llegan
ni parten.
Nadie nunca viaja.
Los pasajeros se han tornado em flores
y ahora fríos cuidan sus propias tumbas,
por eso nunca viajn en el autobús
los que yo espero.
LOS CUERPOS
La habitación de uma suicida es como cualquier outra
aunque pretendamos pensar siempre lo contrario,
aunque:
los cuerpos y sus formas los cuerpos y sus instrumentos
los cuerpos y sus razones, harán a veces alguna diferencia.
El cuerpo irrumpe el equilibrio cotidiano.
El cuerpo adultera las sacras y comunes leyes de la semejanza,
deja de ser — entonces — como cualquier outra
la habitación de la suicida:
las cortinas relajadas o precisas
los viejos sapatos em el clóset
la lámpara tímida ante la oscuridad nocturna
la mesita de noche, que también será mesa de día
el amanhecer que ronda y agasaja las ventanas
la tarde que se despide y mira de reojo
la silla intacta frente ao librero adusto,
Missael sonriendo en una foto: todo se trastoca.
En este albergue los objetos me guarecen,
ellos son mi carta explicatória,
dile a mis amigos que no los abandonen,
que los posean y coloquen em sus casas
que ellos
sus hijos
y los hijeo de sus hijos los posean
y coloquen en sus casas.
Sé que ya uma palabra mía no bastará para sanarte
pero abre la puerta, no tengas miedo
la habitación de una suicida es como cualquier otra
aunque pretendamos pensar siempre lo contrario.
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TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
OS DIAS
Os dias não cometem suicídio, Alejandra,
tampouco posso dizer que nos deixam voluntariamente.
Apenas envelhecem como qualquer coisa. Apodrecem na decrepitude
do tempo.
Os dias não cometem suicídio, Alejandra, eu garanto,
apenas lapidam o tempo por ter que resignar-se à morte.
SEM PASSAGEIROS
A estação onde espero
sempre está vazia.
Em momento algum chegam
ou partem.
Ninguém viaja.
Os passageiros transformaram-se em flores
e agora fios cuidam suas próprias tumbas,
por isso nunca viajam de ônibus
os que eu espero.
OS CORPOS
O quarto de uma suicida é como qualquer outro
embora pretendamos pensar sempre o contrário,
embora:
os corpos e suas formas, os corpos e seus instrumentos
os corpos e suas razões, farão ás vezes alguma diferença.
O corpo rompe o equilíbrio quotidiano.
O corpo adultera as sacras e comuns leis da semelhança,
deixa de ser, então, como qualquer outro
o quarto da suicida:
as cortinas relaxadas ou exatas
os velhos sapatos no closet
a lâmpada tímida frente à escuridão noturna
a mesinha de cabeceira, que também será mesa de dia
o amanhecer que ronda e protege as janelas
a tarde que se despede e olha de soslaio
a cadeira intacta diante da estante adusta,
Missael sorrindo numa foto: tudo se transtorna.
Neste albergue os objetos me protegem,
eles são minha carta de explicação,
diga meus amigos que não os abandonem,
que os possuam e coloquem em suas casas
que eles
seus filhos
e os filhos de seus filhos os possuam
e coloquem em suas casas.
Sei que uma só palavra minha não bastará para curar-te
mas abre a porta, não tenhas medo
o quarto de uma suicida é como qualquer outro
embora pretendamos pensar sempre o contrário.
Página publicada em março de 2017